Calderón al pizarrón

Marco A. Flota / Grillotina

El Presidente Calderón ya había empleado metáforas náuticas: “Todos vamos en el mismo barco” (aunque él a veces se cambia a un barco, con escolta de la Armada, para bucear). Alusiones médicas: “El crimen organizado es un cáncer que no fue atacado a tiempo” (pero su remedio, aplicado por el Ejército, está resultando más mortal que la enfermedad).

Y en reciente encuentro con estudiantes del Tec de Monterrey demostró sus conocimientos de química.

Aunque, hay que reconocerlo, no es el primer político que lo hace. Cuéntase que siendo regente del Distrito Federal Ramón Aguirre -tiempos de Miguel de la Madrid- lo abordaron vecinos de la todavía sedienta Iztapalapa y le preguntaron cómo le tenían que hacer para conseguir agua. Y les respondió:
-Mezclen dos moléculas de hidrógeno con una de oxígeno.

Lo cual es rigurosamente científico, dicho sea en reconocimiento a Ramón Aguirre. En cambio hay políticos que creen que la esposa de Arquímedes se llamaba Eureka, porque cuando el sabio griego sumergió su cuerpo en la tina y descubrió su famosa ley, gritó tal palabra -“Eureka”- para pedirle una toalla.
(La Ley de Arquímedes establece que todo cuerpo que se sumerge en un líquido desaloja un volumen de dicho líquido equivalente al peso del cuerpo sumergido.
Ello explica que don Agustín Carstens vaya a Cancún únicamente a asolearse: No se mete al mar para evitar un tsunami).

Pero decíamos, es raro que un político tenga conocimientos de química, excepto quizá el gobernador de Tabasco, Andrés Granier, quien es químico de profesión.
Pero en cambio, de política no sabe nada.

El caso es que se disponía el Presidente a pronunciar un discurso en un aul
a del Tec regiomontano, pero notó que a sus espaldas tenía un pizarrón en el que había escritas diversas fórmulas químicas.

Y señalando una serie de garabatos dijo: “Ésta es la fórmula de Boyle”. Pero, justo es decirlo, dio crédito al subsecretario -de la SEP- suponemos, José Antonio González, quien le “sopló” el dato.

Ya no recitó el Presidente la Ley de Boyle que dice: “Para una cierta cantidad de gas a temperatura constante, su presión es inversamente proporcional al volumen que ocupa”. Pero es que el Mandatario y su asesor no tenían a la mano una computadora -como el columnista- para consultar la Wikipedia.

También dice la Wikipedia que la fórmula de Boyle es similar a la de Gay Lussac, pero aquí lo citamos, sin ánimo de mencionar a Gay Lussac en casa del ahorcado, conste.

Pero don Felipe ya picado -y no es otra alusión a Gay Lussac- siguió mencionando las fórmulas escritas en el pizarrón.

La del bióxido de azufre, que posiblemente conoce por el olor que despide Josefina Vázquez Mota cada vez que la recibe en Los Pinos para platicar de su precandidatura.

Señaló en el pizarrón la fórmula del óxido plomo, que no es la costra que se le forma en la piel a una víctima colateral que se encuentra con un retén militar.

Y hasta identificó la fórmula del ácido sulfúrico (nada que ver con el temperamento que salta en las reuniones con el poeta Sicilia y socios).

Bien por los conocimientos químicos del Presidente. Y a ver si la próxima vez se mete a un aula cuyo pizarrón esté lleno de operaciones de álgebra. Entre ellas una, elemental:
E más A igual a más Z.

(E de Ejército, A de Armada y Z ya sabe usted de qué).

¡RRIINNGG!
-Bueno, Los Pinos..
-¿Ya se enteraron de la denuncia?...Que la Estela de Luz debió costar la mitad, según el diputado Escudero.
-¡Es cudero!

EPIGRILLO
Casi mató -no son bromas-
a un “indio” cierto Sacal.
¿Castigan al de Las Lomas
o es que le van a “Sacal”?

Comentarios