Columba Vértiz de la Fuente / Proceso
Este lunes el Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles, A.C. entregará a la Cámara de Diputados un dictamen sobre la Estela de Luz del Bicentenario, que se adhiere al proyecto del arquitecto César Pérez Becerril y descalifica las acusaciones de que fue entregado incompleto. Y se espera que el 20 de febrero la Auditoría Federal de la Federación dé a conocer el suyo propio para identificar las verdaderas irregularidades en torno al monumento.
La inauguración de la Estela de Luz, con la cual el gobierno federal celebraría el Bicentenario de la Independencia, ha causado enojo, rechazo y controversia en la comunidad civil y política por su alto costo (mil 36 millones 460 mil pesos), y la corrupción y las anomalías de construcción y tipo administrativo.
En las redes sociales, se le empieza a llamar “La estela de pus”.
Nada más alejado de lo que imaginó para su monumento el arquitecto César Pérez Becerril, quien ante ese panorama interpuso una demanda penal el 14 de diciembre en contra del Fideicomiso del Bicentenario.
En tanto, Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, actúa como si nada. Ha declarado a los medios que este monumento “es una pieza de las más emblemáticas de la arquitectura mexicana” y que el costo “siempre ha sido transparente”.
Sin embargo, el lunes 9 de enero el Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles A. C. entregará a la Cámara de Diputados un dictamen que avala el proyecto de Pérez Becerril y contradice las declaraciones de Ignacio López, director de III Servicio, y las emitidas por el Gobierno Federal por medio de distintos funcionarios, asegurando que el proyecto fue entregado incompleto y fuera de tiempo.
Ya en julio de 2011, el Colegio de Arquitectos también efectuó un informe donde apoyó la idea de Pérez Becerril (Proceso, 1812).
En las conclusiones del Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles, que obtuvo Proceso, se menciona que la obra se designó ganadora el 16 de abril de 2009, pero la contratación formal fue tardía, “pues debió realizarse el 30 de abril del mismo año; sin embargo, el proyecto inició hasta el 18 de agosto, es decir, 49 días después de la fecha que se señala en las bases del concurso. Estas causas fueron imputables al Comité del Bicentenario y al fideicomiso”.
En cuanto a los cálculos del monumento y el diseño estructural de la idea de Pérez Becerril, se lee:
“Se realizaron de acuerdo con la práctica profesional de ingeniería estructural de vanguardia y apegados al reglamento vigente en la zona metropolitana (RCDF 2004). El análisis aquí realizado, coincide con lo considerado en el diseño original y no hay necesidad de realizar ningún ajuste ni a las pilas ni al cajón de cimentación.”
Otro punto es directo:
“Se ha hecho creer a la opinión pública y por diferentes medios informativos, que la obra no ha concluido, debido a la tardía entrega de información por parte del proyectista, o supuestos cambios fuera de tiempo o que el proyecto se entregó incompleto. Todo lo anterior es falso. La información necesaria para llevar a cabo la licitación de la obra, se entregó completa y con la información de los cambios del resultado del estudio del túnel de viento, sin que estos cambios hayan provocado la costosa elevación del presupuesto de la obra.”
El organismo avala que sí existió por parte del proyeccionista dirección arquitectónica del proyecto:
“Esto no le ha sido considerado para su remuneración económica, y deberá ser conforme a lo enunciado en las bases de la convocatoria/invitación.”
Una de las conclusiones llama la atención:
“La obra debió concluirse inicialmente para el mes de agosto de 2010, sin embargo, para esas fechas sólo se tenía parte de la cimentación.”
Demanda
A pesar de que el pasado 13 de diciembre la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó por 12 años para ocupar cualquier empleo en el gobierno federal al exdirector general de III Servicios, Agustín Castro Benítez, por irregularidades en la construcción; por un año al exgerente de administración y finanzas, Ricardo Morales y al exgerente jurídico de dicha empresa, Rubén Arenal, además de que citó a proceso de responsabilidad administrativa a quienes formaron parte del Comité de Obras Públicas (Proceso, 1835), será hasta el 20 de febrero cuando la Auditoría Superior de la Federación (ASF) dé a conocer las irregularidades que rodearon la construcción de la Estela de Luz.
Por lo pronto Pérez Becerril, tras su demanda contra el Fideicomiso, quizá también actué de manera legal contra Ignacio López, de III Servicios, pero de manera personal para que no acuda al abogado de la compañía que representa.
La indignación
Ahora a la Estela de Luz se le conoce de diferentes formas en los medios: Estela de la Corrupción, Monumento de la Impunidad, Estela de la Vergüenza, hasta Chatarra Millonaria. Incluso, la sociedad civil a través de las redes propuso que la estructura representara a los miles de inocentes caídos durante la guerra de Felipe Calderón y allí se ponga el Museo de la Corrupción con salas dedicadas a las fosas de San Fernando y la tragedia de la Guardería ABC.
Esa acción la promovió Óscar Mondragón, quien se identifica como empresario, politólogo y “capitalista de extrema izquierda”, ligado a proyectos de tecnología y digitalización:
“Luego del sexenio más corrupto e ineficaz del que tengamos memoria como país, es necesario ponerle un alto a la descarada inmoralidad en el ejercicio del servicio público en México.
“Cualquier mexicano que vea este museo deberá indignarse lo suficiente para ser participativo y no dejar la política completamente en manos de los políticos. Cualquier político que lo vea deberá pensarlo dos veces antes de hacer cosas que dejen su reputación allí mancillada por siempre.”
Entonces pide firmas de apoyo en ly/esteladeluz.
También convocó a que la gente asista el domingo 8 de enero a la inauguración de la Estela de Luz con una veladora o un moño negro.
Pero Vladimir Aguilar García, secretario de Planeación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no está de acuerdo con esa propuesta de los twitteros. Envió un comunicado a los medios titulado Estela de Luz: monumento de corrupción del gobierno calderonista, donde denuncia que las irregularidades del monumento no han sido explicadas por Lujambio, responsable del proyecto. A proceso dice:
“Es muy respetable la propuesta que hace la sociedad civil de que la Estela de Luz sea para recordar a los muertos de la guerra contra el narco, pero creo que el monumento no cumple con ninguna de las funciones, ni como símbolo del Bicentenario, y como es un asunto que ha sido determinado por tanta corrupción, opacidad, retraso, no creo que sea la mejor idea usar esa construcción para eso.”
Aguilar García adelanta que los perredistas van a actuar “política y legalmente hasta el fondo de los responsables”:
“Sancionaron a unas gentes menores, pero la verdad es que los festejos del Bicentenario estuvieron coordinados al más alto nivel político, desde la Presidencia, como la SEP, y no pueden ser omisos a sus responsabilidades. Fueron solapando paso a paso esta trama. Por ello, vamos a tratar de ir hasta las últimas consecuencias.”
Sólo esperarán a que la ASF dé su dictámen para ver cómo van a proceder.
Este lunes el Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles, A.C. entregará a la Cámara de Diputados un dictamen sobre la Estela de Luz del Bicentenario, que se adhiere al proyecto del arquitecto César Pérez Becerril y descalifica las acusaciones de que fue entregado incompleto. Y se espera que el 20 de febrero la Auditoría Federal de la Federación dé a conocer el suyo propio para identificar las verdaderas irregularidades en torno al monumento.
La inauguración de la Estela de Luz, con la cual el gobierno federal celebraría el Bicentenario de la Independencia, ha causado enojo, rechazo y controversia en la comunidad civil y política por su alto costo (mil 36 millones 460 mil pesos), y la corrupción y las anomalías de construcción y tipo administrativo.
En las redes sociales, se le empieza a llamar “La estela de pus”.
Nada más alejado de lo que imaginó para su monumento el arquitecto César Pérez Becerril, quien ante ese panorama interpuso una demanda penal el 14 de diciembre en contra del Fideicomiso del Bicentenario.
En tanto, Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, actúa como si nada. Ha declarado a los medios que este monumento “es una pieza de las más emblemáticas de la arquitectura mexicana” y que el costo “siempre ha sido transparente”.
Sin embargo, el lunes 9 de enero el Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles A. C. entregará a la Cámara de Diputados un dictamen que avala el proyecto de Pérez Becerril y contradice las declaraciones de Ignacio López, director de III Servicio, y las emitidas por el Gobierno Federal por medio de distintos funcionarios, asegurando que el proyecto fue entregado incompleto y fuera de tiempo.
Ya en julio de 2011, el Colegio de Arquitectos también efectuó un informe donde apoyó la idea de Pérez Becerril (Proceso, 1812).
En las conclusiones del Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles, que obtuvo Proceso, se menciona que la obra se designó ganadora el 16 de abril de 2009, pero la contratación formal fue tardía, “pues debió realizarse el 30 de abril del mismo año; sin embargo, el proyecto inició hasta el 18 de agosto, es decir, 49 días después de la fecha que se señala en las bases del concurso. Estas causas fueron imputables al Comité del Bicentenario y al fideicomiso”.
En cuanto a los cálculos del monumento y el diseño estructural de la idea de Pérez Becerril, se lee:
“Se realizaron de acuerdo con la práctica profesional de ingeniería estructural de vanguardia y apegados al reglamento vigente en la zona metropolitana (RCDF 2004). El análisis aquí realizado, coincide con lo considerado en el diseño original y no hay necesidad de realizar ningún ajuste ni a las pilas ni al cajón de cimentación.”
Otro punto es directo:
“Se ha hecho creer a la opinión pública y por diferentes medios informativos, que la obra no ha concluido, debido a la tardía entrega de información por parte del proyectista, o supuestos cambios fuera de tiempo o que el proyecto se entregó incompleto. Todo lo anterior es falso. La información necesaria para llevar a cabo la licitación de la obra, se entregó completa y con la información de los cambios del resultado del estudio del túnel de viento, sin que estos cambios hayan provocado la costosa elevación del presupuesto de la obra.”
El organismo avala que sí existió por parte del proyeccionista dirección arquitectónica del proyecto:
“Esto no le ha sido considerado para su remuneración económica, y deberá ser conforme a lo enunciado en las bases de la convocatoria/invitación.”
Una de las conclusiones llama la atención:
“La obra debió concluirse inicialmente para el mes de agosto de 2010, sin embargo, para esas fechas sólo se tenía parte de la cimentación.”
Demanda
A pesar de que el pasado 13 de diciembre la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó por 12 años para ocupar cualquier empleo en el gobierno federal al exdirector general de III Servicios, Agustín Castro Benítez, por irregularidades en la construcción; por un año al exgerente de administración y finanzas, Ricardo Morales y al exgerente jurídico de dicha empresa, Rubén Arenal, además de que citó a proceso de responsabilidad administrativa a quienes formaron parte del Comité de Obras Públicas (Proceso, 1835), será hasta el 20 de febrero cuando la Auditoría Superior de la Federación (ASF) dé a conocer las irregularidades que rodearon la construcción de la Estela de Luz.
Por lo pronto Pérez Becerril, tras su demanda contra el Fideicomiso, quizá también actué de manera legal contra Ignacio López, de III Servicios, pero de manera personal para que no acuda al abogado de la compañía que representa.
La indignación
Ahora a la Estela de Luz se le conoce de diferentes formas en los medios: Estela de la Corrupción, Monumento de la Impunidad, Estela de la Vergüenza, hasta Chatarra Millonaria. Incluso, la sociedad civil a través de las redes propuso que la estructura representara a los miles de inocentes caídos durante la guerra de Felipe Calderón y allí se ponga el Museo de la Corrupción con salas dedicadas a las fosas de San Fernando y la tragedia de la Guardería ABC.
Esa acción la promovió Óscar Mondragón, quien se identifica como empresario, politólogo y “capitalista de extrema izquierda”, ligado a proyectos de tecnología y digitalización:
“Luego del sexenio más corrupto e ineficaz del que tengamos memoria como país, es necesario ponerle un alto a la descarada inmoralidad en el ejercicio del servicio público en México.
“Cualquier mexicano que vea este museo deberá indignarse lo suficiente para ser participativo y no dejar la política completamente en manos de los políticos. Cualquier político que lo vea deberá pensarlo dos veces antes de hacer cosas que dejen su reputación allí mancillada por siempre.”
Entonces pide firmas de apoyo en ly/esteladeluz.
También convocó a que la gente asista el domingo 8 de enero a la inauguración de la Estela de Luz con una veladora o un moño negro.
Pero Vladimir Aguilar García, secretario de Planeación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no está de acuerdo con esa propuesta de los twitteros. Envió un comunicado a los medios titulado Estela de Luz: monumento de corrupción del gobierno calderonista, donde denuncia que las irregularidades del monumento no han sido explicadas por Lujambio, responsable del proyecto. A proceso dice:
“Es muy respetable la propuesta que hace la sociedad civil de que la Estela de Luz sea para recordar a los muertos de la guerra contra el narco, pero creo que el monumento no cumple con ninguna de las funciones, ni como símbolo del Bicentenario, y como es un asunto que ha sido determinado por tanta corrupción, opacidad, retraso, no creo que sea la mejor idea usar esa construcción para eso.”
Aguilar García adelanta que los perredistas van a actuar “política y legalmente hasta el fondo de los responsables”:
“Sancionaron a unas gentes menores, pero la verdad es que los festejos del Bicentenario estuvieron coordinados al más alto nivel político, desde la Presidencia, como la SEP, y no pueden ser omisos a sus responsabilidades. Fueron solapando paso a paso esta trama. Por ello, vamos a tratar de ir hasta las últimas consecuencias.”
Sólo esperarán a que la ASF dé su dictámen para ver cómo van a proceder.
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