Francisco Rodríguez / Índice Político
Veo lo siguiente en la más reciente Lectura Política del Grupo Consultor Interdisciplinario que coordina y dirige el maestro Alfonso Zárate y no me resisto a compartirlo con usted:
“Se trata de una victoria en toda la línea —extraña, paradójica, inesperada— del aparato partidista sobre el virtual candidato a la Presidencia
“Imposible negar lo evidente. La irritación de las élites priistas en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Sinaloa fue pública y belicosa. Lo mismo que la oposición abierta de figuras con presencia nacional y querencias locales como el senador Francisco Labastida —ex gobernador de Sinaloa, candidato presidencial derrotado en 2000— o la más o menos soterrada del senador Beltrones y, seguramente, de la siempre discreta diputada Beatriz Paredes (aspirante al GDF).
“Las resistencias múltiples al interior del PRI, articuladas en una eficaz y poderosa confederación de complicidades e intereses, logró lo que parecía punto menos que imposible: revertir el acuerdo firmado el 17 de noviembre por el entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional —Humberto Moreira, hombre de Peña Nieto— y modificar sustancialmente el equilibrio de fuerzas rumbo a las elecciones generales de julio próximo.
“El PRI recula y falta al compromiso signado. La inestabilidad en sus órganos dirigentes, los reacomodos en la cúpula y la batalla intestinal por los espacios de poder, impiden al equipo del ex gobernador mexiquense responder con integridad, coherencia y consistencia a la palabra empeñada. No las tiene todas consigo y, al parecer, no ha logrado aferrar las riendas del indomable partidazo.
“El PRI reculó. Las resistencias fueron superiores al peso específico del candidato y terminaron por desbordar la capacidad operativa de sus estrategas. Borrón y cuenta nueva. Bienvenidos los ‘verdes’ y su integridad moral a toda prueba. Su disposición al doblez y la genuflexión bien valen una misa, 35 candidaturas a lo que sea, una improbable gubernatura (Chiapas) y un reventón del Niño Verde en Cancún
“Y bienvenidos, sobre todo, los irrecuperables del panteón, el sótano o los ‘separos’ de la reserva tricolor: Mario Marín y la trouppé de marinistas poblanos; José Murat y el reservorio de rudos oaxaqueños (antediluvianos pre-alternancia); gobernadores en busca de escaño (e impunidad) de todos los sabores, colores y calañas: Patricio Martínez, corresponsable de la tragedia chihuahuense (feminicidios, auge del narco, empoderamiento criminal); René Juárez, cacique chico del Guerrero bronco (y amigazo de Kamel Nacif, el del “góber precioso”); Félix González Canto, mandatario quintanarroense cuando el secuestro de Lydia Cacho (por policías del “precioso” poblano, amigazo de Nacif); Ismael Hernández, duranguense acusado de vínculos extraños con intereses extraños (reviró con una demanda por difamación)… Y los Hank Rhon en pleno, mexiquenses distinguidos, tijuanenses honorarios, aunque por el momento no haya cupo para la señora María Elvira Amaya —esposa de Jorge Hank, el de las apuestas, el arsenal privado, el jarabe de tequila con testículos de león— que bien merecería una curul con peluchito en el Senado de la República…
“Magnífica maniobra. El PRI se ha liberado de presencias “indeseables” e incómodas alianzas. Todo queda en familia y el pastel se reserva sólo a los de casa. El nuevo PRI, el PRI de Peña Nieto, no tendrá flancos débiles ante la crítica moral. Magnífica noticia…”
Compromiso no cumplido, pues.
Índice Flamígero: Cuente usted los estados de la República en los que el PRI enfrenta problemas internos provocados, según dicen los expertos, no sólo por una mala selección de candidatos a puestos de elección popular, sobre todo por no haber sabido, no haber podido o no haber querido aplicar una “operación cicatriz”: 1) Morelos, donde el impresentable joven Manuel Martínez Garrigós anda en pie de guerra e incluso en el papel de víctima tras la postulación de Amado Orihuela. 2) Tabasco, entidad donde el influyente compadre de Enrique Peña, Benito Neme, se pasó las encuestas por el arco del triunfo –que favorecían a Luis Felipe Graham—, e impuso a Jesús Alí. 3) Chiapas, por si fuera poco, donde se impondrá como candidato a la gubernatura al verde, verde, verde nieto del ex gobernador Manuel Velasco, por sobre la natural y legítima María Elena Orantes, quien mejor se salió del PRI. Jalisco podría complicárseles, pues Aristóteles –no es Onassis, pero actúa como tal en materia de romances– Sandoval trae no pocas cuentas pendientes. La selección de candidatos a senadores también dejó muchos muertos y heridos en el camino que andan como almas en pena, contando a todo mundo sobre la impericia y soberbia de “los tolucos”, cual les llaman. Por estos días se dan a conocer las candidaturas a diputaciones federales y, júrelo, habrá más y más inconformidades. Y a todo esto, dónde anda Peña Nieto. ¿Enderezando entuertos? No. Se lo comenté ayer: de paseo por Davos… como si ya fuese el Presidente de la República.
Veo lo siguiente en la más reciente Lectura Política del Grupo Consultor Interdisciplinario que coordina y dirige el maestro Alfonso Zárate y no me resisto a compartirlo con usted:
“Se trata de una victoria en toda la línea —extraña, paradójica, inesperada— del aparato partidista sobre el virtual candidato a la Presidencia
“Imposible negar lo evidente. La irritación de las élites priistas en Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Sinaloa fue pública y belicosa. Lo mismo que la oposición abierta de figuras con presencia nacional y querencias locales como el senador Francisco Labastida —ex gobernador de Sinaloa, candidato presidencial derrotado en 2000— o la más o menos soterrada del senador Beltrones y, seguramente, de la siempre discreta diputada Beatriz Paredes (aspirante al GDF).
“Las resistencias múltiples al interior del PRI, articuladas en una eficaz y poderosa confederación de complicidades e intereses, logró lo que parecía punto menos que imposible: revertir el acuerdo firmado el 17 de noviembre por el entonces presidente del Comité Ejecutivo Nacional —Humberto Moreira, hombre de Peña Nieto— y modificar sustancialmente el equilibrio de fuerzas rumbo a las elecciones generales de julio próximo.
“El PRI recula y falta al compromiso signado. La inestabilidad en sus órganos dirigentes, los reacomodos en la cúpula y la batalla intestinal por los espacios de poder, impiden al equipo del ex gobernador mexiquense responder con integridad, coherencia y consistencia a la palabra empeñada. No las tiene todas consigo y, al parecer, no ha logrado aferrar las riendas del indomable partidazo.
“El PRI reculó. Las resistencias fueron superiores al peso específico del candidato y terminaron por desbordar la capacidad operativa de sus estrategas. Borrón y cuenta nueva. Bienvenidos los ‘verdes’ y su integridad moral a toda prueba. Su disposición al doblez y la genuflexión bien valen una misa, 35 candidaturas a lo que sea, una improbable gubernatura (Chiapas) y un reventón del Niño Verde en Cancún
“Y bienvenidos, sobre todo, los irrecuperables del panteón, el sótano o los ‘separos’ de la reserva tricolor: Mario Marín y la trouppé de marinistas poblanos; José Murat y el reservorio de rudos oaxaqueños (antediluvianos pre-alternancia); gobernadores en busca de escaño (e impunidad) de todos los sabores, colores y calañas: Patricio Martínez, corresponsable de la tragedia chihuahuense (feminicidios, auge del narco, empoderamiento criminal); René Juárez, cacique chico del Guerrero bronco (y amigazo de Kamel Nacif, el del “góber precioso”); Félix González Canto, mandatario quintanarroense cuando el secuestro de Lydia Cacho (por policías del “precioso” poblano, amigazo de Nacif); Ismael Hernández, duranguense acusado de vínculos extraños con intereses extraños (reviró con una demanda por difamación)… Y los Hank Rhon en pleno, mexiquenses distinguidos, tijuanenses honorarios, aunque por el momento no haya cupo para la señora María Elvira Amaya —esposa de Jorge Hank, el de las apuestas, el arsenal privado, el jarabe de tequila con testículos de león— que bien merecería una curul con peluchito en el Senado de la República…
“Magnífica maniobra. El PRI se ha liberado de presencias “indeseables” e incómodas alianzas. Todo queda en familia y el pastel se reserva sólo a los de casa. El nuevo PRI, el PRI de Peña Nieto, no tendrá flancos débiles ante la crítica moral. Magnífica noticia…”
Compromiso no cumplido, pues.
Índice Flamígero: Cuente usted los estados de la República en los que el PRI enfrenta problemas internos provocados, según dicen los expertos, no sólo por una mala selección de candidatos a puestos de elección popular, sobre todo por no haber sabido, no haber podido o no haber querido aplicar una “operación cicatriz”: 1) Morelos, donde el impresentable joven Manuel Martínez Garrigós anda en pie de guerra e incluso en el papel de víctima tras la postulación de Amado Orihuela. 2) Tabasco, entidad donde el influyente compadre de Enrique Peña, Benito Neme, se pasó las encuestas por el arco del triunfo –que favorecían a Luis Felipe Graham—, e impuso a Jesús Alí. 3) Chiapas, por si fuera poco, donde se impondrá como candidato a la gubernatura al verde, verde, verde nieto del ex gobernador Manuel Velasco, por sobre la natural y legítima María Elena Orantes, quien mejor se salió del PRI. Jalisco podría complicárseles, pues Aristóteles –no es Onassis, pero actúa como tal en materia de romances– Sandoval trae no pocas cuentas pendientes. La selección de candidatos a senadores también dejó muchos muertos y heridos en el camino que andan como almas en pena, contando a todo mundo sobre la impericia y soberbia de “los tolucos”, cual les llaman. Por estos días se dan a conocer las candidaturas a diputaciones federales y, júrelo, habrá más y más inconformidades. Y a todo esto, dónde anda Peña Nieto. ¿Enderezando entuertos? No. Se lo comenté ayer: de paseo por Davos… como si ya fuese el Presidente de la República.
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