AFP
Al menos 53 personas, entre ellas muchos niños y mujeres, murieron el sábado en un atentado suicida en Irak, en plena conmemoración del Arbain, una de las principales celebraciones religiosas chiitas, en un nuevo ataque contra peregrinos de esta confesión.
El ataque dejó además 137 heridos, según Riyad Abdelamir, jefe de los servicios de salud de la región.
El atentado se produjo hacia las 09H00 locales (06H00 GMT) en las afueras de Basora (450 km al sur de Bagdad) durante una distribución de alimentos a los peregrinos que se dirigían hacia un lugar dedicado al imán Alí, figura esencial del islam chiita.
Según un testigo, Kazem Naser, de 42 años, un soldado vio al sospechoso, que distribuía víveres a los fieles, e intentó controlarlo, pero no lo logró ya que el kamikaze se hizo estallar "en momentos en que pasaba un grupo de mujeres y niños".
Muchos de ellos figuran entre los muertos, dijo el testigo.
Los atentados son frecuentes en este período de conmemoraciones religiosas pese a las muy estrictas medidas de seguridad.
Decenas de peregrinos chiitas que se dirigían a la ciudad santa de Kerbala resultaron muertos estos últimos días en atentados. El ataque más sangriento causó 47 víctimas mortales el 5 de enero cerca de Nasiriya (sur).
Sin embargo, esta ola de violencia no desanima a millones de chiitas a dirigirse, a menudo a pie, hacia Kerbala, una tradición secular que fue interrumpida durante la dictadura de Sadam Husein.
Desafío al terrorismo
"Nosotros desafiamos a los terroristas. Jamás nos someteremos ante sus acciones. Quienes cometen esos ataques son idiotas e imbéciles si piensan que van a disuadirnos de caminar hasta Kerbala", recalcó uno de los peregrinos, Mehdi Husein, de 45 años.
"No le tememos al terrorismo. Estoy muy triste ya que he terminado mi peregrinación y no formo parte de quienes han muerto en la calle por Husein", hijo de Alí y nieto de Mahoma, declaró por su parte Abdelhasam Karim, otro peregrino.
"He caminado durante 12 días. Pese a las amenazas y al agotamiento, queremos participar en esta ceremonia. Nunca dejaremos de hacerlo, hagan lo que hagan los terroristas", afirmó un peregrino, Adil Salim.
"El número de peregrinaciones a Kerbala es de 5.500. El año pasado, hubo unas cuatro mil. Ello se debe al aumento del número de peregrinos este año", explicó Abd Ali al Hamiari, jefe de las procesiones.
Esas peregrinaciones proceden de "todas las provincias iraquíes, y además este año tenemos 35 procesiones árabes y extranjeras, de China, Pakistán, Bahréin, Irán, Líbano, Arabia Saudita, Kuwait, Tanzania, India e iraquíes del extranjero", añadió.
En total, unos 15 millones de peregrinos hicieron este año el viaje, según las autoridades locales. Los chiitas representan al 15% de los musulmanes en el mundo y son mayoritarios en Irak.
Esta ola de atentados se produce en plena crisis entre los bloques políticos sunitas y chiitas de Irak. Varios dirigentes de ambas vertientes ya habían expresado en las últimas semanas la preocupación ante la posibilidad de un resurgimiento de ola de violencia confesional que ya dejó decenas de miles de muertos entre 2006 y 2007.
Por otro lado, los últimos soldados estadounidenses se retiraron de Irak a mediados de diciembre pasado, honrando con algunos días de anticipación un acuerdo firmado en 2008 entre Bagdad y Washington, y que puso fin a la invasión estadounidense de Irak, iniciada en marzo de 2003.
Al menos 53 personas, entre ellas muchos niños y mujeres, murieron el sábado en un atentado suicida en Irak, en plena conmemoración del Arbain, una de las principales celebraciones religiosas chiitas, en un nuevo ataque contra peregrinos de esta confesión.
El ataque dejó además 137 heridos, según Riyad Abdelamir, jefe de los servicios de salud de la región.
El atentado se produjo hacia las 09H00 locales (06H00 GMT) en las afueras de Basora (450 km al sur de Bagdad) durante una distribución de alimentos a los peregrinos que se dirigían hacia un lugar dedicado al imán Alí, figura esencial del islam chiita.
Según un testigo, Kazem Naser, de 42 años, un soldado vio al sospechoso, que distribuía víveres a los fieles, e intentó controlarlo, pero no lo logró ya que el kamikaze se hizo estallar "en momentos en que pasaba un grupo de mujeres y niños".
Muchos de ellos figuran entre los muertos, dijo el testigo.
Los atentados son frecuentes en este período de conmemoraciones religiosas pese a las muy estrictas medidas de seguridad.
Decenas de peregrinos chiitas que se dirigían a la ciudad santa de Kerbala resultaron muertos estos últimos días en atentados. El ataque más sangriento causó 47 víctimas mortales el 5 de enero cerca de Nasiriya (sur).
Sin embargo, esta ola de violencia no desanima a millones de chiitas a dirigirse, a menudo a pie, hacia Kerbala, una tradición secular que fue interrumpida durante la dictadura de Sadam Husein.
Desafío al terrorismo
"Nosotros desafiamos a los terroristas. Jamás nos someteremos ante sus acciones. Quienes cometen esos ataques son idiotas e imbéciles si piensan que van a disuadirnos de caminar hasta Kerbala", recalcó uno de los peregrinos, Mehdi Husein, de 45 años.
"No le tememos al terrorismo. Estoy muy triste ya que he terminado mi peregrinación y no formo parte de quienes han muerto en la calle por Husein", hijo de Alí y nieto de Mahoma, declaró por su parte Abdelhasam Karim, otro peregrino.
"He caminado durante 12 días. Pese a las amenazas y al agotamiento, queremos participar en esta ceremonia. Nunca dejaremos de hacerlo, hagan lo que hagan los terroristas", afirmó un peregrino, Adil Salim.
"El número de peregrinaciones a Kerbala es de 5.500. El año pasado, hubo unas cuatro mil. Ello se debe al aumento del número de peregrinos este año", explicó Abd Ali al Hamiari, jefe de las procesiones.
Esas peregrinaciones proceden de "todas las provincias iraquíes, y además este año tenemos 35 procesiones árabes y extranjeras, de China, Pakistán, Bahréin, Irán, Líbano, Arabia Saudita, Kuwait, Tanzania, India e iraquíes del extranjero", añadió.
En total, unos 15 millones de peregrinos hicieron este año el viaje, según las autoridades locales. Los chiitas representan al 15% de los musulmanes en el mundo y son mayoritarios en Irak.
Esta ola de atentados se produce en plena crisis entre los bloques políticos sunitas y chiitas de Irak. Varios dirigentes de ambas vertientes ya habían expresado en las últimas semanas la preocupación ante la posibilidad de un resurgimiento de ola de violencia confesional que ya dejó decenas de miles de muertos entre 2006 y 2007.
Por otro lado, los últimos soldados estadounidenses se retiraron de Irak a mediados de diciembre pasado, honrando con algunos días de anticipación un acuerdo firmado en 2008 entre Bagdad y Washington, y que puso fin a la invasión estadounidense de Irak, iniciada en marzo de 2003.
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