Bienvenida Doña Isabel

Javier Arcadia Galaviz / Cuestión de Debate

Una vez que sorpresivamente el PAN deja vestidos y alborotados a Demetrio Sodi de la Tijera, a José Luis Luege Tamargo y a Carlos Orvañanos, a quienes durante largos meses les dio cuerda porque se les hizo creer que únicamente de entre ellos saldría el candidato que el PAN lanzaría a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, pues no fue así, dado que a la hora de las verdades resultó toda una tomada de pelo para ellos, ya que como todos nos enteramos, inesperadamente este partido la semana pasada anunció que la anhelada candidatura se decidió dársela a la activista y luchadora social, Isabel Miranda de Wallace, claro, al más puro estilo impositivo y autoritario, por lo que aquellos se quedaron con su ardiente palmo de narices y, aunque lo nieguen, trinaron de coraje.

Pero esto en lo inmediato no nada más generó reacciones al interior del PAN, sino que también a gran velocidad las hubo por parte de la izquierda y del PRI, respectivamente, cuando casi al unisonó, como si se hubiesen puesto de acuerdo ambos entes políticos, a través de Marcelo Ebrard y Pedro Joaquín Coldwel, le dieron la bienvenida en su nueva faceta de política a la señora Miranda de Wallace.

Sí, fue una bienvenida a la manera de cómo la percibió cada uno de ellos, posiblemente en un sentido de desestimación, de ironía o en tono desafiante, pero lo cierto es que esa bienvenida se escuchó tan solo como respuesta mediática o mera cortesía, sin que ninguno de los dos reflejara la mínima preocupación desde el punto de vista político por el anuncio de esa singular candidatura panista, representada por Miranda de Wallace, como la siempre aguerrida, fustigadora, escéptica y descalificante contumaz de todo lo que significara autoridad, principalmente de aquellas encargadas de la seguridad pública.

Pero pues ahí está Doña Isabel, puesta y animosa, acaparando el enjambre de los medios de comunicación que continuamente la entrevistan con motivo del regalo de la candidatura al gobierno del Distrito Federal que le hizo la cúpula panista, aunque tal decisión del PAN haya implicado el atropello de las derechos políticos de otros aspirantes y al mismo tiempo haya nulificado todo tipo de procedimientos democráticos que el PAN localmente hubiese establecido para ese fin, más cuando este partido debió de haber guardado cierta congruencia o similitud con su proceso que a nivel nacional está llevando a cabo para elegir al que será su candidato o candidata presidencial.

Sin embargo, lo cierto es que la señora Miranda de Wallace aflojó a la primera, y con ello me refiero a que al primer ofrecimiento que le hizo el PAN de la candidatura al gobierno del Distrito Federal, no lo pensó dos veces, ya que inmediatamente dio el sí, con lo que más pronto que tarde se pasó al otro bando y así abandonó su lucha y seguro que también a la gente que fielmente la siguió en su movimiento de protesta contra la desatada criminalidad incontenible en el país y contra las distintas autoridades a las que, si mal no recordamos, por años las tildó de corruptas, condición anómala que consideraba como la causante o coadyuvante del desastre nacional. Obvio que aquí se sobrepuso la ambición personal por el poder político, y al mismo tiempo provocó que ahora la candidata panista se quitara la careta, ésa con la que nos hizo creer que era autentica activista social.

Pero seamos claros, los efectos y alcances que causará la sorpresiva candidatura de Miranda de Wallace, sin lugar a dudas será un reacomodo en la correlación de fuerzas políticas representadas por el PRD, PRI y PAN en el Distrito Federal. Por lo que, en primer término, tal candidatura se aprecia que ciertamente le dará mayor cantidad de votos al PAN que si el candidato fuera Demetrio Sodi, José Luis Luege Tamargo o Carlos Orvañanos, aunque dichos votos no serán los suficientes como para que este partido llegue a salir triunfante el día de la elección, por tanto, implica que mutua y convenencieramente tan solo se estarán utilizando los dos, Miranda de Wallace y el PAN.

Asimismo, es muy previsible y de sentido común que como consecuencia de la candidatura de Miranda de Wallace, la gran afectada será Beatriz Paredes, candidata del PRI al gobierno capitalino, ya que ambas contendientes se van a disputar el segundo lugar. Es decir, se van a dividir entre ellas la votación que de manera natural es opositora al PRD en la Ciudad de México, lo cual viene a fortalecer y garantizar las posibilidades de triunfo de este partido de izquierda.

Por eso habrá que decir, que hay de bienvenidas a bienvenidas, ya que mientras que Pedro Joaquín Coldwel, dirigente nacional del PRI lo hace forzado, con el seño fruncido y con los dientes apretados, Marcelo en ese sentido se pronuncia con una actitud de felicidad y espléndida sonrisa, porque sabe que la candidatura de la señora Miranda de Wallace le viene del todo benéfica al candidato de la izquierda, sea quien sea.

Pálida tinta: Por andar de bocón tronó como secretario de Turismo en el gobierno del Distrito Federal, y como dice Juan Gabriel, “pero que necesidad”. Sí, la referencia es para Alejandro Rojas Díaz Durán, quien no tenía necesidad, motivo o razón alguna de declarar que Miguel Ángel Mancera había ganado las encuestas que se realizaron el fin de semana con las que se elegirá al candidato de la izquierda al gobierno de la Ciudad de México. Marcelo Ebrard días antes claramente se los había advertido a sus colaboradores, que se abstuvieran de participar o hacer algún pronunciamiento respecto de dicho proceso de elección. Bueno, pues, sobre aviso no hay engaño, y con esto es seguro que por ese desliz no se avizora un futuro prometedor en la carrera política de Rojas Díaz Durán. Ahora la pregunta es, ¿Quién será el tercer bocón que caerá? Porque hasta ahora ya van dos, recordemos que Martí Batres también el pasado septiembre cayó de manera fulminante como secretario de Desarrollo Social por haber hecho declaraciones imprudentes……….Los sobrecargos y pilotos de Mexicana de Aviación, hoy despedidos laboralmente, el martes, mientras se llevaba a cabo el debate entre los precandidatos panistas a la presidencia de la República, ellos simultáneamente se manifestaban a las afueras de la sede del PAN, y en sus pancartas se leía “ni un voto al PAN”, lo cual llamó la atención, porque debieron haber agregado, “ni tampoco al PRI”, o ¿acaso no creen que en lo oscurito este partido también avaló la medida arbitraria que los dejó sin fuente de trabajo? Ahí nada más se los dejamos para la reflexionen.

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