Seguridad Nacional y Fuero de Guerra

Jorge Alejandro Medellín

Circula en las redes sociales una intensa campaña con la que se intenta concientizar a alguna porción de la ciudadanía sobre los peligros de que la minuta de la Ley de Seguridad Nacional (LSN), modificada por legisladores federales a partir de percepciones marcadas por la incontrolable actividad criminal, sea aprobada en cualquier momento en una suerte de ofensiva dirigida desde Los Pinos.

La avalancha de sucesos que en los últimos días ha sellado la urgencia y el desasosiego que se vive en torno el presidente Felipe Calderón, cuyo gabinete se disuelve conforme se termina el penúltimo año de su mandato, es el común denominador que envuelve la intentona de aprobar una ley que en sus detalles finos (y no tanto) implicará un recrudecimiento de la violencia oficial hacia la sociedad civil.

Al asesinato de dos jóvenes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, se suman nuevas ejecuciones de ciudadanos, atentados contra mandos policiacos de distintos niveles en el norte del país, reiteradas acusaciones provenientes del extranjero señalando la ineficacia de gobierno panista de Calderón para frenar la delincuencia en cualquiera de sus formas y la insistencia para que mecanismos como el Fuero de Guerra sea urgentemente modificado para evitar más abusos.

La lista de advertencias en las redes sociales es prolija en escenarios de riesgo para la población en caso de que la LSN se apruebe como está en la Cámara de Diputados.

El listado señala lo siguiente en caso de que la LSN se apruebe en estos días:

1. Perderás tus derechos más básicos, como el derecho a la vida y a la privacidad; y podrás ser molestado por la autoridad sin orden para ello.

2. El Ejército y las corporaciones policíacas podrán intervenir tu teléfono o ingresar a tu casa sin orden judicial.

3. Toda la información que tienes en sitios como Facebook, Twitter, Gmail, Hotmail y Yahoo, podrá ser utilizada por las fuerzas de seguridad en tu contra.

4. El Ejército podrá llevar a cabo detenciones arbitrarias, revisiones de personas, autos, teléfonos, sin ningún tipo de orden judicial.

5. Una vez detenid@ (aún si no hiciste nada), será legal que te torturen “para obtener información”.

6. Una llamada anónima podrá ser razón suficiente para que el Ejército, la Marina o la Policía ingresen a tu casa.

7. Se eliminará en los hechos la separación de poderes ya que el presidente, sin consultar a nadie, podrá usar al Ejército en contra de la población cuando lo considere necesario.

8. Los movimientos sociales (como los estudiantiles, laborales o electorales) podrán ser considerados como “obstáculos” para la seguridad nacional, y por lo mismo, podrán ser reprimidos por el Ejército.

9. No podrás denunciar el abuso de las autoridades ya que entonces estarías “impidiendo” actuar a las autoridades, y por ese sólo hecho se te podría considerar una amenaza para la seguridad nacional.

Lo cierto es que muchos de estos puntos ocurren regularmente en varios estados del país. Los abusos y crímenes de militares y policías federales, estatales y municipales han sido la moneda de cambio en la guerra calderonista contra el narco.

El asesinato de civiles inocentes en retenes militares o durante operaciones contra cárteles ha dado pie a la intervención de instancias nacionales y extranjeras demandando el esclarecimiento de estos casos y penas carcelarias para los responsables uniformados de estos actos y para sus jefes en la escala de mando.

La modificación el Fuer de Guerra ordenada por Calderón comienza a dar frutos, pero esto ha sido posible gracias a la presión nacional y sobre todo internacional para que en México se dé el pleno respeto a los derechos humanos, sobre todo en el contexto de la cruenta lucha antidrogas que ha cobrado decenas de miles de muertos.

No ha habido abierta voluntad del gobierno federal ni de las instituciones involucradas para llevar estos cambios sustanciales adelante. En tanto, la posible aprobación de la LSN se convierte más en una sombra, una amenaza que oficializaría los abusos y daría manga ancha a una acción desesperada del panismo en el poder para justificar en alguna medida el desastre en el que se convirtió un mandato que prometió miles de empleos y a cambio ha dejado muertos, baja calidad educativa, amento en el consumo de drogas, miles de jóvenes desocupados, más de 30 mil millones de dólares lavados por el narco en México e incertidumbre como moneda de cambio.

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