Marco A. Flota / Grillotina
Cuando un asunto provoca controversia, es difícil de abordar, hay que tratarlo con pinzas, se dice que es “una papa caliente”.
Y, paradójicamente, es el caso de la próxima visita del Papa a México, aunque Benedicto XVI sea un Papa frío, sin el carisma de Juan Pablo II, cuyas visitas a México fueron comparadas, incluso, con el lema de las papas “Sabritas”, por aquello de que no podía “probar solo una”.
Su Santidad estará en México, en año de elecciones y sólo en un Estado, Guanajuato, gobernado por el PAN, por lo que ya se comienza a especular si aprovecharán los azules su visita para sacar raja política. Pero mal harían los priístas y hasta los perredistas en darle ese giro al asunto, porque Juan Pablo convivió aquí con 4 Presidentes del tricolor y Cuauhtémoc Cárdenas le entregó las llaves de la ciudad, en su calidad de jefe de Gobierno del DF.
Hagamos breve recuento :
En febrero de 1979 el Presidente López Portillo recibió a Juan Pablo II la Ciudad de México y nadie tuvo la delicadeza de tapar, aunque fuera con una burda manta, el nombre del aeropuerto capitalino: ¡Benito Juárez!
(Eso sí, el entonces secretario de Gobernación, don Jesús Reyes Heroles, multó a Su Santidad con algo así como 50 pesos por realizar actos de culto fuera de los templos, suma que se comprometió a pagar de su bolsa López Portillo, quien poco antes había ordenado poner en los billetes de mil pesos la efigie de Sor Juana Inés de la Cruz, imitadora de su hermana, doña Margarita)
Regresó Juan Pablo al país en mayo de 1990, siendo Presidente Miguel de la Madrid, pero no recordamos que hayan alternado en algún evento. Y ni modo de preguntárselo a MMH, quien tampoco ha de acordarse.
En agosto de 1993 fue la tercera visita del Papa polaco y fue recibido en la ciudad de Mérida por el todavía más polaco Carlos Salinas de Gortari. Incluso llegó a comentarse que el Pontífice habría venido a obrar los derechos de autor del movimiento Solidaridad creado por su paisano Lech Walessa, l que se fusiló Salinas. Pero no fue cierto: Don Carlos nunca se fusiló a nadie (En todo caso fue Aburto)
En enero de 1999 retornó a México Juan Pablo y fue su anfitrión Ernesto Zedillo, quien como era el último año de su mandato ya se estaba preparando para buscar chamba, quizá le pidió el puesto de gerente del Banco del Vaticano. Ya para entonces se le notaban los efectos de tanto trabajo y preocupación por los más necesitados (A Carol Wojtyla, no a Zedillo, desde luego)
Vicente Fox, cuya primera medida como Presidente fue suprimir la vergonzosa costumbre del besamos, besó la de Su Santidad en julio del 2002, cuando vino por última vez al país, para la entronización como Santo de Juan Diego, a quien proclamó abogado de los mexicanos. Porque no todos podemos pagar los honorarios de otro abogado también de nombre Diego, pero con apellidos Fernández de Cevallos.
Y el próximo 23 de marzo- ¡48 horas después del natalicio de Juárez!- arribará a México Benedicto XVI, pero sólo estará 2 días, en Guanajuato, como se dijo arriba, y lo recibirán el presidente Calderón, el gobernador Oliva y otros también papistas, aunque menos relevantes, como el arzobispo Norberto y el obispo Onésimo.
Para evitar suspicacias se sugiere que se integre a la comitiva de recepción, aparte del candidato (a) panista- el Cordero de Dios o la hermana Engracia Josefina-, al priista Peña Nieto- a quien de bebé alquilaban para Niño Dios- y al perredista López Obrador, pero que no coincidan en el Callejón del Beso.
Porque el ahora amoroso Peje podría plantarle uno en el cachete al Papa.
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PRI.....
-¿Ya saben que el alcalde provisional de Morelia es Manuel Nocetti Tiznado?
-No, tiznado el que nos anuló el TRIFE...
EPIGRILLO
La Dip. Barrales se afana,
quiere al DF gobernar.
(Fue steward de Mexicana:
se duda pueda volar)
Cuando un asunto provoca controversia, es difícil de abordar, hay que tratarlo con pinzas, se dice que es “una papa caliente”.
Y, paradójicamente, es el caso de la próxima visita del Papa a México, aunque Benedicto XVI sea un Papa frío, sin el carisma de Juan Pablo II, cuyas visitas a México fueron comparadas, incluso, con el lema de las papas “Sabritas”, por aquello de que no podía “probar solo una”.
Su Santidad estará en México, en año de elecciones y sólo en un Estado, Guanajuato, gobernado por el PAN, por lo que ya se comienza a especular si aprovecharán los azules su visita para sacar raja política. Pero mal harían los priístas y hasta los perredistas en darle ese giro al asunto, porque Juan Pablo convivió aquí con 4 Presidentes del tricolor y Cuauhtémoc Cárdenas le entregó las llaves de la ciudad, en su calidad de jefe de Gobierno del DF.
Hagamos breve recuento :
En febrero de 1979 el Presidente López Portillo recibió a Juan Pablo II la Ciudad de México y nadie tuvo la delicadeza de tapar, aunque fuera con una burda manta, el nombre del aeropuerto capitalino: ¡Benito Juárez!
(Eso sí, el entonces secretario de Gobernación, don Jesús Reyes Heroles, multó a Su Santidad con algo así como 50 pesos por realizar actos de culto fuera de los templos, suma que se comprometió a pagar de su bolsa López Portillo, quien poco antes había ordenado poner en los billetes de mil pesos la efigie de Sor Juana Inés de la Cruz, imitadora de su hermana, doña Margarita)
Regresó Juan Pablo al país en mayo de 1990, siendo Presidente Miguel de la Madrid, pero no recordamos que hayan alternado en algún evento. Y ni modo de preguntárselo a MMH, quien tampoco ha de acordarse.
En agosto de 1993 fue la tercera visita del Papa polaco y fue recibido en la ciudad de Mérida por el todavía más polaco Carlos Salinas de Gortari. Incluso llegó a comentarse que el Pontífice habría venido a obrar los derechos de autor del movimiento Solidaridad creado por su paisano Lech Walessa, l que se fusiló Salinas. Pero no fue cierto: Don Carlos nunca se fusiló a nadie (En todo caso fue Aburto)
En enero de 1999 retornó a México Juan Pablo y fue su anfitrión Ernesto Zedillo, quien como era el último año de su mandato ya se estaba preparando para buscar chamba, quizá le pidió el puesto de gerente del Banco del Vaticano. Ya para entonces se le notaban los efectos de tanto trabajo y preocupación por los más necesitados (A Carol Wojtyla, no a Zedillo, desde luego)
Vicente Fox, cuya primera medida como Presidente fue suprimir la vergonzosa costumbre del besamos, besó la de Su Santidad en julio del 2002, cuando vino por última vez al país, para la entronización como Santo de Juan Diego, a quien proclamó abogado de los mexicanos. Porque no todos podemos pagar los honorarios de otro abogado también de nombre Diego, pero con apellidos Fernández de Cevallos.
Y el próximo 23 de marzo- ¡48 horas después del natalicio de Juárez!- arribará a México Benedicto XVI, pero sólo estará 2 días, en Guanajuato, como se dijo arriba, y lo recibirán el presidente Calderón, el gobernador Oliva y otros también papistas, aunque menos relevantes, como el arzobispo Norberto y el obispo Onésimo.
Para evitar suspicacias se sugiere que se integre a la comitiva de recepción, aparte del candidato (a) panista- el Cordero de Dios o la hermana Engracia Josefina-, al priista Peña Nieto- a quien de bebé alquilaban para Niño Dios- y al perredista López Obrador, pero que no coincidan en el Callejón del Beso.
Porque el ahora amoroso Peje podría plantarle uno en el cachete al Papa.
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PRI.....
-¿Ya saben que el alcalde provisional de Morelia es Manuel Nocetti Tiznado?
-No, tiznado el que nos anuló el TRIFE...
EPIGRILLO
La Dip. Barrales se afana,
quiere al DF gobernar.
(Fue steward de Mexicana:
se duda pueda volar)
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