Un equipo de investigadores halló un deterioro modesto en el razonamiento mental en hombres y mujeres de 45 a 49 años
Reuters
La pérdida de memoria y otras funciones cerebrales puede comenzar a los 45 años, lo que implica un gran desafío para los científicos que buscan nuevas formas de detener el avance de la demencia en la población, informaron investigadores.
El hallazgo de un estudio de 10 años de duración sobre más de 7 mil trabajadores estatales de Gran Bretaña contradice las teorías previas de que el deterioro cognitivo no se inicia antes de los 60 años y podría tener implicancias de largo alcance en la investigación de la demencia.
Detectar la edad a la que comienzan a deteriorarse la memoria, el razonamiento y las habilidades de comprensión es importante porque los medicamentos funcionarán en la medida en que se administren a las personas en cuanto comienzan a experimentar el deterioro mental.
Un puñado de nuevas medicinas para la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, están siendo sometidos a ensayos clínicos, pero las expectativas son bajas y algunos expertos temen que los nuevos fármacos estén siendo probados en pacientes demasiado mayores para mostrar beneficios.
Entre las compañías que están desarrollando medicamentos de este tipo se encuentran Eli Lilly, que está trabajando en un fármaco llamado solanezumab, y Elan y Johnson & Johnson, que está desarrollando bapineuzumab.
El equipo de investigadores dirigido por Archana Singh-Manoux, del Centro para la Investigación en Epidemiología y Salud Poblacional de Francia y del University College de Londres, halló un deterioro modesto en el razonamiento mental en hombres y mujeres de 45 a 49 años.
"A partir de investigaciones previas esperábamos no ver deterioro", dijo Singh-Manoux en una entrevista telefónica.
Entre los sujetos de más edad del estudio, el deterioro promedio en la función cognitiva fue mayor, pero hubo una amplia variación en todas las edades. Un tercio de los individuos de 45 a 70 años no mostró deterioro durante el período estudiado.
"No sucede de repente cuando uno envejece. Esa variabilidad existe mucho antes", dijo Singh-Manoux. "El próximo paso es (...) buscar relaciones con factores de riesgo", agregó.
Reuters
La pérdida de memoria y otras funciones cerebrales puede comenzar a los 45 años, lo que implica un gran desafío para los científicos que buscan nuevas formas de detener el avance de la demencia en la población, informaron investigadores.
El hallazgo de un estudio de 10 años de duración sobre más de 7 mil trabajadores estatales de Gran Bretaña contradice las teorías previas de que el deterioro cognitivo no se inicia antes de los 60 años y podría tener implicancias de largo alcance en la investigación de la demencia.
Detectar la edad a la que comienzan a deteriorarse la memoria, el razonamiento y las habilidades de comprensión es importante porque los medicamentos funcionarán en la medida en que se administren a las personas en cuanto comienzan a experimentar el deterioro mental.
Un puñado de nuevas medicinas para la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, están siendo sometidos a ensayos clínicos, pero las expectativas son bajas y algunos expertos temen que los nuevos fármacos estén siendo probados en pacientes demasiado mayores para mostrar beneficios.
Entre las compañías que están desarrollando medicamentos de este tipo se encuentran Eli Lilly, que está trabajando en un fármaco llamado solanezumab, y Elan y Johnson & Johnson, que está desarrollando bapineuzumab.
El equipo de investigadores dirigido por Archana Singh-Manoux, del Centro para la Investigación en Epidemiología y Salud Poblacional de Francia y del University College de Londres, halló un deterioro modesto en el razonamiento mental en hombres y mujeres de 45 a 49 años.
"A partir de investigaciones previas esperábamos no ver deterioro", dijo Singh-Manoux en una entrevista telefónica.
Entre los sujetos de más edad del estudio, el deterioro promedio en la función cognitiva fue mayor, pero hubo una amplia variación en todas las edades. Un tercio de los individuos de 45 a 70 años no mostró deterioro durante el período estudiado.
"No sucede de repente cuando uno envejece. Esa variabilidad existe mucho antes", dijo Singh-Manoux. "El próximo paso es (...) buscar relaciones con factores de riesgo", agregó.
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