Apro
La procuraduría de Justicia de Nuevo León presentó a Enrique Aurelio Elizondo Flores, alias “El Árabe”, integrante del cártel de “Los Zetas”, a quien se le atribuyen por lo menos 75 asesinatos, entre ellos los pasajeros del autobús procedente de Celaya que se extravió a su paso por Nuevo León.
El pistolero de 35 años, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, secuestró el 14 de septiembre del año pasado a 13 migrantes procedentes de Guanajuato cuando pasaban por General Treviño, 150 kilómetros al norte de Monterrey.
Elizondo, quien está arraigado, confesó también que en enero del 2011, en el secuestro de 50 pasajeros de un autobús procedente de Reynosa, personalmente mató a 15 de ellos con un fusil AR-15, informaron el vocero de seguridad Jorge Domene y el procurador estatal, Adrián de la Garza, que hicieron la presentación.
El multihomicida, conocido además como “El Cuervo” o “El Quique”, fue detenido el pasado 20 de enero en una ranchería de Salinas Victoria, 60 kilómetros al norte de esta capital.
De los seis pistoleros que trabajaban en su grupo, fueron detenidos tres, identificados con los nombres de: José Arturo Flores Cavazos, “El Paya”; Aarón Rodríguez González, “El Pollo 13”; y Erasmo Villarreal Campos, ya internados en penales del estado.
“El Árabe” señaló que cometía los crímenes al suponer que las personas que privaba de la vida eran sicarios de un grupo de la delincuencia contraria, aunque el procurador dijo que no se había comprobado la implicación delictiva de las víctimas.
La Procuraduría General de la República también lo busca por procesos abiertos en su contra.
Al hacer un recuento de sus crímenes, Domene informó que en un enfrentamiento que sostenía con un grupo rival, en la carretera a Miguel Alemán, a la altura del municipio de general Treviño, el coche de “El Quique” chocó con un automóvil Chevy ocupado por una mujer y su hija que quedaron en el fuego cruzado. El arraigado secuestró a las dos, las privó de la vida y las calcinó en un rancho de Cerralvo.
En marzo del 2011, en otro autobús procedente de Reynosa, reconoció haber secuestrado y asesinado a 35 personas. En ese mismo mes, Elizondo secuestró a otras 9 personas en otro autobús, que circulaba por Cerralvo.
Según Domene, quince días después, otras cuatro personas fueron torturadas, asesinadas y mutiladas por el sicario.
En abril del año pasado, en un expendio de cerveza conocida como “Servicar”, en Cerralvo, mató a balazos y calcinó con diesel a otra persona.
En ese mes, sostuvo un enfrentamiento a balazos con policías de ese mismo municipio. En el evento, secuestró a tres uniformados a los cuáles asesinó e incineró.
En octubre del 2011, en la carretera Parás-Agualeguas, asesinó en circunstancias no detalladas a una pareja y a su hija de 6 años que se transportaban en un vehículo Voyager.
Domene dijo que la Agencia Estatal de Investigaciones ha encontrado en diversos lugares de la entidad, señalados por el pistolero, restos humanos de las víctimas para efectuar las identificaciones de personas desaparecidas en la entidad.
Por lo menos en tres lugares de Cerralvo han sido localizados vestigios óseos y casquillos de bala percutidos que ya son analizados.
La procuraduría de Justicia de Nuevo León presentó a Enrique Aurelio Elizondo Flores, alias “El Árabe”, integrante del cártel de “Los Zetas”, a quien se le atribuyen por lo menos 75 asesinatos, entre ellos los pasajeros del autobús procedente de Celaya que se extravió a su paso por Nuevo León.
El pistolero de 35 años, originario de Nuevo Laredo, Tamaulipas, secuestró el 14 de septiembre del año pasado a 13 migrantes procedentes de Guanajuato cuando pasaban por General Treviño, 150 kilómetros al norte de Monterrey.
Elizondo, quien está arraigado, confesó también que en enero del 2011, en el secuestro de 50 pasajeros de un autobús procedente de Reynosa, personalmente mató a 15 de ellos con un fusil AR-15, informaron el vocero de seguridad Jorge Domene y el procurador estatal, Adrián de la Garza, que hicieron la presentación.
El multihomicida, conocido además como “El Cuervo” o “El Quique”, fue detenido el pasado 20 de enero en una ranchería de Salinas Victoria, 60 kilómetros al norte de esta capital.
De los seis pistoleros que trabajaban en su grupo, fueron detenidos tres, identificados con los nombres de: José Arturo Flores Cavazos, “El Paya”; Aarón Rodríguez González, “El Pollo 13”; y Erasmo Villarreal Campos, ya internados en penales del estado.
“El Árabe” señaló que cometía los crímenes al suponer que las personas que privaba de la vida eran sicarios de un grupo de la delincuencia contraria, aunque el procurador dijo que no se había comprobado la implicación delictiva de las víctimas.
La Procuraduría General de la República también lo busca por procesos abiertos en su contra.
Al hacer un recuento de sus crímenes, Domene informó que en un enfrentamiento que sostenía con un grupo rival, en la carretera a Miguel Alemán, a la altura del municipio de general Treviño, el coche de “El Quique” chocó con un automóvil Chevy ocupado por una mujer y su hija que quedaron en el fuego cruzado. El arraigado secuestró a las dos, las privó de la vida y las calcinó en un rancho de Cerralvo.
En marzo del 2011, en otro autobús procedente de Reynosa, reconoció haber secuestrado y asesinado a 35 personas. En ese mismo mes, Elizondo secuestró a otras 9 personas en otro autobús, que circulaba por Cerralvo.
Según Domene, quince días después, otras cuatro personas fueron torturadas, asesinadas y mutiladas por el sicario.
En abril del año pasado, en un expendio de cerveza conocida como “Servicar”, en Cerralvo, mató a balazos y calcinó con diesel a otra persona.
En ese mes, sostuvo un enfrentamiento a balazos con policías de ese mismo municipio. En el evento, secuestró a tres uniformados a los cuáles asesinó e incineró.
En octubre del 2011, en la carretera Parás-Agualeguas, asesinó en circunstancias no detalladas a una pareja y a su hija de 6 años que se transportaban en un vehículo Voyager.
Domene dijo que la Agencia Estatal de Investigaciones ha encontrado en diversos lugares de la entidad, señalados por el pistolero, restos humanos de las víctimas para efectuar las identificaciones de personas desaparecidas en la entidad.
Por lo menos en tres lugares de Cerralvo han sido localizados vestigios óseos y casquillos de bala percutidos que ya son analizados.
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