Jorge Diaz
Con la excepción del gremio magisterial, a nadie le preocupa ni le incomoda que los del PRI en simple cálculo aritmético, arrebato, presiones internas, resultado de sondeos o lo que sea, se hayan desecho del apoyo de la que supuestamente fue fiel de la balanza en la elección de 2006; por el contrario, se ve con buenos ojos. Todavía no se pueden echar las campanas al vuelo, hay que esperar a ver de qué va la jugada y tal vez las buenas noticias lleguen más tarde.
Todo parece indicar que el tiempo se vino encima y a la “profe” no le alcanzará para vender su amor a un mejor postor. Puede ser que las buenas nuevas lleguen después del primero de Diciembre del presente, cuando por estar fuera de la jugada, se comience a desinflar el aparente poderío de la lideresa sindical que alguna vez Carlos Salinas de Gortari encumbró.
Es deseable que nadie la reviva (en caso de que efectivamente pierda peso político, por estar fuera de la negociación en las posiciones de gobierno) y que la mezquindad y ambición de los políticos se apacigüe, haga una lectura correcta del sentir popular y de lo nocivo de tener líderes sindicales a los que por conferirles tanto poder, se vuelven indispensables y por tanto, intocables en posibles abusos y corruptelas y ya no la consideren para alianza alguna en ésta y cualquier otra elección.
Dejémosla (es su derecho) que haga su esfuerzo individual con el partido que fundó (PANAL) y que a partir de la votación de Julio, obtenga lo que la ley contempla y punto.
En el caso de Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, seguramente reinará la coherencia (en el caso del primero no me cabe la menor duda) y la posibilidad de que la Gordillo los seduzca, es prácticamente imposible.
Para deleite del respetable, el flamante pre candidato panista, Ernesto Cordero, dijo estar valorando si conviene o no invitar a la maestra al proyecto de su partido, como coqueteándole a la lideresa y tratando de infundirle miedo a sus contrincantes; sin embargo, creo que para chistes de pastelazo México cuenta con mejores cómicos como Capulina, Chespirito, etc.
Ahora bien, cierto sector de la población (con la opinión de López Obrador como voz cantante) se manifiesta escéptico ante el movimiento repentino de los priistas y panalistas, argumentando que se trata de una simulación. De ser cierta esta sospecha y suponiendo que Peña Nieto llegue a la presidencia con el apoyo camuflado de la “maestra” y con ello, el de Atlacomulco le obsequie más posiciones y más poder a la Gordillo, el daño que le haría a su gobierno recién llegado podría ser fatal, dado que la temperatura popular sube y sube y para entonces, no aguantaría un engaño de tal magnitud.
Con la excepción del gremio magisterial, a nadie le preocupa ni le incomoda que los del PRI en simple cálculo aritmético, arrebato, presiones internas, resultado de sondeos o lo que sea, se hayan desecho del apoyo de la que supuestamente fue fiel de la balanza en la elección de 2006; por el contrario, se ve con buenos ojos. Todavía no se pueden echar las campanas al vuelo, hay que esperar a ver de qué va la jugada y tal vez las buenas noticias lleguen más tarde.
Todo parece indicar que el tiempo se vino encima y a la “profe” no le alcanzará para vender su amor a un mejor postor. Puede ser que las buenas nuevas lleguen después del primero de Diciembre del presente, cuando por estar fuera de la jugada, se comience a desinflar el aparente poderío de la lideresa sindical que alguna vez Carlos Salinas de Gortari encumbró.
Es deseable que nadie la reviva (en caso de que efectivamente pierda peso político, por estar fuera de la negociación en las posiciones de gobierno) y que la mezquindad y ambición de los políticos se apacigüe, haga una lectura correcta del sentir popular y de lo nocivo de tener líderes sindicales a los que por conferirles tanto poder, se vuelven indispensables y por tanto, intocables en posibles abusos y corruptelas y ya no la consideren para alianza alguna en ésta y cualquier otra elección.
Dejémosla (es su derecho) que haga su esfuerzo individual con el partido que fundó (PANAL) y que a partir de la votación de Julio, obtenga lo que la ley contempla y punto.
En el caso de Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, seguramente reinará la coherencia (en el caso del primero no me cabe la menor duda) y la posibilidad de que la Gordillo los seduzca, es prácticamente imposible.
Para deleite del respetable, el flamante pre candidato panista, Ernesto Cordero, dijo estar valorando si conviene o no invitar a la maestra al proyecto de su partido, como coqueteándole a la lideresa y tratando de infundirle miedo a sus contrincantes; sin embargo, creo que para chistes de pastelazo México cuenta con mejores cómicos como Capulina, Chespirito, etc.
Ahora bien, cierto sector de la población (con la opinión de López Obrador como voz cantante) se manifiesta escéptico ante el movimiento repentino de los priistas y panalistas, argumentando que se trata de una simulación. De ser cierta esta sospecha y suponiendo que Peña Nieto llegue a la presidencia con el apoyo camuflado de la “maestra” y con ello, el de Atlacomulco le obsequie más posiciones y más poder a la Gordillo, el daño que le haría a su gobierno recién llegado podría ser fatal, dado que la temperatura popular sube y sube y para entonces, no aguantaría un engaño de tal magnitud.
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