Apro
El exgobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, rechazó hoy que internos del penal de Huixtla lo amenazaran, como afirmó en las últimas horas la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al solicitar medidas precautorias para el exmandatario.
Consideró que la verdadera amenaza para su seguridad es el gobernador Juan Sabines y no los reclusos.
La Procuraduría dio a conocer este sábado que inició una investigación en torno a las supuestas amenazas contra el procesado.
Las autoridades penitenciarias asumieron las medidas necesarias para garantizar la salvaguarda de su integridad física “ante una serie de escritos anónimos emitidos por internos del penal que señalan la inconformidad de los reclusos por la presencia de Pablo Salazar”, indica la Procuraduría.
Sin embargo, el exgobernador dijo que de los presos sólo ha recibido atenciones y amabilidad, aunque agregó que no duda que “puedan coaccionar a cualquier reo para que les firme una denuncia”.
Con cinco procesos penales sobre sus espaldas, Salazar –quien gobernó la entidad de 2000 a 2006– se define como un “preso político” del régimen de su sucesor, Juan Sabines.
Salazar Mendiguchía ingresó al centro penitenciario El Amate y, en agosto pasado, fue trasladado al penal de Huixtla. Inicialmente, fue procesado por el delito de homicidio doloso, relacionado con la muerte de bebés recién nacidos en el hospital de Comitán, entre 2002 y 2003, aunque a la fecha suma ya cinco procesos en su contra.
Ayer, el exmandatario advirtió a través de Twitter que denunciaría las irregularidades que padece en la prisión.
El exgobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, rechazó hoy que internos del penal de Huixtla lo amenazaran, como afirmó en las últimas horas la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al solicitar medidas precautorias para el exmandatario.
Consideró que la verdadera amenaza para su seguridad es el gobernador Juan Sabines y no los reclusos.
La Procuraduría dio a conocer este sábado que inició una investigación en torno a las supuestas amenazas contra el procesado.
Las autoridades penitenciarias asumieron las medidas necesarias para garantizar la salvaguarda de su integridad física “ante una serie de escritos anónimos emitidos por internos del penal que señalan la inconformidad de los reclusos por la presencia de Pablo Salazar”, indica la Procuraduría.
Sin embargo, el exgobernador dijo que de los presos sólo ha recibido atenciones y amabilidad, aunque agregó que no duda que “puedan coaccionar a cualquier reo para que les firme una denuncia”.
Con cinco procesos penales sobre sus espaldas, Salazar –quien gobernó la entidad de 2000 a 2006– se define como un “preso político” del régimen de su sucesor, Juan Sabines.
Salazar Mendiguchía ingresó al centro penitenciario El Amate y, en agosto pasado, fue trasladado al penal de Huixtla. Inicialmente, fue procesado por el delito de homicidio doloso, relacionado con la muerte de bebés recién nacidos en el hospital de Comitán, entre 2002 y 2003, aunque a la fecha suma ya cinco procesos en su contra.
Ayer, el exmandatario advirtió a través de Twitter que denunciaría las irregularidades que padece en la prisión.
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