Marco A. Flota / Grillotina
Carlos Fuentes declaró que Enrique Peña Nieto tiene derecho a no leer sus obras, aunque, según el candidato priísta sí leyó su libro “La Silla del Águila”, pero le atribuyó la autoría a Enrique Krauze, quizá porque éste también es una estrella de Canal de las Estrellas. Posiblemente el resquemor de Fuentes es por la posibilidad que Peña Nieto, de llegar a Los Pinos, cambie el águila de la silla presidencial por una Gaviota. El caso es que el reconocido escritor declaró que a lo que no tiene derecho Peña Nieto es a “pretender gobernar desde la ignorancia”.
Lógico que Ernesto Cordero y Santiago Creel coincidan, al iniciar sus precampañas, en refutar al Gelboy: Éste declaró que podrá olvidársele el nombre de algún autor, pero no se le olvidan la violencia, la miseria y la desesperanza que viven millones de mexicanos, a lo que los otros respondieron que también se le olvidan las tropelías de 70 años del priísmo.
Josefina Vázquez Mota no ha criticado la falta de conocimientos literarios de Peña, quizá para que no le recuerden que ella es autora de un libro que le haría perder votos masculinos: Titulado: “¡Dios mío, hazme viuda por favor!” (Petición que quizá tengamos que secundar los mexicanos si doña Chepina llega a Los Pinos y su marido resulta un “Martito”).
Pero cuando un escritor tan serio, poco dado, a los exabruptos como José Emilio Pacheco califica de “caído” a Peña Nieto, hay que preguntarse si su dislate literario realmente está afectando a Peña Nieto. En un evento celebrado nada menos que en el Palacio de Bellas Artes, que sido foro para voces de cumbres culturales de México como Juan Gabriel, declaró Pacheco:
“Pobre, yo no quisiera ensañarme con ningún caído, pero a mí me parece una auténtica tragedia no de este señor, sino de México, un fracaso de todos los que trabajamos en la cultura mexicana”.
¡Toma chango tu banana!”, como diría la garganta autorizada del narrador del futbol en Televisión Azteca.
Las palabras de don José Emilio fueron rubricadas por aplausos de otros participantes en el evento, como Carlos Fuentes- ¡lógico!-, Vicente Rojo- ¿volverá Peña a usar sus camisas del mismo color?- y don Carlos Slim, primer vendedor de libros en este país, a través de sus Sanborns.
¿Pero usted también cree, realmente, que se despeña
Nieto? Bueno, si realizáramos una breve encuesta, formulando la pregunta anterior a notables personajes, quizá obtendríamos respuestas como las siguientes:
“¡Yo le diría al candidato que no tiene que pedirle Pichichi a esos intelectuales, Garza!” (Ego Sánchez)
“¡No te equivoques Hugo: son pinchelectuales” (Polo Polo)
“Tranquilo, tocayo: igual se metían conmigo cuando cometía un error con la Selección Nacional” (El Halcón Peña, capitán del TRI en México 70)
“Perdóneme, pero no lo puedo atender: Estoy leyendo mi Libro Vaquero” (Chente Fox)
“¡Ay, Peña, Peñita, Peña...!” (Sarita Montiel cantando el famoso cuplé).
“Nuestro candidato no es inculto, conoce toda la obra de Paz. Puede cantarles cualquier canción de Espinoza Paz” (Pedro Joaquín, líder del PRI).
“Y también es admirador de Fuentes. De mi maestro Rubén Fuentes, autor de “La Bikina” (Marco Antonio Muñiz).
“¿Y con esa cultura quiere ser Presidente? “La vida es sueño”, como dijo mi tocayo De la Barca” (Calderón).
“¡Qué ignorante: Calderón no es el de “La Barca”, esa canción es de Cantoral” (Beatriz Paredes)
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PAN....
-¿En la boleta de la elección interna colocaron a Creel 1, Cordero 2 y Vázquez Mota 3 por orden alfabético?
-No, por orden de desaparición...
EPIGRILLO
Si el PAN decide expulsar
a Clouthier- “Maquio” hijo-, dejará un hueco canijo, muy difícil de llenar.
Carlos Fuentes declaró que Enrique Peña Nieto tiene derecho a no leer sus obras, aunque, según el candidato priísta sí leyó su libro “La Silla del Águila”, pero le atribuyó la autoría a Enrique Krauze, quizá porque éste también es una estrella de Canal de las Estrellas. Posiblemente el resquemor de Fuentes es por la posibilidad que Peña Nieto, de llegar a Los Pinos, cambie el águila de la silla presidencial por una Gaviota. El caso es que el reconocido escritor declaró que a lo que no tiene derecho Peña Nieto es a “pretender gobernar desde la ignorancia”.
Lógico que Ernesto Cordero y Santiago Creel coincidan, al iniciar sus precampañas, en refutar al Gelboy: Éste declaró que podrá olvidársele el nombre de algún autor, pero no se le olvidan la violencia, la miseria y la desesperanza que viven millones de mexicanos, a lo que los otros respondieron que también se le olvidan las tropelías de 70 años del priísmo.
Josefina Vázquez Mota no ha criticado la falta de conocimientos literarios de Peña, quizá para que no le recuerden que ella es autora de un libro que le haría perder votos masculinos: Titulado: “¡Dios mío, hazme viuda por favor!” (Petición que quizá tengamos que secundar los mexicanos si doña Chepina llega a Los Pinos y su marido resulta un “Martito”).
Pero cuando un escritor tan serio, poco dado, a los exabruptos como José Emilio Pacheco califica de “caído” a Peña Nieto, hay que preguntarse si su dislate literario realmente está afectando a Peña Nieto. En un evento celebrado nada menos que en el Palacio de Bellas Artes, que sido foro para voces de cumbres culturales de México como Juan Gabriel, declaró Pacheco:
“Pobre, yo no quisiera ensañarme con ningún caído, pero a mí me parece una auténtica tragedia no de este señor, sino de México, un fracaso de todos los que trabajamos en la cultura mexicana”.
¡Toma chango tu banana!”, como diría la garganta autorizada del narrador del futbol en Televisión Azteca.
Las palabras de don José Emilio fueron rubricadas por aplausos de otros participantes en el evento, como Carlos Fuentes- ¡lógico!-, Vicente Rojo- ¿volverá Peña a usar sus camisas del mismo color?- y don Carlos Slim, primer vendedor de libros en este país, a través de sus Sanborns.
¿Pero usted también cree, realmente, que se despeña
Nieto? Bueno, si realizáramos una breve encuesta, formulando la pregunta anterior a notables personajes, quizá obtendríamos respuestas como las siguientes:
“¡Yo le diría al candidato que no tiene que pedirle Pichichi a esos intelectuales, Garza!” (Ego Sánchez)
“¡No te equivoques Hugo: son pinchelectuales” (Polo Polo)
“Tranquilo, tocayo: igual se metían conmigo cuando cometía un error con la Selección Nacional” (El Halcón Peña, capitán del TRI en México 70)
“Perdóneme, pero no lo puedo atender: Estoy leyendo mi Libro Vaquero” (Chente Fox)
“¡Ay, Peña, Peñita, Peña...!” (Sarita Montiel cantando el famoso cuplé).
“Nuestro candidato no es inculto, conoce toda la obra de Paz. Puede cantarles cualquier canción de Espinoza Paz” (Pedro Joaquín, líder del PRI).
“Y también es admirador de Fuentes. De mi maestro Rubén Fuentes, autor de “La Bikina” (Marco Antonio Muñiz).
“¿Y con esa cultura quiere ser Presidente? “La vida es sueño”, como dijo mi tocayo De la Barca” (Calderón).
“¡Qué ignorante: Calderón no es el de “La Barca”, esa canción es de Cantoral” (Beatriz Paredes)
¡RRIINNGG!
-Bueno, el PAN....
-¿En la boleta de la elección interna colocaron a Creel 1, Cordero 2 y Vázquez Mota 3 por orden alfabético?
-No, por orden de desaparición...
EPIGRILLO
Si el PAN decide expulsar
a Clouthier- “Maquio” hijo-, dejará un hueco canijo, muy difícil de llenar.
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