Soy totalmente “Prole”

Jorge Diaz

No sé si sea descuido, desinterés, menosprecio o hasta experimento, pero lo que sea es muy grave. No me refiero al error; en sí, que cometió Peña Nieto en la FIL Guadalajara, confundiendo a Carlos Fuentes con Enrique Krauze y sin dar pie con bola en las otras preguntas; después de todo, a muchos se nos olvidan las cosas. No me refiero al derecho que tiene la hija de éste, de sentirse enfadada con las críticas y burlas hacia su padre por la mencionada pifia.

Me refiero a que por no cuidar que esto no ocurriera, demuestran desprecio y desparpajo hacia quienes pretende gobernar. En política sí se tienen que cuidar los detalles y sí se debe saber cuándo cerrar la boca propia y la de los suyos. Si realmente interesa hacer un excelente papel, la clave es prevenir antes que lamentar. O qué, acaso como es un pueblo de “jodidos” no hay que preocuparse tanto por las formas, que de todas maneras ni ellos saben quién es Krauze, o Fuentes, y bien acostumbrados están a que no los bajen de “pendejos”.

No se deben tratar las apariciones públicas de un candidato como cualquier reunión-pachanga en el yate de uno de sus cuates. No se deben utilizar los foros de las redes sociales para despotricar contra quienes el padre pretende seducir para ganar el máximo poder de la república; ó ¿es que no les importa porque sea como sea llegará?

Acaso Peña Nieto no ubica que cientos de millones de mexicanos estamos conscientes de que quiere ser presidente del país y que eso, forzosamente requiere de un mínimo de preparación para que en la forma nos sintamos verdaderamente representados en su persona -en caso de que llegue a la presidencia, aclaro- y que nos evite la pena de sentir nuestra autoestima más y más abajo cada vez que abra la boca y demuestre su fragilidad.

No se preocupe Sr. Peña Nieto, no hay que leer volúmenes enteros de historia escrita por… pues por uno de esos que Usted no se acuerda, no! sólo con remontarse a la historia reciente es suficiente para pensar dos veces, si verdaderamente quiere acercarse irresponsablemente a la aspiración de un cargo como el de Presidente, acuérdese de Fox y la inmensa decepción que le causo a los mexicanos, porque la forma es fondo.

Lo que también me parece muy grave, es que no haya interés o suficiente influencia por parte de su grupo de asesores para prepararlo antes de cualquier aparición en público (¿dónde está su disciplina?) y de acordar un mínimo de comportamiento con quienes lo rodean; es decir, su familia. Que de una vez por todas entiendan que es época de tragar sapos sin hacer gestos, así es la política.

No son los errores cometidos, es el evidente desgano y la insultante arrogancia al no querer prevenirlos. ¿Qué le costaba informarse un poquito antes de esa participación en la FIL? ¿Qué tan difícil era dar una orden al interior de su familia para que aguantaran vara y no hicieran las cosas más grandes? No se trata únicamente de ser el candidato de facto, se trata de gobernar seis años; si no me cree, pregúntele a Calderón.

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