Alfredo Jalife-Rahme / Bajo la Lupa
Antecedentes: a partir de mediados del año pasado Estados Unidos (EU) acentuó su giro estratégico, desde el punto de vista teórico y práctico, con el fin de contener a China mediante su redespliegue militar en la región Asia-Pacífico, lo cual ha sido plasmado por Project Institute 2049 y los respectivos periplos de Obama y Hillary Clinton a la zona (ver Bajo la Lupa, 4 y 18/12/11 y 4 y 8/1/12).
Hechos: el reciente giro estratégico oficial del 5 de enero (Bajo la Lupa, 11/1/12) causó diversas reacciones de Rusia y China. La más afectada es esta última, a la que se pretende contener con ayuda de India –empujada teóricamente a la contienda regional como ancla económica–, al unísono del proyecto comercial de Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés) al que incrustaron al México neoliberal.
Rusia aún no se pronuncia en forma oficial, con la salvedad de notables referencias tangenciales de Russia Today (RT, 5, 8 y 9/1/12) que informa las advertencias de China –recordando que el tamaño de China es casi la tercera parte del continente entero– y que las relaciones entre Pekín y Washington se bambolean en una zona entre lo neutral y lo negativo que se ha intensificado en parte por la reciente militarización de Taiwán por EU. Agrega que la salud y las pensiones serán drásticamente reducidas por el recorte presupuestal de EU y condensa que EU deja Afganistán y ahora el turno es de China.
Su analista militar, Evgeny Khrushchev, refiere que el ejército de EU cambia el enfoque de sus tropas a sus tecnologías y resume que los principales vencedores son los contratistas de armas de EU. Juzga que se trata de “una clásica carrera armamentista de guerra fría” librada por EU contra la percepción de una amenaza imaginaria de China y destaca que la estrategia de poder blando (soft power) de EU fracasó en Irak, Afganistán y Pakistán, por lo que Obama cambia su estrategia del centro y sudeste asiáticos a la región Asia-Pacífico, donde planea concentrar su poderío militar de alta tecnología contra China.
Será interesante seguir la evolución de Rusia cuando lleva una relación de altas y bajas (como el yoyo) con EU, el cual, por un lado, interfirió flagrantemente en las elecciones rusas y, por otro, obligó a Georgia a levantar el veto del ingreso de Rusia a la OMC.
La diplomacia China ha elevado el tono en forma gradual contra un ataque a Irán –que juzga como un desastre para la economía global– y a Siria, que resultaría en un desastre regional (China Daily, 11/1/12).
A mi juicio, tras el doble error que cometieron Rusia y China frente a la intervención de la OTAN en Libia, ahora intentan limitar los daños en Siria e Irán, quizá tardíamente.
Jim Canrong, experto en estudios estadunidenses de la Universidad Renmin de China, señala que el giro claramente tiene como objetivo a China y aduce que tanto el desarrollo de ésta como la situación de Irán pueden dañar las relaciones bilaterales por lo que Pekín debe permanecer tranquila y continuar su desarrollo, aunque permanecer en alta alerta, ya que el giro de la política muestra que EU es incapaz de desplegar sus militares en varias regiones, pero todavía desea mantener el control sobre los temas de seguridad global.
China Daily (11/1/12) resalta que EU atiza las tensiones para ganar un papel regional. Cita a varios analistas que comentan que EU puede acelerar la militarización de la región –interesante punto de vista que se complementa con mi tesis de la desglobalización que se (con)centra en las regionalizaciones, en este caso en materia militar.
Barack Obama, durante un discurso sobre reforma del Estado, el viernes pasado en la Casa BlancaFoto Reuters
Yang Yi, contralmirante y anterior geoestratega de la Universidad de Defensa Nacional del ejército chino, comentó que EU busca revitalizar su liderazgo global mediante el estímulo de tensiones regionales. Considera que EU ha explotado varios hechos en la península coreana y en el mar del sur de China para atraer exitosamente a sus aliados del este de Asia: Japón, Sudcorea y Filipinas. Aduce que, con una lógica invertida, EU pretende mantener la seguridad regional con el fin de socavar la modernización militar de China. Rechaza que EU sea un proveedor de seguridad (sic) y un ancla (sic) económica regional cuando se posiciona como enemigo en la región y socava la estabilidad y paz regional. Fustigó que los conflictos regionales se generaron cuando EU inició su estrategia de regreso a Asia en 2009: queda claro quién es el verdadero provocador.
El portal chino cita a Andrew Biller, de la Sociedad Asia-EU, quien refiere que el conflicto en la región se incrementó por la presencia de los marines en Australia y debido al aumento de la cooperación militar de EU con algunos países en la región.
Cita también al mayor general Luo Yuan, quien indicó que EU ha reforzado sus cinco principales alianzas militares en la región Asia-Pacífico y ajusta el posicionamiento de sus cinco mayores conglomerados de bases militares, mientras busca más bases militares para cercar a China. Sugiere que China debe mejorar la forma de cortejar amigos en la región para sacarlos de la órbita de EU, además que China debe mantener un alto grado de vigilancia, sin necesidad de estar alarmada, y adaptarse a maniobrar.
Un editorial del portal chino Global Times (5/1/12) arguye que el plan del Pentágono cambia el juego en Asia que pone de relieve la importancia de Irán con China. Resume que los cambios en estrategia del Pentágono están principalmente dirigidos contra Irán y China. ¡Pues sí!: si se cae Irán sigue China.
El editorial aconseja que China debe guardar algunas (sic) iniciativas estratégicas contra EU, para contrarrestar su contención. Pekín debe reforzar sus capacidades ofensivas de largo alcance con mayor persuasión militar contra EU para que éste se percate de que no puede detener el ascenso de China y que le convenga más ser su amigo. ¡Cómo no!
Ubica dos carriles en juego: el económico y el militar, cuando, en el primero, China lleva la ventaja y en el que difícilmente EU puede provocar a China, mientras, en el segundo, EU lleva la batuta con su poderío militar que le otorga justificaciones (sic) para suprimir(sic) a China. Concluye que “China debe tratar de evitar una nueva guerra fría con EU, lo cual no significa que deba ceder su seguridad periférica a cambio del confort de EU en Asia”.
Conclusión: llaman la atención las posiciones cada vez más nítidas de Rusia y China respecto a las graves crisis en Siria e Irán, donde la triada EU/Israel/Gran Bretaña amenaza desatar una tercera guerra mundial nuclear.
A mi juicio, el avance del nuevo giro estratégico de Obama dependerá en gran medida del epílogo de su casi guerra contra Irán, donde China, más que Rusia, parece estar dispuesta a trazar una de sus líneas rojas periféricas. Si cae Irán seguirán Venezuela y luego el mar del sur de China: relevantes zonas de reserva y abastecimiento de hidrocarburos a China. La guerra contra Irán, como ha destacado Zbigniew Brzezinski, beneficiaría a Rusia (por el alza de los hidrocarburos) y dañaría a China en primer término.
Antecedentes: a partir de mediados del año pasado Estados Unidos (EU) acentuó su giro estratégico, desde el punto de vista teórico y práctico, con el fin de contener a China mediante su redespliegue militar en la región Asia-Pacífico, lo cual ha sido plasmado por Project Institute 2049 y los respectivos periplos de Obama y Hillary Clinton a la zona (ver Bajo la Lupa, 4 y 18/12/11 y 4 y 8/1/12).
Hechos: el reciente giro estratégico oficial del 5 de enero (Bajo la Lupa, 11/1/12) causó diversas reacciones de Rusia y China. La más afectada es esta última, a la que se pretende contener con ayuda de India –empujada teóricamente a la contienda regional como ancla económica–, al unísono del proyecto comercial de Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés) al que incrustaron al México neoliberal.
Rusia aún no se pronuncia en forma oficial, con la salvedad de notables referencias tangenciales de Russia Today (RT, 5, 8 y 9/1/12) que informa las advertencias de China –recordando que el tamaño de China es casi la tercera parte del continente entero– y que las relaciones entre Pekín y Washington se bambolean en una zona entre lo neutral y lo negativo que se ha intensificado en parte por la reciente militarización de Taiwán por EU. Agrega que la salud y las pensiones serán drásticamente reducidas por el recorte presupuestal de EU y condensa que EU deja Afganistán y ahora el turno es de China.
Su analista militar, Evgeny Khrushchev, refiere que el ejército de EU cambia el enfoque de sus tropas a sus tecnologías y resume que los principales vencedores son los contratistas de armas de EU. Juzga que se trata de “una clásica carrera armamentista de guerra fría” librada por EU contra la percepción de una amenaza imaginaria de China y destaca que la estrategia de poder blando (soft power) de EU fracasó en Irak, Afganistán y Pakistán, por lo que Obama cambia su estrategia del centro y sudeste asiáticos a la región Asia-Pacífico, donde planea concentrar su poderío militar de alta tecnología contra China.
Será interesante seguir la evolución de Rusia cuando lleva una relación de altas y bajas (como el yoyo) con EU, el cual, por un lado, interfirió flagrantemente en las elecciones rusas y, por otro, obligó a Georgia a levantar el veto del ingreso de Rusia a la OMC.
La diplomacia China ha elevado el tono en forma gradual contra un ataque a Irán –que juzga como un desastre para la economía global– y a Siria, que resultaría en un desastre regional (China Daily, 11/1/12).
A mi juicio, tras el doble error que cometieron Rusia y China frente a la intervención de la OTAN en Libia, ahora intentan limitar los daños en Siria e Irán, quizá tardíamente.
Jim Canrong, experto en estudios estadunidenses de la Universidad Renmin de China, señala que el giro claramente tiene como objetivo a China y aduce que tanto el desarrollo de ésta como la situación de Irán pueden dañar las relaciones bilaterales por lo que Pekín debe permanecer tranquila y continuar su desarrollo, aunque permanecer en alta alerta, ya que el giro de la política muestra que EU es incapaz de desplegar sus militares en varias regiones, pero todavía desea mantener el control sobre los temas de seguridad global.
China Daily (11/1/12) resalta que EU atiza las tensiones para ganar un papel regional. Cita a varios analistas que comentan que EU puede acelerar la militarización de la región –interesante punto de vista que se complementa con mi tesis de la desglobalización que se (con)centra en las regionalizaciones, en este caso en materia militar.
Barack Obama, durante un discurso sobre reforma del Estado, el viernes pasado en la Casa BlancaFoto Reuters
Yang Yi, contralmirante y anterior geoestratega de la Universidad de Defensa Nacional del ejército chino, comentó que EU busca revitalizar su liderazgo global mediante el estímulo de tensiones regionales. Considera que EU ha explotado varios hechos en la península coreana y en el mar del sur de China para atraer exitosamente a sus aliados del este de Asia: Japón, Sudcorea y Filipinas. Aduce que, con una lógica invertida, EU pretende mantener la seguridad regional con el fin de socavar la modernización militar de China. Rechaza que EU sea un proveedor de seguridad (sic) y un ancla (sic) económica regional cuando se posiciona como enemigo en la región y socava la estabilidad y paz regional. Fustigó que los conflictos regionales se generaron cuando EU inició su estrategia de regreso a Asia en 2009: queda claro quién es el verdadero provocador.
El portal chino cita a Andrew Biller, de la Sociedad Asia-EU, quien refiere que el conflicto en la región se incrementó por la presencia de los marines en Australia y debido al aumento de la cooperación militar de EU con algunos países en la región.
Cita también al mayor general Luo Yuan, quien indicó que EU ha reforzado sus cinco principales alianzas militares en la región Asia-Pacífico y ajusta el posicionamiento de sus cinco mayores conglomerados de bases militares, mientras busca más bases militares para cercar a China. Sugiere que China debe mejorar la forma de cortejar amigos en la región para sacarlos de la órbita de EU, además que China debe mantener un alto grado de vigilancia, sin necesidad de estar alarmada, y adaptarse a maniobrar.
Un editorial del portal chino Global Times (5/1/12) arguye que el plan del Pentágono cambia el juego en Asia que pone de relieve la importancia de Irán con China. Resume que los cambios en estrategia del Pentágono están principalmente dirigidos contra Irán y China. ¡Pues sí!: si se cae Irán sigue China.
El editorial aconseja que China debe guardar algunas (sic) iniciativas estratégicas contra EU, para contrarrestar su contención. Pekín debe reforzar sus capacidades ofensivas de largo alcance con mayor persuasión militar contra EU para que éste se percate de que no puede detener el ascenso de China y que le convenga más ser su amigo. ¡Cómo no!
Ubica dos carriles en juego: el económico y el militar, cuando, en el primero, China lleva la ventaja y en el que difícilmente EU puede provocar a China, mientras, en el segundo, EU lleva la batuta con su poderío militar que le otorga justificaciones (sic) para suprimir(sic) a China. Concluye que “China debe tratar de evitar una nueva guerra fría con EU, lo cual no significa que deba ceder su seguridad periférica a cambio del confort de EU en Asia”.
Conclusión: llaman la atención las posiciones cada vez más nítidas de Rusia y China respecto a las graves crisis en Siria e Irán, donde la triada EU/Israel/Gran Bretaña amenaza desatar una tercera guerra mundial nuclear.
A mi juicio, el avance del nuevo giro estratégico de Obama dependerá en gran medida del epílogo de su casi guerra contra Irán, donde China, más que Rusia, parece estar dispuesta a trazar una de sus líneas rojas periféricas. Si cae Irán seguirán Venezuela y luego el mar del sur de China: relevantes zonas de reserva y abastecimiento de hidrocarburos a China. La guerra contra Irán, como ha destacado Zbigniew Brzezinski, beneficiaría a Rusia (por el alza de los hidrocarburos) y dañaría a China en primer término.
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