Francisco Garfias
A Marcelo Ebrard lo traicionó ayer su lenguaje corporal. No hubo modo de que complaciera a los fotógrafos que le pedían una imagen que rubricara su aceptación de los resultados que ubican a Andrés Manuel López Obrador arriba en la intención de voto
"¡Levántele la mano, levántele la mano!", suplicaban los reporteros gráficos, al final de aquel acto, en el hotel Hilton, que consagraba al Peje como candidato único de la izquierda a la Presidencia de la República.
No hubo modo. Se hizo el occiso.
Marcelo alzó el brazo, sí, pero el suyo. Andrés Manuel se encontraba del lado derecho. Levantó el izquierdo. El movimiento no iba de acuerdo con las palabras que públicamente acababa de pronunciar. "Acato y acepto los resultados", dijo.
Los elogios que le prodigó el tabasqueño no alcanzaron para que Marcelo regalara la imagen que le reclamaban. Ni siquiera porque lo calificó de "político excepcional" y lo comparó con Ulises, el de la La Odisea de Homero.
"No se dejó cautivar por el canto de las sirenas (¿azules?), se puso cera en los oídos para continuar la travesía con la mira puesta en los ideales de libertad, justicia y democracia", ilustró el líder de Morena.
La diferencia a favor de El Peje fue pequeña: 1.7 puntos en el balance final de las famosas encuestas de Nodo y Covarrubias. El Peje ganó tres de las cinco preguntas que se hicieron en seis mil cuestionarios. Ambas empresas reflejaron que Marcelo goza de mejor opinión. Trae menos negativos. Es decir, más espacio para crecer. Pero las preferencias favorecen, en este momento, a López Obrador.
El tabasqueño ganó bien.
Los resultados evitan un nuevo cisma al interior del PRD y una ruptura en la izquierda. Marcelo lo sabe. "La decisión dividida sería ir al precipicio", admitió.
El PT y el Movimiento Ciudadano (otrora Convergencia) difícilmente hubiesen aceptado un candidato que no les asegura el registro. Los obradoristas en el PRD tampoco estaban dispuestos a sumarse a Marcelo Ebrard, quien cometió un pecado capital para los más radicales: promover las alianzas con el PAN.
Un respetado corresponsal extranjero nos contó ayer que Dolores Padierna, secretaria general del partido, cabeza del bejaranismo, le dijo, antes de que se dieran a conocer los resultados, que no hay nada en los estatutos que obligue a la agrupación política a aceptar los resultados de encuestas. "La decisión tiene que pasar por el Consejo Nacional", recalcó.
El triunfo de AMLO seguramente la hará olvidar la exigencia.
Una cosa más. No sabemos cómo le van a hacer los partidos que integraran el recién bautizado Movimiento Progresista -nombre que sugirió El Peje para la coalición- con el fin de librar la prohibición legal de hacer precampaña que existe para un candidato único. "Vamos a ver, pero nada por encima de la ley", aseguró Manuel Camacho. ¿Le hará caso El Peje?
Ebrard lleva mano en la elección del candidato de la izquierda a la Jefatura de Gobierno del DF. El Peje anunció que respaldará la "orientación política" que su adversario interno defina, en el marco de la legalidad y la democracia, para seguir gobernando la Ciudad de México.
Por allí pudo darse el acuerdo. Es una buena noticia para el equipo de campaña de Mario Delgado, delfín del jefe de Gobierno; o el procurador Miguel Mancera, supuesto plan B, pero mala no sólo para Alejandra Barrales o Martí Batres, los otros aspirantes, sino para René Bejarano y Dolores Padierna.
Se habla también de una senaduría para Marcelo. Veremos.
Nueva Alianza es un monumento a la incongruencia. No es sorprendente que Luis Castro, el administrador del partido, anuncie que se morirá en "la raya" para defender el triunfo (¿?) de La Cocoa en Michoacán y, al mismo tiempo, se disponga a oficializar una coalición con el PRI en las elecciones federales de 2012.
El anuncio de que va a presentar una queja ante los tribunales lo hizo la víspera de que se firme el convenio de coalición con el tricolor y el PVEM para las elecciones federales de 2012. EL PRI incorporó a su Plataforma para México la demanda del Panal de escuelas de tiempo completo y que el alumno sea el centro de la educación. El documento, por cierto, es omiso sobre la pena de muerte que promueve el Verde.
El mundo de las telecomunicaciones sigue revuelto por la famosa Licitación 21. Iusacell manifiesta "sorpresa" por el hecho de que la SCT y la Cofetel defienden públicamente "la dádiva de millones de pesos otorgada a Nextel", al otorgarle la concesión del espectro, a pesar del amparo de un juez a la empresa de Ricardo Salinas.
"La sentencia de amparo ordena que la Cofetel deje sin efectos su opinión favorable al otorgamiento de títulos de concesión a Nextel, y que la SCT revoque esos títulos de concesión", subraya un comunicado de Iusacell.
A Marcelo Ebrard lo traicionó ayer su lenguaje corporal. No hubo modo de que complaciera a los fotógrafos que le pedían una imagen que rubricara su aceptación de los resultados que ubican a Andrés Manuel López Obrador arriba en la intención de voto
"¡Levántele la mano, levántele la mano!", suplicaban los reporteros gráficos, al final de aquel acto, en el hotel Hilton, que consagraba al Peje como candidato único de la izquierda a la Presidencia de la República.
No hubo modo. Se hizo el occiso.
Marcelo alzó el brazo, sí, pero el suyo. Andrés Manuel se encontraba del lado derecho. Levantó el izquierdo. El movimiento no iba de acuerdo con las palabras que públicamente acababa de pronunciar. "Acato y acepto los resultados", dijo.
Los elogios que le prodigó el tabasqueño no alcanzaron para que Marcelo regalara la imagen que le reclamaban. Ni siquiera porque lo calificó de "político excepcional" y lo comparó con Ulises, el de la La Odisea de Homero.
"No se dejó cautivar por el canto de las sirenas (¿azules?), se puso cera en los oídos para continuar la travesía con la mira puesta en los ideales de libertad, justicia y democracia", ilustró el líder de Morena.
La diferencia a favor de El Peje fue pequeña: 1.7 puntos en el balance final de las famosas encuestas de Nodo y Covarrubias. El Peje ganó tres de las cinco preguntas que se hicieron en seis mil cuestionarios. Ambas empresas reflejaron que Marcelo goza de mejor opinión. Trae menos negativos. Es decir, más espacio para crecer. Pero las preferencias favorecen, en este momento, a López Obrador.
El tabasqueño ganó bien.
Los resultados evitan un nuevo cisma al interior del PRD y una ruptura en la izquierda. Marcelo lo sabe. "La decisión dividida sería ir al precipicio", admitió.
El PT y el Movimiento Ciudadano (otrora Convergencia) difícilmente hubiesen aceptado un candidato que no les asegura el registro. Los obradoristas en el PRD tampoco estaban dispuestos a sumarse a Marcelo Ebrard, quien cometió un pecado capital para los más radicales: promover las alianzas con el PAN.
Un respetado corresponsal extranjero nos contó ayer que Dolores Padierna, secretaria general del partido, cabeza del bejaranismo, le dijo, antes de que se dieran a conocer los resultados, que no hay nada en los estatutos que obligue a la agrupación política a aceptar los resultados de encuestas. "La decisión tiene que pasar por el Consejo Nacional", recalcó.
El triunfo de AMLO seguramente la hará olvidar la exigencia.
Una cosa más. No sabemos cómo le van a hacer los partidos que integraran el recién bautizado Movimiento Progresista -nombre que sugirió El Peje para la coalición- con el fin de librar la prohibición legal de hacer precampaña que existe para un candidato único. "Vamos a ver, pero nada por encima de la ley", aseguró Manuel Camacho. ¿Le hará caso El Peje?
Ebrard lleva mano en la elección del candidato de la izquierda a la Jefatura de Gobierno del DF. El Peje anunció que respaldará la "orientación política" que su adversario interno defina, en el marco de la legalidad y la democracia, para seguir gobernando la Ciudad de México.
Por allí pudo darse el acuerdo. Es una buena noticia para el equipo de campaña de Mario Delgado, delfín del jefe de Gobierno; o el procurador Miguel Mancera, supuesto plan B, pero mala no sólo para Alejandra Barrales o Martí Batres, los otros aspirantes, sino para René Bejarano y Dolores Padierna.
Se habla también de una senaduría para Marcelo. Veremos.
Nueva Alianza es un monumento a la incongruencia. No es sorprendente que Luis Castro, el administrador del partido, anuncie que se morirá en "la raya" para defender el triunfo (¿?) de La Cocoa en Michoacán y, al mismo tiempo, se disponga a oficializar una coalición con el PRI en las elecciones federales de 2012.
El anuncio de que va a presentar una queja ante los tribunales lo hizo la víspera de que se firme el convenio de coalición con el tricolor y el PVEM para las elecciones federales de 2012. EL PRI incorporó a su Plataforma para México la demanda del Panal de escuelas de tiempo completo y que el alumno sea el centro de la educación. El documento, por cierto, es omiso sobre la pena de muerte que promueve el Verde.
El mundo de las telecomunicaciones sigue revuelto por la famosa Licitación 21. Iusacell manifiesta "sorpresa" por el hecho de que la SCT y la Cofetel defienden públicamente "la dádiva de millones de pesos otorgada a Nextel", al otorgarle la concesión del espectro, a pesar del amparo de un juez a la empresa de Ricardo Salinas.
"La sentencia de amparo ordena que la Cofetel deje sin efectos su opinión favorable al otorgamiento de títulos de concesión a Nextel, y que la SCT revoque esos títulos de concesión", subraya un comunicado de Iusacell.
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