“Todo fue muy rápido”, señaló el gobernador; regresaba a su casa con su esposa y otro familiar, dice.
Leopoldo Ramos, corresponsal
Torreón, Coah. El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, aseguró que no estuvo en “peligro inminente” durante el atentado que ocurrió el domingo por la tarde contra uno de los vehículos que integra la columna de seguridad que lo custodiaba rumbo a su casa en el Fraccionamiento San Alberto, al norte de Saltillo.
“Todo fue muy rápido y haciendo la revisión de los hechos no estuvimos en un peligro inminente”, aseguró a medios de comunicación de Torreón y dijo que se trasladaba junto con su esposa la diputada federal Carolina Viggiano Austria y con otro familiar con quienes estuvo por la tarde en las instalaciones de Palacio de Gobierno y en dos museos del centro histórico de Saltillo.
El domingo después de las cinco de la tarde el gobernador se dirigía a su casa y el vehículo de avanzada tripulado por sus escoltas fue atacado a balazos por un grupo de pistoleros que se encontraba a bordo de una camioneta Lincoln color gris. El ataque ocurrió en la esquina del bulevar Luis Donaldo Colosio y Eulalio Gutiérrez, a unos 100 metros del acceso al fraccionamiento donde el mandatario tiene su residencia.
Fuentes al interior del gobierno estatal aseguraron que entre el vehículo atacado y el que conducía el gobernador había una distancia calculada de dos minutos. Moreira dijo que tras el ataque su equipo de seguridad inmediata lo introdujo con rapidez al fraccionamiento y después a su vivienda.
“Al aproximarme a mi domicilio fui alertado por mis escoltas de que algo sucedía y ellos hicieron un procedimiento en el cual me introdujeron al fraccionamiento donde vivo. A mí solamente me tocó ver la movilización”, señaló Moreira en declaraciones que el Siglo de Torreón consigna en su página de Internet.
Leopoldo Ramos, corresponsal
Torreón, Coah. El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez, aseguró que no estuvo en “peligro inminente” durante el atentado que ocurrió el domingo por la tarde contra uno de los vehículos que integra la columna de seguridad que lo custodiaba rumbo a su casa en el Fraccionamiento San Alberto, al norte de Saltillo.
“Todo fue muy rápido y haciendo la revisión de los hechos no estuvimos en un peligro inminente”, aseguró a medios de comunicación de Torreón y dijo que se trasladaba junto con su esposa la diputada federal Carolina Viggiano Austria y con otro familiar con quienes estuvo por la tarde en las instalaciones de Palacio de Gobierno y en dos museos del centro histórico de Saltillo.
El domingo después de las cinco de la tarde el gobernador se dirigía a su casa y el vehículo de avanzada tripulado por sus escoltas fue atacado a balazos por un grupo de pistoleros que se encontraba a bordo de una camioneta Lincoln color gris. El ataque ocurrió en la esquina del bulevar Luis Donaldo Colosio y Eulalio Gutiérrez, a unos 100 metros del acceso al fraccionamiento donde el mandatario tiene su residencia.
Fuentes al interior del gobierno estatal aseguraron que entre el vehículo atacado y el que conducía el gobernador había una distancia calculada de dos minutos. Moreira dijo que tras el ataque su equipo de seguridad inmediata lo introdujo con rapidez al fraccionamiento y después a su vivienda.
“Al aproximarme a mi domicilio fui alertado por mis escoltas de que algo sucedía y ellos hicieron un procedimiento en el cual me introdujeron al fraccionamiento donde vivo. A mí solamente me tocó ver la movilización”, señaló Moreira en declaraciones que el Siglo de Torreón consigna en su página de Internet.
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