Josefina, Plan B de la oligarquía

Alfredo Rodríguez

En lo personal he leído y escuchado una gran cantidad de comentarios de personas que estaban convencidas en dar su voto por Peña Nieto y que hoy admiten que no conocían de fondo.

No cabe la menor duda de que los recientes errores de Enrique Peña Nieto le van a costar respaldo político ciudadano, seguramente toda encuesta que fuese bien hecha y que partiera de la honestidad de sus realizadores tendría que mostrar una disminución del porcentaje del candidato priista con relación a meses anteriores. Las consultas de diversos diarios en línea ya dan muestra de una caída estrepitosa del exgobernador mexiquense.

En lo personal he leído y escuchado una gran cantidad de comentarios de personas que estaban convencidas en dar su voto por Peña Nieto y que hoy admiten que no conocían de fondo a dicho candidato, que pensaban que era muy distinto a como realmente ahora saben que es, y que bajo ninguna circunstancia le darán su voto en 2012.

Pero a la par de la perdida de votos de Peña Nieto, he visto también un ambiente bastante optimista entre los simpatizantes de la izquierda, y si bien es cierto que muchos de esos votos se transferirán a López Obrador, no se debe ignorar que Josefina, como la más probable candidata panista (al menos que Calderón logre imponer “haiga sido como haiga sido” a Cordero), también se verá beneficiada, más aún tomando en cuenta que muchos de los posibles votantes de Peña Nieto, gracias a las terribles campañas de miedo, votarían antes por Josefina que por AMLO.

La verdad es que no hay mayor diferencia entre Vázquez Mota y Peña Nieto, como en general no la hay entre el PRI y el PAN, dos partidos que representan exactamente los mismos intereses del mismo reducido grupo de oligarcas privilegiados que controlan el país en detrimento de la inmensa mayoría, por tanto no sería extraño que si Peña Nieto sigue en caída libre exhibiendo su terrible torpeza, la oligarquía en carácter de urgencia tuviera que decidirse por un Plan B, encabezado por Josefina o cualquiera que sea el candidato panista.

En el fondo al pequeño grupo que tiene sometido al país, acaparando inmensas e inimaginables riquezas, bastante poco le interesa que quien proteja sus intereses sea un hombre o una mujer, sea un priista o una panista. Lo que realmente le interesa a la oligarquía es que no se ponga en cuestionamiento su modelo económico-político, que haya un continuismo que Josefina sin duda aluna les puede garantizar.

Si la izquierda realmente quiere ser protagonista de un cambio que le de un giro de 180° a la historia del país, deberá estar preparada para saber explicar a millones de mexicanos que Peña representa lo más oscuro del priismo (algo que él mismo está dejando claro), pero sin olvidar señalar que Josefina es el otro lado de esa misma moneda, un producto directo de los dos fallidos sexenios del panismo, en los cuales participó activa y directamente, lo que la convierte en cómplice directa de la tragedia nacional.

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