Affaires de Peña Nieto no afectan aspiraciones

De acuerdo con encuesta, 38% considera que se trata de situaciones frecuentes que no dañan la capacidad de alguien que busca obtener el cargo presidencial

Ulises Beltrán y Alejandro Cruz BGC, Ulises Beltrán y Asocs., S. C.


Poco conocidos, los affaires de Enrique Peña Nieto tienden a ser mal vistos por la opinión pública una vez que se entera. Sin embargo, para la mayoría, sus infidelidades no ponen en duda su capacidad para ser Presidente.

Asimismo, se piensa que alguien está detrás de las denuncias contra él hechas por la madre de uno de sus hijos con el fin de desprestigiarlo. En general, el precandidato único priista a la Presidencia sigue conservando una imagen favorable entre la población, según se observa en la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.

Junto con Andrés Manuel López Obrador, Peña Nieto es el aspirante presidencial del que más críticas recientes se saben, 43% dice haber escuchado alguna, pero se centran en sus confusiones o desconocimiento sobre libros y sus autores. Su infidelidad y los hijos fuera del matrimonio son mencionados mucho menos (gráfico 1).

Relativamente pocos están enterados sobre la información que el propio Peña Nieto ha dado sobre los hijos que tuvo fuera de su primer matrimonio (30%). Más desconocidas aún son las declaraciones de Maritza Díaz, con quien tuvo uno de esos hijos y que lo acusa de no ver por él (19%). En comparación, la población está significativamente más informada de sus desaciertos de diciembre sobre los libros que ha leído (gráfico 2).

Una vez informada la población entrevistada, se cree principalmente que alguien está detrás de Maritza Díaz con el propósito de desprestigiar a Peña Nieto (57%). Sólo 15% considera que ella está actuando de manera independiente.

Visto por segmentos de preferencias, en todos los grupos, se cree que Díaz está siendo utilizada, percepción que también comparten, aunque en menor medida, los panistas y los potenciales votantes de Andrés Manuel López Obrador (gráfico 3).

El hecho de que Peña Nieto haya tenido hijos fuera de su primer matrimonio tiende a dejar una mala impresión entre significativos sectores de la opinión pública: una mitad expresa molestia, desilusión o desconfianza, en tanto la otra mitad expresa indiferencia o no sabe qué opinar.

Sin embargo, predomina la creencia de que eso no afecta su aptitud para ser Presidente; 38% considera que se trata de situaciones frecuentes que no dañan la capacidad de alguien que aspira al cargo, y otro 31%, aunque cree que sí es inaceptable ese comportamiento, descarta que eso mine su idoneidad para encabezar el gobierno (gráfico 4).

Evidentemente, entre quienes prefieren a Peña Nieto se le da menos importancia a sus infidelidades. Entre los votantes potenciales del PAN o de López Obrador se extiende el rechazo a que alguien así pretenda la Presidencia, pero aún en esos segmentos prevalece más la idea de que esos affaires no ponen en tela de juicio sus capacidades.

En lo personal, la mayoría afirma que estas revelaciones sobre la vida privada de Enrique Peña Nieto la hacen pensar poco o nada que es un mal candidato (65%). Tampoco se cree que representen un obstáculo para que alcance el puesto (gráfico 5).

Tras conocer sobre las infidelidades del mexiquense, quienes se identifican como panistas o perredistas tienden a afirmar que su opinión sobre él empeoró o quedó igual de mal. Mientras tanto, los priistas continúan opinando bien o mejoran su punto de vista sobre él.

Finalmente, los votantes independientes dividen opiniones (gráfico 6), pues unos lo siguen teniendo en buen concepto (42%) y otros no (38%).

En resumidas cuentas (gráfico 7), la opinión sobre el precandidato único priista sigue siendo predominantemente positiva (buena/muy buena, 54%).

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