Muy caliente está la contienda en el PRD por la candidatura a jefe de gobierno en el Distrito Federal, granero de votos de izquierda, como lo vivió ayer Alejandra Barrales, líder de la Asamblea Legislativa de la capital. Barrales, que encabeza las encuestas de preferencias dentro de los aspirantes de izquierda, recibió fuego amigo disparado por las huestes leales de la corriente Foro Nuevo Sol, que encabeza la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García, cercana a la corriente de Los Chuchos y al propio jefe de gobierno Marcelo Ebrard. Contribuyeron a diseminar la versión miembros de la corriente chuchista, que trabaja con el senador Carlos Navarrete, que contiende contra Barrales por la candidatura. La especie que dejaron correr por los pasillos palaciegos del PRD, es que Barrales se había ido a registrar como candidata a la jefatura de gobierno capitalina. Esa acción sería normal en un partido que se maneja bajo reglas claras y modernas, pero no en el PRD, donde la voz de los caciques manda. Por eso, que Barrales hubiera ido a registrarse habría sido tomado como una afrenta. La realidad es que no se registró, y sigue esperando a que Ebrard deshoje la margarita de su sucesor.
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