La izquierda en remate, Zapatero se va

Fausto Pretelín

Hoy se va Zapatero. Con su salida, la izquierda europea gobernante desaparece. No hay casualidades. El ciclo progresista llegó al punto máximo de la primera década del siglo. Los próximos diez años, probablemente serán monotemáticos: economía.

Zapatero llegó al gobierno español gracias a las mentiras del presidente Aznar; ella fueron las que dinamitaron la victoria de su delfín, Mariano Rajoy. Ocho años después Rajoy logrará protagonizar su objetivo de vida, ser presidente.

Paradoja o no, el punto de inflexión de Zapatero fue la salida de su ministro de economía, Pedro Solbes. Éste acompañó al presidente durante su primer gobierno. Sin crisis hipotecaria y con los fundamentos de economía estables, el presidente Zapatero logró posicionarse como un líder progresista: incremento en la pensiones, ruptura con la discriminación de minorías a través, por ejemplo, del matrimonio entre personas del mismo sexo, cheque-bebé (subsidio directo –en efectivo- a mamás, incremento en las pensiones, clase de civismo en la educación primaria enfocada a la tolerancia, entre otras políticas. Después, Pedro Solbes sostuvo un rompimiento terso con el presidente; terso pero al fin de cuentas, rompimiento. El entonces ministro de economía no entendió la política de gasto del presidente Zapatero. Solbes ya veía la formación de un huracán inmobiliario. Se lo advirtió al presidente. No pasó nada salvo la salida del gobierno de izquierda en el momento de la segunda victoria de Zapatero.

Zapatero fue mejor progresista que articulador de política económica; logró leer la necesidad de un cambio generacional sin embargo tampoco sobresalió a través de su política exterior. Con América Latina se distanció; a Europa la seguía con atención pero sin el ánimo de lanzar propuestas como sí lo hizo Felipe González en su momento. EN pocas palabras, no fue un europeísta.

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