Karina Avilés / La Jornada
Miles de maestros, en su mayoría de la capital del país, marcharon hacia Los Pinos para exigir la cancelación de la evaluación universal para docentes y de los nuevos lineamientos de carrera, por lo que 70 por ciento de las escuelas en la ciudad de México pararon actividades, esto es, unos 2 mil planteles, a donde asisten unos 4 millones de alumnos, informó el Comité Democrático de la sección 9 del sindicato magisterial.
Sin embargo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó por la noche que más de 600 escuelas suspendieron clases, lo que representa alrededor de 14 por ciento. La Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal advirtió que se reserva el derecho de aplicar sanciones administrativas a los educadores que se ausentaron de sus actividades.
Los docentes marcharon por avenida Reforma –según sus cifras fueron alrededor de 35 mil los que se sumaron al paro, aunque reportes del gobierno capitalino indicaron que eran 12 mil– con las siguientes demandas: la realización de un congreso de la sección 9 del DF en donde los mentores elijan libremente y sin trampas a su dirigencia; la defensa de la educación pública y mayor presupuesto a los centros de trabajo; el rechazo a la evaluación universal, a las nuevas reglas de carrera magisterial y a la pérdida de los derechos laborales, a consecuencia de esas políticas.
Del Ángel de la Independencia partió un nutrido contingente hacia Los Pinos a las 10 horas. Antes, otro grupo, también conformado por cientos de docentes de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tlaxcala, Puebla, Sonora, Baja California y Sinaloa se dirigió hacia la Cámara de Diputados.
En el recinto legislativo, los inconformes entregaron a representantes de PRI, PAN y PRD, 80 mil firmas de mentores procedentes de 10 entidades para exigir que se interponga una acción de inconstitucionalidad en contra de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) y que se detengan las reformas a la Ley General de Educación –algunas de ellas relativas a la evaluación– por considerar que lesionan los derechos de los trabajadores.
Advirtieron que continuarán con el levantamiento de firmas y exhortaron al magisterio a sumarse al paro nacional del 3 de febrero próximo.
Entre tanto, sus compañeros de la sección novena del Distrito Federal se enfilaron hacia Los Pinos, por lo que se paralizó Reforma –del tramo que va de la Diana Cazadora a la Fuente de Petróleos y, posteriormente, Chivatito y Arquímedes.
El tráfico vehicular fue afectado en el Circuito Interior, Lieja, Campos Elíseos, Rubén Darío, Insurgentes y Chapultepec por más de cinco horas. A las 11 de la mañana, los maestros frenaron la caminata a la altura del Museo de Antropología para preguntar a la mayoría si estaba de acuerdo en continuar hacia Los Pinos o acudir a una mesa de negociación con el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Obdulio Ávila.
Los mentores optaron por continuar hacia el punto establecido. La mayoría de ellos eran jóvenes. La maestra Ingrid Aguilar Flores, de 33 años, quien imparte clases en el prescolar José Trinidad, relató que a ella le pagan 26 pesos extra por estar mejor capacitada, ya que cuenta con una maestría en ciencias de la educación. Lo anterior, cuestionó, es criminal.
Paulina y Joaquín, estudiantes de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, expresaron su preocupación por tener un futuro incierto. Dijeron que están a punto de terminar su carrera y con las nuevas medidas implementadas por el gobierno de Felipe Calderón saben que no sólo tienen escasas posibilidades de conseguir una plaza, sino de tener un empleo con las prestaciones de ley.
La profesora Cristina Torres, de la primaria Quetzalcóatl, en Cuautepec de Madero, contó que mientras el gobierno insiste en una evaluación, la mayoría de escuelas vive en absoluta pobreza y con muchas carencias. Por ejemplo, en su plantel, los padres de familia tienen que llevar cubetas con agua para asear los baños y hasta aportan pastillas desinfectantes para que los sanitarios no expidan olores fétidos. Esa es la realidad.
Una comisión de ocho docentes, encabezados por el líder de la sección 9, Francisco Bravo, sostuvo un encuentro con la directora general Adjunta de Atención Ciudadana y de Organizaciones Sociales de la Presidencia, Laura Caballero Leal, y con Luis Arturo Matus, de dicha área.
Los funcionarios plantearon a los mentores una reunión con Obdulio Ávila, a las 17:30 horas. Sin embargo, cuando acudieron a la cita, se les indicó que ésta se postergó para el próximo lunes por la tarde.
Miles de maestros, en su mayoría de la capital del país, marcharon hacia Los Pinos para exigir la cancelación de la evaluación universal para docentes y de los nuevos lineamientos de carrera, por lo que 70 por ciento de las escuelas en la ciudad de México pararon actividades, esto es, unos 2 mil planteles, a donde asisten unos 4 millones de alumnos, informó el Comité Democrático de la sección 9 del sindicato magisterial.
Sin embargo, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó por la noche que más de 600 escuelas suspendieron clases, lo que representa alrededor de 14 por ciento. La Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal advirtió que se reserva el derecho de aplicar sanciones administrativas a los educadores que se ausentaron de sus actividades.
Los docentes marcharon por avenida Reforma –según sus cifras fueron alrededor de 35 mil los que se sumaron al paro, aunque reportes del gobierno capitalino indicaron que eran 12 mil– con las siguientes demandas: la realización de un congreso de la sección 9 del DF en donde los mentores elijan libremente y sin trampas a su dirigencia; la defensa de la educación pública y mayor presupuesto a los centros de trabajo; el rechazo a la evaluación universal, a las nuevas reglas de carrera magisterial y a la pérdida de los derechos laborales, a consecuencia de esas políticas.
Del Ángel de la Independencia partió un nutrido contingente hacia Los Pinos a las 10 horas. Antes, otro grupo, también conformado por cientos de docentes de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tlaxcala, Puebla, Sonora, Baja California y Sinaloa se dirigió hacia la Cámara de Diputados.
En el recinto legislativo, los inconformes entregaron a representantes de PRI, PAN y PRD, 80 mil firmas de mentores procedentes de 10 entidades para exigir que se interponga una acción de inconstitucionalidad en contra de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) y que se detengan las reformas a la Ley General de Educación –algunas de ellas relativas a la evaluación– por considerar que lesionan los derechos de los trabajadores.
Advirtieron que continuarán con el levantamiento de firmas y exhortaron al magisterio a sumarse al paro nacional del 3 de febrero próximo.
Entre tanto, sus compañeros de la sección novena del Distrito Federal se enfilaron hacia Los Pinos, por lo que se paralizó Reforma –del tramo que va de la Diana Cazadora a la Fuente de Petróleos y, posteriormente, Chivatito y Arquímedes.
El tráfico vehicular fue afectado en el Circuito Interior, Lieja, Campos Elíseos, Rubén Darío, Insurgentes y Chapultepec por más de cinco horas. A las 11 de la mañana, los maestros frenaron la caminata a la altura del Museo de Antropología para preguntar a la mayoría si estaba de acuerdo en continuar hacia Los Pinos o acudir a una mesa de negociación con el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Obdulio Ávila.
Los mentores optaron por continuar hacia el punto establecido. La mayoría de ellos eran jóvenes. La maestra Ingrid Aguilar Flores, de 33 años, quien imparte clases en el prescolar José Trinidad, relató que a ella le pagan 26 pesos extra por estar mejor capacitada, ya que cuenta con una maestría en ciencias de la educación. Lo anterior, cuestionó, es criminal.
Paulina y Joaquín, estudiantes de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, expresaron su preocupación por tener un futuro incierto. Dijeron que están a punto de terminar su carrera y con las nuevas medidas implementadas por el gobierno de Felipe Calderón saben que no sólo tienen escasas posibilidades de conseguir una plaza, sino de tener un empleo con las prestaciones de ley.
La profesora Cristina Torres, de la primaria Quetzalcóatl, en Cuautepec de Madero, contó que mientras el gobierno insiste en una evaluación, la mayoría de escuelas vive en absoluta pobreza y con muchas carencias. Por ejemplo, en su plantel, los padres de familia tienen que llevar cubetas con agua para asear los baños y hasta aportan pastillas desinfectantes para que los sanitarios no expidan olores fétidos. Esa es la realidad.
Una comisión de ocho docentes, encabezados por el líder de la sección 9, Francisco Bravo, sostuvo un encuentro con la directora general Adjunta de Atención Ciudadana y de Organizaciones Sociales de la Presidencia, Laura Caballero Leal, y con Luis Arturo Matus, de dicha área.
Los funcionarios plantearon a los mentores una reunión con Obdulio Ávila, a las 17:30 horas. Sin embargo, cuando acudieron a la cita, se les indicó que ésta se postergó para el próximo lunes por la tarde.
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