Para que Peña Nieto no sea Presidente

Jorge Diaz

Rápido reaccionaron medios de comunicación y redes sociales por la aparición de Mario Marín (el gober precioso) en un mitin acompañando a Enrique Peña Nieto. Como beatas de pueblo ante tal imagen, los indignados se llevaron una mano a la boca (abierta) y con la otra se daban golpes de pecho mientras pensaban: “¡Cuánto descaro!”.

¿Qué esperaban? Peña Nieto no se hará acompañar por madres de la caridad durante su campaña. Quienes lo rodean y hablan al oído son esos a quienes en el 2000, supuestamente habíamos echado para siempre del escenario político mexicano, porque dizque ya nos tenían asqueados con sus abusos. Serán ellos quienes lo acompañen (¿manipulen, manejen?) a lo largo del sexenio en caso de ser Presidente. ¿Pues no que ya no los queríamos?

Más que asustarnos, debería de llevarnos a la reflexión seria, menos ligera y pragmática de por quién votar. Sé muy bien que algunos que lean esto dirán: “Del otro lado del espectro político, no hay ni a quien irle” y no los culpo por pensar así.

El infame teatrito hipócrita que nos recetan los panistas y los sermones cristianos de Andrés Manuel, no dan para muchas esperanzas. De todas formas sigo pensando que hay que razonar bien el voto y no dejarnos llevar por el estomago.

Después de las encuestas publicadas los últimos días es más que urgente para los partidos en desventaja y sus abanderados (posibles en el caso del PAN), que redoblen los esfuerzos, sean imaginativos, sorprendan, se identifiquen y entusiasmen a los ya de por sí desanimados electores.

Hay quienes comentan que la postura adoptada por AMLO, debe seguir igual y que eso le hará ganar; difiero, creo que el tiempo apremia -sus números no levantaron en cuarenta días más o menos- y López Obrador podría llegarle más efectivamente a los que no simpatizan con él, abordando valientemente (no violentamente) los problemas que los aquejan y no lanzando flores por donde camina.

Si no, basta con echar un vistazo a la actitud de sus incondicionales, ni ellos mismos terminan por creer que la “República Amorosa” es la estrategia adecuada, su comportamiento en los diferentes foros de la vida pública los delata.

Para el PAN es aún más difícil, cómo sacarle la lengua al Presidente en claro desafío a sus formas de llevar las riendas del País, para ganar simpatías entre el electorado indeciso, si de los recursos federales depende gran parte de los logros electorales (pocos o muchos) cuando se encuentren en campaña. Además el desgaste de los azules por los doce años de infortunado gobierno, los pone casi de salida por la puerta de atrás, justo por donde entró la actual administración.

Una buena parte del electorado indeciso está esperando ver quien despunta en el segundo lugar y quien se desploma en el tercero para convertir su voto en “útil”, pero otra parte de esos indecisos tiene decidido ya no dar su voto a nadie, así que matemáticamente sigue siendo muy difícil.

Luego entonces si PAN y PRD no reaccionan con una genialidad, todo parce indicar que para que Peña Nieto no sea Presidente será necesario que las profecías Mayas se cumplan, y entonces el 21 de Diciembre de este año…Kaputt!

Comentarios