Preceptos de antier

Ricardo Eguia

Cuando un instrumento, un utensilio, una herramienta o un trasto se estropea y es un cacharro lo dejamos de usar…

Igual sucede cuando una doctrina, un conjunto de ideas, de dogmas o un modelo resulta inoperante, inviable y se transforma en una antigualla lo excluimos, lo desestimamos y lo suplimos para dar paso al progreso y no vivir atrapados en el pasado.

De esta guisa, la humanidad con esa impronta evolutiva natural y en su permanente búsqueda de mejores estadios dejó atrás los modelos económicos vetustos e inoperantes del feudalismo, el colonialismo, el comunismo y la cerrazón aislacionista de nacionalismos a ultranza para acceder a un modelo capitalista supuestamente más justo, eficaz y solidario…

“Dejar hacer y dejar pasar” fue apotegma del capitalismo rudimentario y en los entresijos de una placenta incubaba el monstruo acomodaticio, con el disfraz de democracia social llamado neoliberalismo y que con frenesí depredador irrumpió privatizando los bienes propiedad de las Naciones para debilitar al Estado y sepultar su rectoría económica atemperadora de excesos e injusticias…

Arrasaron los neoliberales, se apropiaron como decía mi abuelito “de cercas, melgas y callejones”, perturbaron virtudes como el trabajo honesto, trastocaron el concepto de riqueza como fruto del esfuerzo, la austeridad y del ahorro; trasmutaron con sofismas los valores y le confirieron al latrocinio, al fraude, al engaño, al robo y al saqueo sofisticado basado en triquiñuelas financieras o especulativas, categoría de dogmas pestilentes…

Luego a ritmo de apocalipsis catapultaron la globalización y los fanatismos del mercado salvaje, la excesiva desregulación bancaria, financiera y especulativa, la “infalibilidad” de las Calificadoras, las crisis cíclicas inducidas, los rescates bancarios con recursos públicos, devaluaciones orquestadas, planes de ajuste draconianos entronizando un nuevo despotismo donde bellacos tecnócratas enriquecidos comulgan en una nueva y nefasta religión cuyo mandamiento toral es: ¡Todo para el mercado, nada para el pueblo!!!

Con pico y pala, ni siquiera cincelando, los tecnócratas desmontan, se dedican a demoler el efímero “estado de bienestar”…

Sin oficio político ni sensibilidad social se presentaban con soberbia y la prepotencia que singulariza a esa cofradía como los salvadores de la humanidad y que presuponían contar con las herramientas para “olfatear”, para detectar y para evitar las crisis económicas…hoy todos no solo sabemos que ellos las diseñan, las articulan y las detonan con insaciable voracidad y fruición perversa, convirtiéndolos en los buitres, también en sepultureros de las economías nacionales.

De ahí que si el capitalismo globalizador neoliberal ha sufrido el más estrepitoso colapso y su modelo económico está totalmente agotado, no procede más que modificarlo e impedirles a los “sacerdotes”, predicadores, profetas, capitanes y beneficiarios palaciegos de la dictadura del capitalismo trasnacional confabulados con plutarquillos criollos bien rentados insistan obcecados en la repetición de las mismas prácticas dañinas y la repetición de preceptos no de ayer, sino que por su rápido anacronismo vienen siendo preceptos de anteayer…

Es aquí donde entendemos a la escritora rusa Alissa Zinovievna cuando en su novela “Morir más de una vez” advierte lo que en México todos percibimos una realidad densa, oscura, pletórica de aberraciones y que sucintamente ella cataloga como una sociedad condenada cuando para producir se necesita la autorización de los que no producen nada; cuando comprueba que el dinero fluye hacia quienes especulan y trafican con bienes ajenos, favores, contratismo y drogas; cuando percibe que pocos se hacen ricos por el soborno, el peculado, el tráfico de influencias, más que por trabajar; que las leyes no protegen a la población contra malos gobernantes autoritarios, sino que por el contrario son ellos los que tuercen el derecho y se refugian detrás de las leyes para violarlas; cuando la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un acto de sacrificio que pocos reconocen…entonces dice, segura está de que se vive en una sociedad condenada al perpetuo abuso, al atraso y la miseria…

¡Debemos enterrar, no fortalecer el modelo económico colapsado dice el sociólogo y politólogo inglés Colin Crouch en su libro “Strange non death of neoliberalism” agregando que es una cruel paradoja que los beneficiarios de la crisis mundial sean los mismos bancos, las calificadoras, las financieras, los especuladores, los fondos buitre, los delincuentes y defraudadores de cuello blanco que fueron los que la provocaron!!!

Se pregunta ese sesudo analista ¿Cómo el absurdo de que la crisis provocada (2008-2009 y hasta la fecha) por los bancos e intermediarios financieros en lugar de correcciones, regulaciones estrictas y desmantelamiento del modelo fracasado, ahora destruyan impunemente el “Estado de bienestar” para que países enteros paguen los platos rotos por los neoliberales globalofílicos despellejantes e insaciables???

Lo peor es que a estos saqueos sistematizados de la riqueza de los pueblos y la pobreza a la que los rebajan conlleva además de indignación y enfrentamientos, viene aparejando un desvanecimiento de las ideologías, pérdida de identidad política de los partidos, precaria discusión programática, pobre oferta y de propuestas de solución, reduciendo todo a la injuria, la descalificación y la degradación, esto es, muy baja calidad democrática…

Llegan en aluvión la impericia, la improvisación, el autoritarismo y la mediocracia sienta sus reales en el gobierno detentado por papanatas, inmorales, rateros, salteadores, politicastros, alcahuetes, estafadores y lacayos del capital trasnacional, por ende también entreguistas resbaladizos con el “alma de la escoria y sin alma social”.

El pan-gobierno colgado de su ideario ultraconservador se aferra a ese modelo económico agotado y sus únicas prioridades son mantener las variables macroeconómicas; los privilegios y exenciones fiscales; estancamiento de la economía; abandono de un proyecto propio e independiente de desarrollo económico; agotamiento de un sistema económico; presupuestos reduccionistas focalizados al pago de la deuda y al gasto corriente inútil; enorme deuda soberana; apertura indiscriminada a productos extranjeros subsidiados; falta de regulación y manga ancha a las subsidiarias bancarias mexicanas con matrices en el extranjero que se llevan las utilidades producto de la usura tolerada y ha dejado a las élites bancarias, financieras y bursátiles ratas intocadas…

En este contexto se da el jaloneo entre la “Asociación Mexicana de Bancos” y la “Comisión Nacional Bancaria y de valores”, pues se oponen al proyecto de Reglamento al que deberá sujetarse las Casas de Bolsa ya que con las actuales regulaciones no hay seguridad jurídica para quienes consumen productos bursátiles…

Las calificadoras (tres a nivel mundial) son un oligopolio y concentran el 90% del mercado mundial y su ética es muy cuestionable, carecen de transparencia y sus metologías están cargadas de interés, parcialidad y subjetividad, desde el momento mismo que el calificado les paga y a ellas nadie las evalúa…No aportan confianza, no aportan claridad, nadie las controla, han adquirido desmesurado peso sobre las economías del mundo convirtiéndose en parte del problema al desencadenar contagios inmediatos a nivel global y son ya un poder supranacional detestable…

Esas mismas tres Calificadoras tuvieron responsabilidad directa en los casos de “ENRON” y “LEHMAN BROTHERS” y son directas responsables de inflar la burbuja de los “activos tóxicos” y son tan perniciosas que el gobernador del Banco Central Austriaco dijo de la “Standard and poors” “Fitch” y “Moodys” que su “poder de castigar a países es más grande que la de Dios…” para que los bancos sean rescatados con dinero público, se devoran los ahorros de la población y aparezcan los jinetes del apocalipsis: El desempleo, la pobreza, más impuestos, más inflación, devaluación de las monedas y recesión que impide el desarrollo económico, esto es, la parálisis con más deuda lo cual abona a la total regresión…

Tan fácil que sería, sí hubiera voluntad política, de establecer auténticas regulaciones a los Bancos, a las Calificadoras, a las AFORES (“SIEFORES” el brazo inversionista de los recursos propiedad de los trabajadores…son $120,000 millones de dólares) a las Bolsas y a los intermediarios financieros para evitar esas crisis del capitalismo voraz…

El círculo virtuoso es: Capital más trabajo, salarios remuneradores, productividad, consumo (mercado interno) utilidades, impuestos, reinversión y bienestar…

El crédito no lo incluyo porque en México los bancos extranjeros viven del pagaré FOBAPROA-IPAB, las comisiones y crédito al consumo con tasas de usura más altas que en sus matrices…el crédito bancario no pinta en el PIB…son los únicos felices con sus ganancias brutales y arriesgando además el dinero de las pensiones de la clase trabajadora, oprimida, hambrienta y victima ahora también de la apropiación de 600,000 millones de pesos, habida cuenta de la última reforma a la LEY DEL “INFONAVIT” con la cual se abre de nuevo la puerta a los bancos para que “jueguen” con los ahorros de los trabajadores en las mesas de dinero y en las Bolsas aquí y en el extranjero en plena crisis global ¡UN VERDADERO CRIMEN!!!

¿Qué nadie puede parar ésta “economía de Casino” que controlan unos pocos vivales y malhechores nacionales e internacionales???

¿Esperan a que estalle la indignación mundial contra los perpetuos defraudadores que están arrasando al mundo?

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