Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate
Lo que le faltaba al PRI, que después de que su candidato Enrique Peña Nieto ha venido cometiendo dislate tras dislate, situación que lo ha desnudado de cuerpo entero como una persona de escasa preparación, pues ahora resulta que como abono esos males, el viernes pasado tronó la alianza que el PRI había establecido con el Partido Nueva Alianza, por sus siglas PANAL, instituto político propiedad absoluta de la también dirigente del SENTE, Elba Esther Gordillo.
Sí, seguro que de no haberlo visto, no lo hubiéramos creído, ya que iban tan bien amarraditos los priistas y Elba Esther Gordillo, que cualquiera hubiera dudado que algo los pudiese separar, y más cuando a estas alturas, en que están a punto de arrancar las campañas políticas, sucede lo impensable, que truena en pedazos la dizque boyante alianza PRI-PANAL.
Nada más que ambas partes con seguridad acordaron que no hubiera recriminaciones ni escándalos trascendieran a la opinión pública por tal rompimiento, y en cambio decidieron simular que, a pesar de la ruptura aliancista, entre ellos todo era terso, hasta con besos de despedida. Sin embargo, al conocer el temperamento, la rijosidad, arrebatos y caprichos de Elba Esther Gordillo, debieron haberse aventado hasta con los platos de la cocina y decirse mutuamente hasta de lo que se van a morir, más cuando es la segunda vez que como apestada o como si fuera una manzana podrida a ella la estarían echando los dinosaurios duros del PRI, porque cabe recordar que la primera vez, en la época de Roberto Madrazo, la destituyeron como la líder que era de la bancada priista en la Cámara de Diputados, en medio de golpes, empujones, improperios y todo tipo de insultos y amenazas, lo que motivó que Elba Esther dejara de militar en ese partido, para luego formar el PANAL.
En apariencia la causa que reventó la alianza entre el PRI y el PANAL, se debió a que en un convenio previo, el PRI le había cedido demasiadas posiciones políticas al PANAL, entre ellas las candidaturas al Senado para la hija y el yerno de Elba Esther Gordillo, lo que provocó el enojo y la amenaza de abandonar al PRI de muchos de sus militantes de diversos estados de la República que se sintieron desplazados por tales convenios en sus aspiraciones de convertirse en futuros legisladores.
Desde luego que esta la justificación unilateral priista ni ellos se la creen, ya que la verdad es que hay otras cuestiones de fondo que evidenciarían lo contrario, porque al tratarse de ganar la Presidencia de la República, los priistas serían capaces de ceder lo que fuera, hasta el alma al diablo, o internamente doblarle la mano y disciplinarlo a quien se opusiera a tal posibilidad, o ¿qué acaso para ellos París no valdría una misa por tal de reconquistar la Presidencia de la República?
Sin embargo, por el otro lado, es seguro que Elba Esther Gordillo tuvo razones de mayor peso y muy distintas para forzar el rompimiento entre el PRI y el PANAL.
Es decir, a ella le interesaba romper con el PRI a como diera lugar y cuanto antes, y el pretexto para ello fue el supuesto desconocimiento del convenio que ese partido había suscrito con su similar, el PANAL, lo cual implicaba la cancelación de las pretendidas candidaturas al senado de su hija y de su yerno, principalmente.
Sí, eso fue solo el pretexto, ya que Elba Esther Gordillo al tener su olfato y cálculo político muy desarrollados, además de sabe leer entre líneas los mensajes cifrados que en un momento dado e indirectamente le envían, seguro que intuyó que las cosas no vendrán nada bien al ir en alianza con el PRI, y por eso súbitamente se dio el rompimiento.
En ese sentido se puede decir, con toda seguridad, que básicamente son dos cosas las que la inquietaron y la convencieron de que lo mejor para ella era dinamitar la alianza PRI-PANAL.
Una de esas preocupaciones seguro es que ella realmente constató que el muchacho del gel y el copete, Enrique Peña Nieto, ciertamente es tan solo un mito, construido de manera artificial por la televisión y apuntalado constantemente por algunas casas encuestadoras que se han prestado interesadamente a esa farsa, dado que a la hora de los hechos Peña Nieto ha evidenciado, como lo afirma con certeza el escritor, Carlos Fuentes, que culturalmente no está preparado para ocupar la silla presidencial.
Pero la otra preocupación, aún más profunda de Elba Esther Gordillo, que hizo que metiera reversa con su PANAL y tomara distancia del PRI, fue la señal o el mensaje que le enviaron desde el gobierno de Felipe Calderón y que ella lo interpretó perfectamente, mismo que habrá de consistir en que la PGR casualmente ha iniciado averiguaciones en contra del ex Presidente Vicente Fox, supuestamente por enriquecimiento inexplicable, acción que sin lugar a dudas tiene más tintes políticos que verdadera intención de sancionarlo penalmente por posibles ilícitos penales, en razón de que Fox, sin que nadie logre callarlo, como es su costumbre, a venido deliberadamente haciendo declaraciones en favor de Enrique Peña Nieto, y pues, ésa es la respuesta, que aparentemente están actuando de manera penal en su contra con toda seguridad para ponerle un bozal.
Pero, ¿por qué Elba Esther Gordillo habría de sentirse aludida con ese mensaje? Creo que la respuesta es clara, has de cuenta que se lo dicen a Juan para que lo entienda Pedro. Es decir, el mensaje va en el sentido de decirle que ella en el pasado tuvo algunas acusaciones graves, cuyos expedientes la PGR los podría desempolvar. Ahora, si investigan a Fox, aunque esta acción tenga un interés político ¿por qué a ella no la habrían de investigar bajo esa misma estrategia? Además, el gobierno de Calderón no iba a permitir que Elba Esther Gordillo se le fuera con el competidor de enfrente, después de que está en deuda política con él, ya que en su momento le cumplieron todos sus deseos, al darle el ISSSTE, La Lotería Nacional y parte de la Secretaría de Educación Pública. Estas son las razones fundamentales por las cuales Elba Esther Gordillo hizo que tronara la alianza PRI-PANAL.
Aunque lo nieguen los priistas, este incidente les va a causar repercusiones adversas en las preferencias electorales que habrán de reflejarse en los próximos días, pero también casi es seguro que sus mismas encuestadoras les maquillarán los resultados, porque además, con la citada ruptura y con los desaciertos de Enrique Peña Nieto, el PRI innegablemente empieza a hacer agua, como el enorme Crucero Costa Cordial de Italia, que hoy se encuentra ladeado y medio hundido, y mientras tanto el PANAL, en su fachada habrá de poner el letrero que diga: “se busca con urgencia candidato a la Presidencia de la República”.
Pálida tinta: De la necedad al chantaje político lo de Alejandra Barrales, situación que cada día que pase en lugar de beneficiarla le causará perjuicios irreversibles en lo que hasta hoy había sido su buen liderazgo, además de que con esa novedosa actitud intransigente, torpe y cerrada, se le habrá de ver como la oveja negra de la izquierda con ambiciones desmedidas, y todo por no reconocer que en buena lid le ganaron en las encuestas que recientemente hizo su partido, el PRD, para definir al que será el candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
Lo que le faltaba al PRI, que después de que su candidato Enrique Peña Nieto ha venido cometiendo dislate tras dislate, situación que lo ha desnudado de cuerpo entero como una persona de escasa preparación, pues ahora resulta que como abono esos males, el viernes pasado tronó la alianza que el PRI había establecido con el Partido Nueva Alianza, por sus siglas PANAL, instituto político propiedad absoluta de la también dirigente del SENTE, Elba Esther Gordillo.
Sí, seguro que de no haberlo visto, no lo hubiéramos creído, ya que iban tan bien amarraditos los priistas y Elba Esther Gordillo, que cualquiera hubiera dudado que algo los pudiese separar, y más cuando a estas alturas, en que están a punto de arrancar las campañas políticas, sucede lo impensable, que truena en pedazos la dizque boyante alianza PRI-PANAL.
Nada más que ambas partes con seguridad acordaron que no hubiera recriminaciones ni escándalos trascendieran a la opinión pública por tal rompimiento, y en cambio decidieron simular que, a pesar de la ruptura aliancista, entre ellos todo era terso, hasta con besos de despedida. Sin embargo, al conocer el temperamento, la rijosidad, arrebatos y caprichos de Elba Esther Gordillo, debieron haberse aventado hasta con los platos de la cocina y decirse mutuamente hasta de lo que se van a morir, más cuando es la segunda vez que como apestada o como si fuera una manzana podrida a ella la estarían echando los dinosaurios duros del PRI, porque cabe recordar que la primera vez, en la época de Roberto Madrazo, la destituyeron como la líder que era de la bancada priista en la Cámara de Diputados, en medio de golpes, empujones, improperios y todo tipo de insultos y amenazas, lo que motivó que Elba Esther dejara de militar en ese partido, para luego formar el PANAL.
En apariencia la causa que reventó la alianza entre el PRI y el PANAL, se debió a que en un convenio previo, el PRI le había cedido demasiadas posiciones políticas al PANAL, entre ellas las candidaturas al Senado para la hija y el yerno de Elba Esther Gordillo, lo que provocó el enojo y la amenaza de abandonar al PRI de muchos de sus militantes de diversos estados de la República que se sintieron desplazados por tales convenios en sus aspiraciones de convertirse en futuros legisladores.
Desde luego que esta la justificación unilateral priista ni ellos se la creen, ya que la verdad es que hay otras cuestiones de fondo que evidenciarían lo contrario, porque al tratarse de ganar la Presidencia de la República, los priistas serían capaces de ceder lo que fuera, hasta el alma al diablo, o internamente doblarle la mano y disciplinarlo a quien se opusiera a tal posibilidad, o ¿qué acaso para ellos París no valdría una misa por tal de reconquistar la Presidencia de la República?
Sin embargo, por el otro lado, es seguro que Elba Esther Gordillo tuvo razones de mayor peso y muy distintas para forzar el rompimiento entre el PRI y el PANAL.
Es decir, a ella le interesaba romper con el PRI a como diera lugar y cuanto antes, y el pretexto para ello fue el supuesto desconocimiento del convenio que ese partido había suscrito con su similar, el PANAL, lo cual implicaba la cancelación de las pretendidas candidaturas al senado de su hija y de su yerno, principalmente.
Sí, eso fue solo el pretexto, ya que Elba Esther Gordillo al tener su olfato y cálculo político muy desarrollados, además de sabe leer entre líneas los mensajes cifrados que en un momento dado e indirectamente le envían, seguro que intuyó que las cosas no vendrán nada bien al ir en alianza con el PRI, y por eso súbitamente se dio el rompimiento.
En ese sentido se puede decir, con toda seguridad, que básicamente son dos cosas las que la inquietaron y la convencieron de que lo mejor para ella era dinamitar la alianza PRI-PANAL.
Una de esas preocupaciones seguro es que ella realmente constató que el muchacho del gel y el copete, Enrique Peña Nieto, ciertamente es tan solo un mito, construido de manera artificial por la televisión y apuntalado constantemente por algunas casas encuestadoras que se han prestado interesadamente a esa farsa, dado que a la hora de los hechos Peña Nieto ha evidenciado, como lo afirma con certeza el escritor, Carlos Fuentes, que culturalmente no está preparado para ocupar la silla presidencial.
Pero la otra preocupación, aún más profunda de Elba Esther Gordillo, que hizo que metiera reversa con su PANAL y tomara distancia del PRI, fue la señal o el mensaje que le enviaron desde el gobierno de Felipe Calderón y que ella lo interpretó perfectamente, mismo que habrá de consistir en que la PGR casualmente ha iniciado averiguaciones en contra del ex Presidente Vicente Fox, supuestamente por enriquecimiento inexplicable, acción que sin lugar a dudas tiene más tintes políticos que verdadera intención de sancionarlo penalmente por posibles ilícitos penales, en razón de que Fox, sin que nadie logre callarlo, como es su costumbre, a venido deliberadamente haciendo declaraciones en favor de Enrique Peña Nieto, y pues, ésa es la respuesta, que aparentemente están actuando de manera penal en su contra con toda seguridad para ponerle un bozal.
Pero, ¿por qué Elba Esther Gordillo habría de sentirse aludida con ese mensaje? Creo que la respuesta es clara, has de cuenta que se lo dicen a Juan para que lo entienda Pedro. Es decir, el mensaje va en el sentido de decirle que ella en el pasado tuvo algunas acusaciones graves, cuyos expedientes la PGR los podría desempolvar. Ahora, si investigan a Fox, aunque esta acción tenga un interés político ¿por qué a ella no la habrían de investigar bajo esa misma estrategia? Además, el gobierno de Calderón no iba a permitir que Elba Esther Gordillo se le fuera con el competidor de enfrente, después de que está en deuda política con él, ya que en su momento le cumplieron todos sus deseos, al darle el ISSSTE, La Lotería Nacional y parte de la Secretaría de Educación Pública. Estas son las razones fundamentales por las cuales Elba Esther Gordillo hizo que tronara la alianza PRI-PANAL.
Aunque lo nieguen los priistas, este incidente les va a causar repercusiones adversas en las preferencias electorales que habrán de reflejarse en los próximos días, pero también casi es seguro que sus mismas encuestadoras les maquillarán los resultados, porque además, con la citada ruptura y con los desaciertos de Enrique Peña Nieto, el PRI innegablemente empieza a hacer agua, como el enorme Crucero Costa Cordial de Italia, que hoy se encuentra ladeado y medio hundido, y mientras tanto el PANAL, en su fachada habrá de poner el letrero que diga: “se busca con urgencia candidato a la Presidencia de la República”.
Pálida tinta: De la necedad al chantaje político lo de Alejandra Barrales, situación que cada día que pase en lugar de beneficiarla le causará perjuicios irreversibles en lo que hasta hoy había sido su buen liderazgo, además de que con esa novedosa actitud intransigente, torpe y cerrada, se le habrá de ver como la oveja negra de la izquierda con ambiciones desmedidas, y todo por no reconocer que en buena lid le ganaron en las encuestas que recientemente hizo su partido, el PRD, para definir al que será el candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.
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