Son tan peligrosos como los medios de comunicación sin control, afirma el senador
Políticos sin ideas ponen en riesgo la democracia: Beltrones
Advierte Woldenberg sobre las presiones de los poderes fácticos ante posibles nuevas reformas
Alonso Urrutia
En un sistema democrático es tan peligroso que haya medios de comunicación sin control y sin ideas, como que haya políticos sin idea de qué hacer cuando ganen las elecciones, sostuvo Manlio Fabio Beltrones, ex aspirante presidencial del PRI, en el segundo Foro sobre la Democracia Latinoamericana.
Defendió los alcances de la reforma electoral que delineó un nuevo esquema de comunicación política al restringir la compra de espacios en radio y televisión, y advirtió que de la experiencia de los comicios de 2012 se desprenderán cambios en un esquema que para el proceso actual difundirá 43 millones de mensajes.
Beltrones se refirió a la inacción del Congreso en cuanto a las reformas sobre radio y televisión. Subrayó que se ha impulsado el fortalecimiento de los órganos reguladores que deben ser verdaderamente independientes, instrumentando un mecanismo de designación transexenal para romper con la posible injerencia indebida en su operación. Insistió en la necesidad de dar uso inteligente a los espots en radio y televisión, aunque reconoció la necesidad de revisar este esquema para no depender tanto de esos mensajes.
El senador consideró naturales las reticencias sobre el esquema de comunicación política en algunos sectores, aunque reivindicó el modelo, el cual puede perfeccionarse después de 2012.
Señaló la necesidad de reformar el esquema de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, confiriéndole un carácter autónomo del Ejecutivo federal, así como para fortalecer su actuación. Sostuvo que este es un tema en que el Ejecutivo siempre se ha opuesto.
Además, Beltrones habló de las reformas necesarias para consolidar la democracia mexicana; enfatizó que en algunos temas, como el de los millones de espots, se ha reconocido la necesidad de modificar el esquema, pero el IFE, para no poner en riesgo la elección, optó por aplicar el mismo modelo.
Durante el foro organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE), la Organización de Estados Americanos y la Universidad Nacional Autónoma de México, el ex presidente del instituto José Woldenberg cuestionó las virtudes de una reforma que permite controlar la influencia del dinero pero introduce distorsiones, como reducir los planteamientos políticos a mensajes de 30 segundos.
Advirtió sobre las presiones de los poderes fácticos contra un modelo que modificó el gasto de los partidos en las contiendas, desde que se aprobó la reforma que desató una reacción intensa de los medios de comunicación.
Woldenberg dijo que esta postura no obedeció a la reforma que prohibió la compra de espacios en radio y televisión, sino a la posible derivación en nuevas modificaciones a la ley respectiva motivadas por el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inconstitucionales varios artículos de la llamada ley Televisa.
Sin embargo, agregó, han pasado cuatro años desde aquella decisión sin que el Congreso haya cambiado la legislación de acuerdo con los criterios de los ministros. El dilema es si los poderes constitucionales van a poder controlar a los fácticos o si éstos incidirán en los poderes constitucionales.
El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, alertó sobre la caída de credibilidad en los sistemas democráticos latinoamericanos, de acuerdo con el Informe Latinobarómetro 2011. En ese documento se advierte sobre la concepción ciudadana de que la democracia está incompleta, es incapaz de generar más justicia social o de reducir la corrupción de los gobiernos; "es cierto que las democracias no son perfectas, pero sí perfectibles".
En la mesa sobre el papel del dinero y la captura del Estado, donde los ponentes cuestionaron la debilidad de la fiscalización, Ernesto Cordero, aspirante presidencial del PAN, elogió la política fiscal de la actual administración y sus fortalezas que, dijo, le permitieron sortear la crisis de 2008 con políticas contracíclicas.
Políticos sin ideas ponen en riesgo la democracia: Beltrones
Advierte Woldenberg sobre las presiones de los poderes fácticos ante posibles nuevas reformas
Alonso Urrutia
En un sistema democrático es tan peligroso que haya medios de comunicación sin control y sin ideas, como que haya políticos sin idea de qué hacer cuando ganen las elecciones, sostuvo Manlio Fabio Beltrones, ex aspirante presidencial del PRI, en el segundo Foro sobre la Democracia Latinoamericana.
Defendió los alcances de la reforma electoral que delineó un nuevo esquema de comunicación política al restringir la compra de espacios en radio y televisión, y advirtió que de la experiencia de los comicios de 2012 se desprenderán cambios en un esquema que para el proceso actual difundirá 43 millones de mensajes.
Beltrones se refirió a la inacción del Congreso en cuanto a las reformas sobre radio y televisión. Subrayó que se ha impulsado el fortalecimiento de los órganos reguladores que deben ser verdaderamente independientes, instrumentando un mecanismo de designación transexenal para romper con la posible injerencia indebida en su operación. Insistió en la necesidad de dar uso inteligente a los espots en radio y televisión, aunque reconoció la necesidad de revisar este esquema para no depender tanto de esos mensajes.
El senador consideró naturales las reticencias sobre el esquema de comunicación política en algunos sectores, aunque reivindicó el modelo, el cual puede perfeccionarse después de 2012.
Señaló la necesidad de reformar el esquema de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, confiriéndole un carácter autónomo del Ejecutivo federal, así como para fortalecer su actuación. Sostuvo que este es un tema en que el Ejecutivo siempre se ha opuesto.
Además, Beltrones habló de las reformas necesarias para consolidar la democracia mexicana; enfatizó que en algunos temas, como el de los millones de espots, se ha reconocido la necesidad de modificar el esquema, pero el IFE, para no poner en riesgo la elección, optó por aplicar el mismo modelo.
Durante el foro organizado por el Instituto Federal Electoral (IFE), la Organización de Estados Americanos y la Universidad Nacional Autónoma de México, el ex presidente del instituto José Woldenberg cuestionó las virtudes de una reforma que permite controlar la influencia del dinero pero introduce distorsiones, como reducir los planteamientos políticos a mensajes de 30 segundos.
Advirtió sobre las presiones de los poderes fácticos contra un modelo que modificó el gasto de los partidos en las contiendas, desde que se aprobó la reforma que desató una reacción intensa de los medios de comunicación.
Woldenberg dijo que esta postura no obedeció a la reforma que prohibió la compra de espacios en radio y televisión, sino a la posible derivación en nuevas modificaciones a la ley respectiva motivadas por el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que declaró inconstitucionales varios artículos de la llamada ley Televisa.
Sin embargo, agregó, han pasado cuatro años desde aquella decisión sin que el Congreso haya cambiado la legislación de acuerdo con los criterios de los ministros. El dilema es si los poderes constitucionales van a poder controlar a los fácticos o si éstos incidirán en los poderes constitucionales.
El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés, alertó sobre la caída de credibilidad en los sistemas democráticos latinoamericanos, de acuerdo con el Informe Latinobarómetro 2011. En ese documento se advierte sobre la concepción ciudadana de que la democracia está incompleta, es incapaz de generar más justicia social o de reducir la corrupción de los gobiernos; "es cierto que las democracias no son perfectas, pero sí perfectibles".
En la mesa sobre el papel del dinero y la captura del Estado, donde los ponentes cuestionaron la debilidad de la fiscalización, Ernesto Cordero, aspirante presidencial del PAN, elogió la política fiscal de la actual administración y sus fortalezas que, dijo, le permitieron sortear la crisis de 2008 con políticas contracíclicas.
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