Xuchitl Vázquez Pallares
“Yo no soy la señora de la casa…”, dijo como justificación de su ignorancia del precio que tiene un kilo de tortillas, Enrique Peña Nieto.
Esa excusa deja mucho que desear desde muchos puntos de vista; 1) Tener desconocimiento del precio del alimento principal del pueblo de México. 2) Asignar a las mujeres ese “conocimiento”.
Sin embargo lo más grave es que si observamos el comportamiento, el discurso, del señor Enrique Peña, podemos llegar a la conclusión de que seguramente sus respuestas en caso de llegar a ser presidente de la República serán: Yo no sé…, yo no soy…, yo no fui… no me acuerdo.
¿Cómo llegamos a esta conclusión?, observando, leyendo, investigando. No olvidemos Atenco, la agresión, la prepotencia, la impunidad, los policías drogados violando mujeres, pateándolas, vejando el ser interno de todos los detenidos sin conciencia alguna.
No olvidemos que el Estado de México es donde se da el mayor caso de feminicidios, incluso mayor que en Ciudad Juárez. No olvidemos la evidente impunidad-corrupción-ilegalidad-injusticia ante el caso de Paulette. No olvidemos que Arturo Montiel está libre, a pesar de todo lo que robó, y peor no olvidemos que el tío Montiel es el modelo a seguir, que es una de las manos que mueve la marioneta creada por Televisa, el candidato “bombón” que quizás llegué a gobernar este país, no por su honorabilidad, no por sus conocimientos, no por su buen gobierno en el Estado de México, sino por ser un “producto de mercado”, creado por Televisa y los más oscuros intereses para hacerse de este país.
Sus críticos señalan que sus “500 compromisos” (firmados ante notario) no son logros tan importantes ni tan sustanciales. En los primeros cuatro años, el Estado de México tuvo un presupuesto de 600 mil millones de pesos y solamente destinó trece mil millones de pesos a obras (sólo el dos por ciento). Muchas de las obras construidas son concesiones otorgadas al sector privado hasta por 30 años.
La estrategia para que Peña Nieto llegue a la Presidencia ha sido la publicidad. Lucerito y La Gaviota anunciando “obras” y claro, la presencia constante en la televisión. Propaganda pagada, transmitida bajo el disfraz de información de interés público. No importa que haya una ley que lo prohíba (obviamente no ha habido sanción alguna).
Existe desde hace años un” plan de trabajo” puesto en marcha con y por Televisa que incluye diseño e investigación de opinión pública, asesoría política, estrategia de comunicación. Machacando por todos los medios la “certeza” de que Enrique Peña Nieto es “el bueno”, “el ganador”, el que “ya la tiene ganada”.
¿Y la democracia?, ¿y la opinión del pueblo?, ¿y los intereses de la nación?
Peña Nieto representa el lado más oscuro del PRI, y lo quieren hacer parecer como el “muñeco”, deseable. En lo de calificarlo o mostrarlo como muñeco no se equivocaron, pues Peña Nieto es manejado por los hilos, de Salinas, Montiel, el grupo Atlacomulco (la familia Hank). Todos ellos con antecedentes penales, todos ellos poseedores de enormes fortunas de origen oscuro e ilícito. Todos ellos vividores de la corrupción, de la ignorancia, del cochupo y la mentira.
¿Eso es lo que queremos?
Juan Villoro escribió sobre lo acontecido en la FIL de Guadalajara y Peña Nieto: “Lo que está en juego en el caso Peña Nieto no es su acercamiento a la cultura, sino lo que su pifia expresa de su condición política. El hombre que muchos ven como virtual presidente asistió a un acto público sin la menor preparación. ¿Actuará con la misma superficialidad en otras áreas? Hubiera sido sencillo que alguien de su equipo le pasara una lista con suficientes autores nacionales para lucir patriota, pero se sintió tan encima de la circunstancia que ni siquiera buscó una excusa del tipo: "Prefiero no decir títulos para no dejar fuera a nadie". Habló como quien cumple una rutina inerte, mostrando las posibilidades de un hombre hueco. No se equivocó un líder sino un robot. Peña Nieto no delató que estaba mal preparado, sino mal programado.
Tampoco calculó el paradójico peso que los libros tienen en un país donde los maestros no leen pero se espera que un líder sea tan excepcional que pueda mencionar tres títulos.
En México los libros adquieren una fuerza social compensatoria. Se habla de ellos en el tono reverencial que se le otorga al objeto sagrado, o por lo menos inaccesible. Esto explica que en Twitter la laguna cultural de Peña Nieto se transformara en un dinámico trending topic. ¿Cómo evaluar la condena masiva en las redes sociales? La lección política parece ser la siguiente: causa escándalo que el poderoso no domine una actividad que casi nadie practica, pero que se considera positiva; el libro puede ser ignorado por la mayoría, pero no por quien pretende gobernar. Al modo de una bola de cristal, semeja un recurso de poder, intangible y oracular. Por eso los políticos suelen tener bibliotecas escenográficas que no han leído”.
Se dice que el PRI aprendió de las derrotas ocurridas; lo que está haciendo, poniendo a un mal candidato a la Presidencia de la República, desmiente esta creencia.
Los partidos políticos, todos, tienen mucho que aprender, mucho que cambiar. La ciudadanía, el pueblo de México, está harto de tanta injusticia, de tanta mentira, de tanto cohecho, de tanto latrocinio, de tanta impunidad.
El voto en Michoacán no fue a favor del PRI, fue un voto de castigo a una mala administración de extracción perredista. Muchos no votaron por un partido sino por la persona. En realidad la ciudadanía ya rebasó a los partidos, ven más allá, buscan la esencia humana.
Están pasando hechos muy graves en el estado de Michoacán y en el país. Lo sucedido en Guerrero; la represión a muchachos normalistas, que al igual que los de Tirípetio y de muchas Normales más, sólo piden “educación de calidad”, presupuesto para buena alimentación, para una vida digna, piden plazas de trabajo sin tener que “pagar” por la plaza. Y reciben golpes y desempleo.
Mientras en México se mata a los manifestantes, a los estudiantes, a los normalistas, a los campesinos, a los líderes comunales. En la revista Time del día de ayer, se nombra “persona del año 2011” a los que protestan. A los que señalan las injusticias, a los que se rebelan contra los gobiernos y luchan por su libertad e identidad. Son los hombres y mujeres del año, pues es gracias a ellos, a los que alzan su voz, contra la injusticia, contra la impunidad que el mundo avanza.
Es paradójico que México tenga una pésima educación, y que tantos muchachos quieran trabajar enseñando y no se les de trabajo. Sobre todo que no se acabe de una vez por todas con el poder de Elba Esther Gordillo; que no se le enjuicie por tanto daño que ha hecho al país.
Lo que necesitamos para lograr el México anhelado, con justicia, paz, igualdad, es educación. Es urgente la educación en todos los ámbitos, no sólo a nivel escolar.
El yo no sé, el yo no fui, el no me acuerdo… son excusas muy socorridas por los gobernantes de todos los partidos. Es una práctica muestra de impunidad, corrupción y miseria moral.
Esta intrínsecamente relacionada con la práctica del “chivo expiatorio”. Se despide al procurador, al director de Seguridad Pública, etcétera. Y ellos callan, para lograr quizás les den de “consolación” por su silencio una asesoría, o alguna otra chamba, que les permita recibir un salario, como el que nunca más recibirán.
Y así, la cadena de injusticias crece y nos torna en esclavos del poder.
“Yo no soy la señora de la casa…”, dijo como justificación de su ignorancia del precio que tiene un kilo de tortillas, Enrique Peña Nieto.
Esa excusa deja mucho que desear desde muchos puntos de vista; 1) Tener desconocimiento del precio del alimento principal del pueblo de México. 2) Asignar a las mujeres ese “conocimiento”.
Sin embargo lo más grave es que si observamos el comportamiento, el discurso, del señor Enrique Peña, podemos llegar a la conclusión de que seguramente sus respuestas en caso de llegar a ser presidente de la República serán: Yo no sé…, yo no soy…, yo no fui… no me acuerdo.
¿Cómo llegamos a esta conclusión?, observando, leyendo, investigando. No olvidemos Atenco, la agresión, la prepotencia, la impunidad, los policías drogados violando mujeres, pateándolas, vejando el ser interno de todos los detenidos sin conciencia alguna.
No olvidemos que el Estado de México es donde se da el mayor caso de feminicidios, incluso mayor que en Ciudad Juárez. No olvidemos la evidente impunidad-corrupción-ilegalidad-injusticia ante el caso de Paulette. No olvidemos que Arturo Montiel está libre, a pesar de todo lo que robó, y peor no olvidemos que el tío Montiel es el modelo a seguir, que es una de las manos que mueve la marioneta creada por Televisa, el candidato “bombón” que quizás llegué a gobernar este país, no por su honorabilidad, no por sus conocimientos, no por su buen gobierno en el Estado de México, sino por ser un “producto de mercado”, creado por Televisa y los más oscuros intereses para hacerse de este país.
Sus críticos señalan que sus “500 compromisos” (firmados ante notario) no son logros tan importantes ni tan sustanciales. En los primeros cuatro años, el Estado de México tuvo un presupuesto de 600 mil millones de pesos y solamente destinó trece mil millones de pesos a obras (sólo el dos por ciento). Muchas de las obras construidas son concesiones otorgadas al sector privado hasta por 30 años.
La estrategia para que Peña Nieto llegue a la Presidencia ha sido la publicidad. Lucerito y La Gaviota anunciando “obras” y claro, la presencia constante en la televisión. Propaganda pagada, transmitida bajo el disfraz de información de interés público. No importa que haya una ley que lo prohíba (obviamente no ha habido sanción alguna).
Existe desde hace años un” plan de trabajo” puesto en marcha con y por Televisa que incluye diseño e investigación de opinión pública, asesoría política, estrategia de comunicación. Machacando por todos los medios la “certeza” de que Enrique Peña Nieto es “el bueno”, “el ganador”, el que “ya la tiene ganada”.
¿Y la democracia?, ¿y la opinión del pueblo?, ¿y los intereses de la nación?
Peña Nieto representa el lado más oscuro del PRI, y lo quieren hacer parecer como el “muñeco”, deseable. En lo de calificarlo o mostrarlo como muñeco no se equivocaron, pues Peña Nieto es manejado por los hilos, de Salinas, Montiel, el grupo Atlacomulco (la familia Hank). Todos ellos con antecedentes penales, todos ellos poseedores de enormes fortunas de origen oscuro e ilícito. Todos ellos vividores de la corrupción, de la ignorancia, del cochupo y la mentira.
¿Eso es lo que queremos?
Juan Villoro escribió sobre lo acontecido en la FIL de Guadalajara y Peña Nieto: “Lo que está en juego en el caso Peña Nieto no es su acercamiento a la cultura, sino lo que su pifia expresa de su condición política. El hombre que muchos ven como virtual presidente asistió a un acto público sin la menor preparación. ¿Actuará con la misma superficialidad en otras áreas? Hubiera sido sencillo que alguien de su equipo le pasara una lista con suficientes autores nacionales para lucir patriota, pero se sintió tan encima de la circunstancia que ni siquiera buscó una excusa del tipo: "Prefiero no decir títulos para no dejar fuera a nadie". Habló como quien cumple una rutina inerte, mostrando las posibilidades de un hombre hueco. No se equivocó un líder sino un robot. Peña Nieto no delató que estaba mal preparado, sino mal programado.
Tampoco calculó el paradójico peso que los libros tienen en un país donde los maestros no leen pero se espera que un líder sea tan excepcional que pueda mencionar tres títulos.
En México los libros adquieren una fuerza social compensatoria. Se habla de ellos en el tono reverencial que se le otorga al objeto sagrado, o por lo menos inaccesible. Esto explica que en Twitter la laguna cultural de Peña Nieto se transformara en un dinámico trending topic. ¿Cómo evaluar la condena masiva en las redes sociales? La lección política parece ser la siguiente: causa escándalo que el poderoso no domine una actividad que casi nadie practica, pero que se considera positiva; el libro puede ser ignorado por la mayoría, pero no por quien pretende gobernar. Al modo de una bola de cristal, semeja un recurso de poder, intangible y oracular. Por eso los políticos suelen tener bibliotecas escenográficas que no han leído”.
Se dice que el PRI aprendió de las derrotas ocurridas; lo que está haciendo, poniendo a un mal candidato a la Presidencia de la República, desmiente esta creencia.
Los partidos políticos, todos, tienen mucho que aprender, mucho que cambiar. La ciudadanía, el pueblo de México, está harto de tanta injusticia, de tanta mentira, de tanto cohecho, de tanto latrocinio, de tanta impunidad.
El voto en Michoacán no fue a favor del PRI, fue un voto de castigo a una mala administración de extracción perredista. Muchos no votaron por un partido sino por la persona. En realidad la ciudadanía ya rebasó a los partidos, ven más allá, buscan la esencia humana.
Están pasando hechos muy graves en el estado de Michoacán y en el país. Lo sucedido en Guerrero; la represión a muchachos normalistas, que al igual que los de Tirípetio y de muchas Normales más, sólo piden “educación de calidad”, presupuesto para buena alimentación, para una vida digna, piden plazas de trabajo sin tener que “pagar” por la plaza. Y reciben golpes y desempleo.
Mientras en México se mata a los manifestantes, a los estudiantes, a los normalistas, a los campesinos, a los líderes comunales. En la revista Time del día de ayer, se nombra “persona del año 2011” a los que protestan. A los que señalan las injusticias, a los que se rebelan contra los gobiernos y luchan por su libertad e identidad. Son los hombres y mujeres del año, pues es gracias a ellos, a los que alzan su voz, contra la injusticia, contra la impunidad que el mundo avanza.
Es paradójico que México tenga una pésima educación, y que tantos muchachos quieran trabajar enseñando y no se les de trabajo. Sobre todo que no se acabe de una vez por todas con el poder de Elba Esther Gordillo; que no se le enjuicie por tanto daño que ha hecho al país.
Lo que necesitamos para lograr el México anhelado, con justicia, paz, igualdad, es educación. Es urgente la educación en todos los ámbitos, no sólo a nivel escolar.
El yo no sé, el yo no fui, el no me acuerdo… son excusas muy socorridas por los gobernantes de todos los partidos. Es una práctica muestra de impunidad, corrupción y miseria moral.
Esta intrínsecamente relacionada con la práctica del “chivo expiatorio”. Se despide al procurador, al director de Seguridad Pública, etcétera. Y ellos callan, para lograr quizás les den de “consolación” por su silencio una asesoría, o alguna otra chamba, que les permita recibir un salario, como el que nunca más recibirán.
Y así, la cadena de injusticias crece y nos torna en esclavos del poder.
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