Miguel Ángel Vargas V.
Los errores cometidos en diciembre por Enrique Peña Nieto despiertan dudas en la mitad del electorado, según demuestra una encuesta recién publicada por Parametría.
La encuesta realizada entre el 3 y el 6 de enero de 2012 refleja que el error de Peña Nieto de no haber podido nombrar los tres libros que marcaron su vida, a 50% de los electores “le genera dudas” o “ya no votaría” por el aspirante presidencial priista.
En específico, el “dislate” de Peña en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, le “genera dudas” a 35% de los electores y provoca que otro 15% “ya no votaría por él”.
En el caso de los votantes que se autoidentifican como priistas, a 28% le “genera dudas” y otro 11% “ya no votaría por él”, según la encuesta.
Aunque resulte paradójico, la misma agencia Parametría había publicado otra encuesta, también realizada a inicios de enero (entre el día 2 y el 6), en la que se observaba que la preferencia electoral del aspirante presidencial priista se mantenía intacta en 49% desde agosto de 2011, pese a los errores cometidos en diciembre.
Para Francisco Abundis, director de Parametría, esto podría ser interpretado como un riesgo potencial de caída en la intención del voto por Enrique Peña Nieto que todavía no se ha expresado en la medición directa de esa variable.
“De momento lo que tenemos ahí son dudas de la población que no se les da todavía una connotación de cambio en la intención del voto”, señaló Abundis en entrevista con ADNPolitico.com.
“No es que no haya pasado nada, sin duda, a la gente esto la hace pensar, pero de eso a que ya haya un costo como se esperaba, pues no sucedió”.
Más estabilidad que en 2006
¿Podría decirse que si no se ha dado una afectación en la intención del voto de Peña Nieto por estos errores, todavía podría darse?, le preguntó ADNPolitico.com al director de Parametría.
“Exacto, ésa es una lectura correcta. El hecho de que no haya pasado nada no significa que no vaya a pasar. Me da la impresión de que existe el potencial de que pase algo que todavía no se ha expresado.
“Veremos hasta dónde una campaña es capaz de articular un discurso coherente que le haga a la gente repensar su voto a partir de un evento; pero de momento lo que tenemos es el registro del evento, sin mucha consecuencia”, detalló el encuestador.
Por otro lado, Francisco Abundis se manifestó sorprendido del nivel de estabilidad que registra la intención de voto por Enrique Peña Nieto: “Da la impresión que la gente está digiriendo información y no está viendo nada relevante que cambie su preferencia”.
“Da la impresión que la gente ve los eventos y dice ‘¡Ah, más de lo mismo!’; sí, ya sabíamos que este candidato no sabía articular, que no hablaba bien’... Yo me pregunto si cuando salga la información más negativa de la campaña, si la gente va a ejercer el mismo juicio”, añadió.
Asimismo, el especialista en opinión pública relató que en el proceso electoral presidencial de 2006, la intención de voto por el candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, fue mucho menos estable que lo que está sucediendo en este sexenio.
“Hay un escenario que parece que nadie contempla para esta elección: ¿qué tal si las cosas no se mueven tanto?, ¿qué tal si la gente ya escuchó mucho?”, sentenció Abundis.
Los errores cometidos en diciembre por Enrique Peña Nieto despiertan dudas en la mitad del electorado, según demuestra una encuesta recién publicada por Parametría.
La encuesta realizada entre el 3 y el 6 de enero de 2012 refleja que el error de Peña Nieto de no haber podido nombrar los tres libros que marcaron su vida, a 50% de los electores “le genera dudas” o “ya no votaría” por el aspirante presidencial priista.
En específico, el “dislate” de Peña en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, le “genera dudas” a 35% de los electores y provoca que otro 15% “ya no votaría por él”.
En el caso de los votantes que se autoidentifican como priistas, a 28% le “genera dudas” y otro 11% “ya no votaría por él”, según la encuesta.
Aunque resulte paradójico, la misma agencia Parametría había publicado otra encuesta, también realizada a inicios de enero (entre el día 2 y el 6), en la que se observaba que la preferencia electoral del aspirante presidencial priista se mantenía intacta en 49% desde agosto de 2011, pese a los errores cometidos en diciembre.
Para Francisco Abundis, director de Parametría, esto podría ser interpretado como un riesgo potencial de caída en la intención del voto por Enrique Peña Nieto que todavía no se ha expresado en la medición directa de esa variable.
“De momento lo que tenemos ahí son dudas de la población que no se les da todavía una connotación de cambio en la intención del voto”, señaló Abundis en entrevista con ADNPolitico.com.
“No es que no haya pasado nada, sin duda, a la gente esto la hace pensar, pero de eso a que ya haya un costo como se esperaba, pues no sucedió”.
Más estabilidad que en 2006
¿Podría decirse que si no se ha dado una afectación en la intención del voto de Peña Nieto por estos errores, todavía podría darse?, le preguntó ADNPolitico.com al director de Parametría.
“Exacto, ésa es una lectura correcta. El hecho de que no haya pasado nada no significa que no vaya a pasar. Me da la impresión de que existe el potencial de que pase algo que todavía no se ha expresado.
“Veremos hasta dónde una campaña es capaz de articular un discurso coherente que le haga a la gente repensar su voto a partir de un evento; pero de momento lo que tenemos es el registro del evento, sin mucha consecuencia”, detalló el encuestador.
Por otro lado, Francisco Abundis se manifestó sorprendido del nivel de estabilidad que registra la intención de voto por Enrique Peña Nieto: “Da la impresión que la gente está digiriendo información y no está viendo nada relevante que cambie su preferencia”.
“Da la impresión que la gente ve los eventos y dice ‘¡Ah, más de lo mismo!’; sí, ya sabíamos que este candidato no sabía articular, que no hablaba bien’... Yo me pregunto si cuando salga la información más negativa de la campaña, si la gente va a ejercer el mismo juicio”, añadió.
Asimismo, el especialista en opinión pública relató que en el proceso electoral presidencial de 2006, la intención de voto por el candidato puntero, Andrés Manuel López Obrador, fue mucho menos estable que lo que está sucediendo en este sexenio.
“Hay un escenario que parece que nadie contempla para esta elección: ¿qué tal si las cosas no se mueven tanto?, ¿qué tal si la gente ya escuchó mucho?”, sentenció Abundis.
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