Mancera es el bueno

Ricardo Alemán

Todas las evidencias apuntan a que, en cuestión de horas, se hará público que el candidato de las izquierdas al Gobierno del Distrito Federal se llama, Miguel Ángel Marcera.

En realidad, el resultado de la batería de encuestas levantadas entre el viernes y domingo pasados, sólo será la confirmación de un acuerdo político detallado y pactado en los primeros días de enero, y que hizo posible colocar en línea, los intereses de Marcelo Ebrard y de Andrés Manuel López Obrador.

En pocas palabras; que al final de cuentas, López Obrador cumplió su promesa de permitir que “transitara”, como candidato al GDF, el “plan B” de Marcelo Ebrard, que es el ex procurador Mancera. De hecho, cuando el pasado viernes arrancó la batería de encuestas, todos los aspirantes ya sabían que el aparato de los tres partidos que empujarán al aspirante de las izquierdas --PRD. PT y Movimiento Ciudadano--, movieron toda su estructura a favor de Mancera.

Y para los que aún tienen dudas, van algunas evidencias: Resulta que en los primeros días de enero –luego de las vacaciones--, los políticos que son emblema del llamado lopezobradorismo --como el grupo de la pareja Bejarano-Padierna--, hicieron a un lado los “asquitos” que les provocaba la candidatura de Miguel Ángel Mancera, y le externaron todo su apoyo.

También de manera inopinada, el jefe del PT --el inefable Alberto Anaya--, olvidó que Mancera no era militante de ningún partido, hizo a un lado sus anteriores declaraciones en torno a la poca experiencia de Mancera, y ordenó que todo el aparato del partido fundado por la familia Salinas, se inclinara a favor del ex procurador.

Y en forma pública --por si hiciera falta--, los grupos de la llamada intelectualidad orgánica de AMLO --que incluye medios afines, periodistas y académicos, entre otros--, no sólo firmaron desplegados a favor de Mancera sino que, en forma casi sobrenatural, repentinamente descubrieron que el bueno, el mejor, el más capacitado, el tocado por la mano divina era… ¡claro, el ex procurador Miguel Ángel Mancera!.

Y si aún existen incrédulos con dudas, pueden echarle una mirada a las hemerotecas y encontrarán desde una declaración de Andrés Manuel López Obrador elogiosa hacia Mancera, hasta los desplegados a favor del ex procurador, en donde los abajofirmantes son todos lopezobrfadoristas. Y claro, también van a encontrar a periodistas y periódicos afines al tabasqueño que, cual soldados de férrea disciplina, cumplen la palabra empeñada de su general. Y todo fue posible, gracias a la palabra de AMLO.

Por cierto, para los que gustan de una mayor acuciosidad, vale la pena que rastreen el dato --confirmado por este espacio--, de que en los primeros días de enero, Andrés Manuel López Obrador visitó a Miguel Ángel Mancera en su búnker de la Procuraduría del DF. ¿Y adivinen de qué platicaron? Seguramente que no hablaron del clima y menos del costo de las verduras en el mercado.

¿Y la encuesta?, preguntaran algunos ingenuos.

Bueno, pues la encuesta ya se hizo, pero se diseñó de tal manera, con tales preguntas y tal metodología, que si no gana Mancera, seguramente despedirán a los encuestadores. Lo cierto es que sí existió un arreglo político, sí hubo un pacto político, sí se negoció un candidato de unidad, lo de menos es la encuesta. ¿Por qué? Porque lo quieran reconocer o no los santones de las encuestas, lo cierto es que la llamada izquierda mexicana también pervirtió las encuestas.

Y no, no estamos diciendo que las encuestas que hacen para el PRD mientan o que las empresas que las hacen engañen al “respetable”. No, solo que las izquierdas han descubierto que se trata de un método impecable para su peculiar concepción democrática. Y si lo dudan, valdría preguntar; ¿por qué nadie conoció a detalle la batería de encuestas que hizo candidato presidencial a AMLO?

El método de encuestas, en manos de las izquierdas, es jamón del bueno. Y claro, solo falta saber si también el señor Manuel Camacho fue capaz de “planchar” la designación de Mancera como candidato al GDF, y si no le crece alguno de los enanos. Al tiempo.

EN EL CAMINO

Por cierto, muy cara le está saliendo la democracia interna al PAN. El circo de ayer lo demostró. ¿Por qué? porque más allá de lo poco que se vio y la medianía que exhibieron los pretensos, lo cierto es que todos saben que la candidata se llama Josefina Vázquez Monta. Pero no hay grandeza en este panismo del nuevo siglo. Acaso por eso pudieran perder el Gobierno federal, claro, sin que puedan llegar a la aduana de su tercera gestión.

Comentarios