Los republicanos con una retórica de guerra fria

José Carreño Figueras

Miami (Fla., EEUU).- Los republicanos se disputan el voto cubano en el sur de Florida y para obtenerlo proponen medidas de dureza contra el régimen de Cuba.

Que se sientan obligados a tal tipo de propuestas es una muestra del simplismo con que la élite republicana analiza el tema hispano en este país, donde a pesar de la demografía y de los consejos de algunos de sus políticos mas destacados, parece empeñada en escupir el rostro de quienes pueden determinar su futuro.

Hoy por hoy, mas del 65 por ciento de los votantes hispanos anuncia su intención de votar por el presidente Barack Obama, a pesar de que el régimen Obama es responsable del mayor número de deportaciones en la historia estadounidense. Un 25 por ciento se pronuncia en favor de los republicanos.
La proporción está muy lejos del 44 por ciento de hispanos que votó por George W. Bush en 2004, en un reflejo de una tendencia nacional que hoy, por primera vez en décadas, lleva a que en Florida haya menos hispanos pro-republicanos que pro-demócratas.

Para parte de los pro-republicanos el tema de Cuba es todavía una cuestión sanguínea. Pero los tempos cambian, tanto que aún pese a las restricciones hay frecuentes vuelos regulares entre Miami y La Habana amén de que la “experiencia cubana” es cada vez mas lejana para hijos o nietos de los primeros refugiados mientras que una gran parte de los nuevos migrantes cubanos tienen razones económicas, no políticas.

Al mismo tiempo, la llegada de migrantes dominicanos, centroamericanos, colombianos, venezolanos, brasileños y en alguna medida mexicanos, cambió el rostro político y demográfico de Florida.

En Florida, la mayoría de los votantes hispanos (32 por ciento) es de origen cubano, un 28 pc es puertorriqueño y un nueve pc de origen mexicano. A nivel nacional, sin embargo, el 59 por ciento de los votantes hispanos es de origen mexicano.

Es posible afirmar, pues, que la mayoría de los votantes hispanos en Florida no tiene un problema grave de migración. Pero también que la realidad es que enfrentan el mismo tipo de retórica hostil, con elementos discriminatorios y faltas de respeto, que golpean con mas fuerza pero no menos ofensivamente a los migrantes de origen mexicano.
Es por eso que si bien los ataques al régimen de Cuba y las demandas de cambio pueden tener un eco favorable, no tienen necesariamente un eco actual. El discurso parece salido de una “guerra fría” terminada hace 20 años, por mas que como Newt Gingrich se busque evocar a la “primavera árabe” o que como Mitt Romney se hable de las “concesiones” al gobierno del general Raúl Castro.

Pero a nivel nacional, la situación es otra. Y el impacto está mas en los temas de economía, y educación que de migración, pero al mismo tiempo la cuestión de los migrantes, es un asunto de dignidad y respeto. Y esos son importantes para los latinos.

Hace poco mas de un siglo, a finales del siglo 19, los republicanos de la época se lanzaron contra los inmigrantes de origen irlandés e italiano, que al convertirse en sectores de peso en ciudades o estados del centro norte y noreste de los Estados Unidos dieron a los demócratas un predominio de décadas en esa región, que solo se rompió ya avanzada la segunda mitad del siglo 20.

Si los republicanos no reaccionan, ese fenómeno bien podría repetirse…

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