Eduardo Ibarra Aguirre
Durante el año en vías de concluir, el gobierno que arrancó en 2006 con ruidosos anuncios de austeridad para “rebasar por la izquierda” las propuestas y movilizaciones del movimiento de resistencia civil -¿dónde quedó la construcción de la refinería de Tula, Hidalgo?-, gastó en propaganda 5 mil 566 millones de pesos, monto equivalente a todo el presupuesto anual de la Cámara de Diputados.
La información proporcionada por el gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, en respuesta a un punto de acuerdo legislativo, es ilustrativa del esfuerzo presupuestal que sufragan los contribuyentes para que Los Pinos pueda convencer, por la vía del embellecimiento propagandístico, lo que no cala en la percepción ciudadana si no se refleja en las pantallas del duopolio de la televisión y que devoró la mayor parte de la multimillonaria cantidad. Recuerde una de las máximas de la telecracia: Lo que no se ve en nuestras pantallas no existe.
Seguramente los híper críticos del trabajo legislativo que se realiza en San Lázaro, no registrarán ni en los planos de la información y menos aún del comentario aquella comparación porque los grandes medios en los que laboran y con frecuencia ellos mismos son beneficiarios del gasto propagandístico del grupo gobernante de Felipe Calderón, impulsor del descrédito de la Cámara de Diputados porque no le aprueba las “reformas estructurales”, pero además ganado a pulso por buena parte de sus 500 integrantes.
A tono con la información reportada por Enrique Méndez, en base al documento entregado por Gobernación, es Salud la secretaría que consumió casi la mitad del gasto publicitario -2 mil 350 millones de pesos-, pues contempla campañas de vacunación, prevención de enfermedades y alertas sanitarias. De esta manera, resulta más comprensible la afirmación sobre que el director de Comunicación Social, Carlos Olmos Tomasini, se “sacó la lotería” y presuntamente estrenó bienes e inmuebles en 2011.
Lo trascendente son las maniobras de los comunicadores de la Presidencia. Informan que ésta erogó 35 millones 577 mil pesos, y que de éstos 7.9 millones de pesos fueron para informes sobre ejercicio de gobierno, pero los gastos para divulgar los logros por el V Informe de Calderón se distribuyeron entre distintas dependencias. El costo acumulado fue de 88 millones 86 mil pesos. Una queja frecuente entre los directores de Comunicación Social, comandados por Alejandra Sota, es que primero les asignan los recursos y luego se los quitan para pagar la propaganda de Los Pinos. Y en los tiempos de su antecesor, Maximiliano Cortázar, el agravio era monumental porque tenía que autorizarles cada campaña, los diseños y los anuncios específicos.
Destaca también el colega Méndez que entre las campañas de difusión más costosas se encuentra la realizada por la dependencia que encabezó el difunto José Francisco Blake, sobre protección a migrantes y que costó 202 millones 900 mil pesos, justo en el año del desmantelamiento del Grupo Beta, encargado de auxiliar a los indocumentados, y de la localización de decenas de cadáveres de ajusticiados por bandas criminales.
A los informantes de Gobernación les resultó imposible ocultar a la Comisión Permanente que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes destinó 225 millones 384 mil pesos para publicidad, que de ellos pagó 72 millones para promover su aniversario, y además es la única dependencia que utilizó 12 millones 650 mil pesos para publicitar logros de infraestructura en Michoacán, donde en noviembre pasado hubo elecciones para gobernador y la candidata panista fue Luisa María Calderón Hinojosa.
Nos reencontramos el 6 de enero, generoso lector.
Durante el año en vías de concluir, el gobierno que arrancó en 2006 con ruidosos anuncios de austeridad para “rebasar por la izquierda” las propuestas y movilizaciones del movimiento de resistencia civil -¿dónde quedó la construcción de la refinería de Tula, Hidalgo?-, gastó en propaganda 5 mil 566 millones de pesos, monto equivalente a todo el presupuesto anual de la Cámara de Diputados.
La información proporcionada por el gobierno a través de la Secretaría de Gobernación, en respuesta a un punto de acuerdo legislativo, es ilustrativa del esfuerzo presupuestal que sufragan los contribuyentes para que Los Pinos pueda convencer, por la vía del embellecimiento propagandístico, lo que no cala en la percepción ciudadana si no se refleja en las pantallas del duopolio de la televisión y que devoró la mayor parte de la multimillonaria cantidad. Recuerde una de las máximas de la telecracia: Lo que no se ve en nuestras pantallas no existe.
Seguramente los híper críticos del trabajo legislativo que se realiza en San Lázaro, no registrarán ni en los planos de la información y menos aún del comentario aquella comparación porque los grandes medios en los que laboran y con frecuencia ellos mismos son beneficiarios del gasto propagandístico del grupo gobernante de Felipe Calderón, impulsor del descrédito de la Cámara de Diputados porque no le aprueba las “reformas estructurales”, pero además ganado a pulso por buena parte de sus 500 integrantes.
A tono con la información reportada por Enrique Méndez, en base al documento entregado por Gobernación, es Salud la secretaría que consumió casi la mitad del gasto publicitario -2 mil 350 millones de pesos-, pues contempla campañas de vacunación, prevención de enfermedades y alertas sanitarias. De esta manera, resulta más comprensible la afirmación sobre que el director de Comunicación Social, Carlos Olmos Tomasini, se “sacó la lotería” y presuntamente estrenó bienes e inmuebles en 2011.
Lo trascendente son las maniobras de los comunicadores de la Presidencia. Informan que ésta erogó 35 millones 577 mil pesos, y que de éstos 7.9 millones de pesos fueron para informes sobre ejercicio de gobierno, pero los gastos para divulgar los logros por el V Informe de Calderón se distribuyeron entre distintas dependencias. El costo acumulado fue de 88 millones 86 mil pesos. Una queja frecuente entre los directores de Comunicación Social, comandados por Alejandra Sota, es que primero les asignan los recursos y luego se los quitan para pagar la propaganda de Los Pinos. Y en los tiempos de su antecesor, Maximiliano Cortázar, el agravio era monumental porque tenía que autorizarles cada campaña, los diseños y los anuncios específicos.
Destaca también el colega Méndez que entre las campañas de difusión más costosas se encuentra la realizada por la dependencia que encabezó el difunto José Francisco Blake, sobre protección a migrantes y que costó 202 millones 900 mil pesos, justo en el año del desmantelamiento del Grupo Beta, encargado de auxiliar a los indocumentados, y de la localización de decenas de cadáveres de ajusticiados por bandas criminales.
A los informantes de Gobernación les resultó imposible ocultar a la Comisión Permanente que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes destinó 225 millones 384 mil pesos para publicidad, que de ellos pagó 72 millones para promover su aniversario, y además es la única dependencia que utilizó 12 millones 650 mil pesos para publicitar logros de infraestructura en Michoacán, donde en noviembre pasado hubo elecciones para gobernador y la candidata panista fue Luisa María Calderón Hinojosa.
Nos reencontramos el 6 de enero, generoso lector.
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