Importaciones en aumento
Renovados temores de desabasto de granos
Carlos Fernández-Vega / México SA
Cada día que transcurre, el bolsillo y el estómago de los mexicanos dependen en mayor medida del exterior, pues México produce menos alimentos e importa más, con precios al alza. Sólo en agosto pasado, la adquisición de productos se incrementó 51 por ciento en relación con igual mes de 2010, aunque se registran casos verdaderamente preocupantes por tratarse de víveres de la dieta básica de la mayoría. En un solo mes, más de mil 127 millones de dólares se destinaron a ese fin, mientras el alegre discurso de la autosuficiencia alimentaria se escucha reiteradamente en los medios electrónicos.
En el octavo mes de 2011, las importaciones agropecuarias que aumentaron en mayor medida fueron las de frijol (162.1 por ciento), sorgo (158.6), uva fresca o seca (139.3), arroz (127.5) y trigo (124.3), aunque otras también crecieron de forma peligrosa, como las de huevo, maíz, soya y otras frutas frescas. El aumento en el maíz fue de 74.4 por ciento anual, para lo cual se erogaron mil 877.5 millones de dólares en el periodo enero y agosto del presente año, según información del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, con base en datos del Banco de México.
Para colmo, información de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) señala que se prevé que en el presente año México reporte caída de 3.8 por ciento a tasa anual en la producción de los principales granos de consumo básico (trigo, arroz, maíz y sorgo), pues se estima que la producción de maíz y sorgo para 2011 será 5 y 9 por ciento menor a los niveles obtenidos en 2010, respectivamente. Asimismo, se espera que la producción de arroz decline alrededor de 8 por ciento respecto a 2010, lo cual permite prever que las importaciones de estos productos se mantendrán en niveles altos en lo que resta del 2011.
En septiembre los precios de los alimentos continuaron creciendo a mayor ritmo que los de la canasta básica y el índice nacional de precios al consumidor (INPC). A pesar de que se observó una disminución en el precio de los productos agropecuarios, ésta se vio opacada por el incremento en los energéticos, como las gasolinas y la electricidad, y según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el índice de precios que corresponde a los alimentos aumentó 4.68 por ciento anual, tasa superior al 3.64 registrado en la canasta básica y al 3.14 por ciento anual del INPC, reporta el citado centro de estudios.
Además del mayor incremento en los precios de los alimentos, existen otros productos procesados como tortilla de maíz, bolillo, pan blanco y dulce, galletas, pastas y la tortilla de harina de trigo que siguen teniendo aumentos de mayor magnitud. Dentro de este grupo de productos destaca el precio de la tortilla de maíz, que en septiembre aumentó 17.09 por ciento anual, la mayor tasa registrada desde febrero de 2007; en segundo lugar aparece el bolillo, cuyo precio creció 12.2 por ciento anual, seguido del pan blanco que aumentó 11.72 por ciento respecto a septiembre de 2010, su mayor tasa en 36 meses. Este escenario podría mantenerse durante los próximos meses en caso de que se materialice la reducción de la superficie de cultivo de maíz para el ciclo otoño-invierno en algunos estados del norte del país; lo anterior, como resultado de una disminución en las reservas de agua por las sequías ocurridas a lo largo del año.
El CEFP advierte que los precios al mayoreo de productos básicos continúan amenazados por los renovados temores de un desabasto de granos ante la inminente caída en el nivel de inventarios y producción por la reducción en la superficie de siembra de algunos granos como el maíz, frijol y garbanzo, derivado de una creciente escasez de agua originada por las prolongadas sequías ocurridas a lo largo del ciclo agrícola primavera-verano, lo que ha ocasionado que algunas presas del norte del país se encuentren a una capacidad inferior a 30 por ciento, que sería insuficiente para satisfacer las necesidades de riego de los nuevos cultivos.
Además de la reducción en la producción de granos por falta de agua, deben agregarse las heladas ocurridas en septiembre en los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz y parte de Oaxaca, donde se perdieron aproximadamente un millón de hectáreas de maíz, trigo, frijol, cebada, hortalizas y forrajes. Este fenómeno podría provocar el incremento de precio de algunos alimentos, pues ólo en Puebla y Tlaxcala la producción de maíz podría reducirse en más de 700 mil toneladas.
Tales acontecimientos ocasionan que los precios al mayoreo de algunos granos y leguminosas ofrecidos en la Central de Abasto de la ciudad de México se mantengan en niveles elevados. Según cifras del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, hasta la primera semana de octubre de 2011 los precios del garbanzo chico, maíz blanco, frijol negro de importación, alubia chica y lenteja chica registraron crecimientos de 69.57, 62.16, 35.71, 26.67 y 5.07 por ciento anual, respectivamente.
Derivado de la importancia alimenticia que tiene el maíz blanco como insumo principal de la tortilla, es importante advertir que la posibilidad de desabasto de este grano y de sus productos derivados se ha incrementado debido a que las heladas del mes de febrero que demandaron mayor cantidad de agua para las resiembras de los diversos cultivos y las prolongadas sequías del ciclo agrícola primavera-verano han reducido las reservas de agua, lo que ha ocasionado una disminución en las estimaciones de siembra de maíz por parte de algunos estados del norte del país como Sinaloa que se caracteriza por aportar alrededor de 75 por ciento de la producción nacional del ciclo agrícola otoño-invierno y que de acuerdo con el Consejo Estatal Agropecuario, se estima que se reducirá la superficie de siembra hasta en 40 por ciento para el presente ciclo agrícola, lo que equivale a dejar de sembrar más de 200 mil hectáreas y renunciar a cosechar cerca de 2 millones de toneladas de este grano.
Entre el 10 de octubre de 2010 y el mismo día de 2011, la tonelada de maíz aumentó más de 2 mil 300 pesos, y al cierre de la primera semana de octubre del presente año se cotizó en 6 mil pesos, lo que explica el incremento del precio en algunos derivados del maíz como el de la tortilla que al 10 de octubre registró un precio promedio de 11.12 pesos por kilogramo; es decir, 13.03 por ciento más caro que el precio registrado el 10 de octubre de 2010.
Las rebanadas del pastel
Otra medalla para el país, aunque no precisamente en los Panamericanos: México, líder en pobreza en América Latina, según la ONU.
Renovados temores de desabasto de granos
Carlos Fernández-Vega / México SA
Cada día que transcurre, el bolsillo y el estómago de los mexicanos dependen en mayor medida del exterior, pues México produce menos alimentos e importa más, con precios al alza. Sólo en agosto pasado, la adquisición de productos se incrementó 51 por ciento en relación con igual mes de 2010, aunque se registran casos verdaderamente preocupantes por tratarse de víveres de la dieta básica de la mayoría. En un solo mes, más de mil 127 millones de dólares se destinaron a ese fin, mientras el alegre discurso de la autosuficiencia alimentaria se escucha reiteradamente en los medios electrónicos.
En el octavo mes de 2011, las importaciones agropecuarias que aumentaron en mayor medida fueron las de frijol (162.1 por ciento), sorgo (158.6), uva fresca o seca (139.3), arroz (127.5) y trigo (124.3), aunque otras también crecieron de forma peligrosa, como las de huevo, maíz, soya y otras frutas frescas. El aumento en el maíz fue de 74.4 por ciento anual, para lo cual se erogaron mil 877.5 millones de dólares en el periodo enero y agosto del presente año, según información del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, con base en datos del Banco de México.
Para colmo, información de la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) señala que se prevé que en el presente año México reporte caída de 3.8 por ciento a tasa anual en la producción de los principales granos de consumo básico (trigo, arroz, maíz y sorgo), pues se estima que la producción de maíz y sorgo para 2011 será 5 y 9 por ciento menor a los niveles obtenidos en 2010, respectivamente. Asimismo, se espera que la producción de arroz decline alrededor de 8 por ciento respecto a 2010, lo cual permite prever que las importaciones de estos productos se mantendrán en niveles altos en lo que resta del 2011.
En septiembre los precios de los alimentos continuaron creciendo a mayor ritmo que los de la canasta básica y el índice nacional de precios al consumidor (INPC). A pesar de que se observó una disminución en el precio de los productos agropecuarios, ésta se vio opacada por el incremento en los energéticos, como las gasolinas y la electricidad, y según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el índice de precios que corresponde a los alimentos aumentó 4.68 por ciento anual, tasa superior al 3.64 registrado en la canasta básica y al 3.14 por ciento anual del INPC, reporta el citado centro de estudios.
Además del mayor incremento en los precios de los alimentos, existen otros productos procesados como tortilla de maíz, bolillo, pan blanco y dulce, galletas, pastas y la tortilla de harina de trigo que siguen teniendo aumentos de mayor magnitud. Dentro de este grupo de productos destaca el precio de la tortilla de maíz, que en septiembre aumentó 17.09 por ciento anual, la mayor tasa registrada desde febrero de 2007; en segundo lugar aparece el bolillo, cuyo precio creció 12.2 por ciento anual, seguido del pan blanco que aumentó 11.72 por ciento respecto a septiembre de 2010, su mayor tasa en 36 meses. Este escenario podría mantenerse durante los próximos meses en caso de que se materialice la reducción de la superficie de cultivo de maíz para el ciclo otoño-invierno en algunos estados del norte del país; lo anterior, como resultado de una disminución en las reservas de agua por las sequías ocurridas a lo largo del año.
El CEFP advierte que los precios al mayoreo de productos básicos continúan amenazados por los renovados temores de un desabasto de granos ante la inminente caída en el nivel de inventarios y producción por la reducción en la superficie de siembra de algunos granos como el maíz, frijol y garbanzo, derivado de una creciente escasez de agua originada por las prolongadas sequías ocurridas a lo largo del ciclo agrícola primavera-verano, lo que ha ocasionado que algunas presas del norte del país se encuentren a una capacidad inferior a 30 por ciento, que sería insuficiente para satisfacer las necesidades de riego de los nuevos cultivos.
Además de la reducción en la producción de granos por falta de agua, deben agregarse las heladas ocurridas en septiembre en los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Veracruz y parte de Oaxaca, donde se perdieron aproximadamente un millón de hectáreas de maíz, trigo, frijol, cebada, hortalizas y forrajes. Este fenómeno podría provocar el incremento de precio de algunos alimentos, pues ólo en Puebla y Tlaxcala la producción de maíz podría reducirse en más de 700 mil toneladas.
Tales acontecimientos ocasionan que los precios al mayoreo de algunos granos y leguminosas ofrecidos en la Central de Abasto de la ciudad de México se mantengan en niveles elevados. Según cifras del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, hasta la primera semana de octubre de 2011 los precios del garbanzo chico, maíz blanco, frijol negro de importación, alubia chica y lenteja chica registraron crecimientos de 69.57, 62.16, 35.71, 26.67 y 5.07 por ciento anual, respectivamente.
Derivado de la importancia alimenticia que tiene el maíz blanco como insumo principal de la tortilla, es importante advertir que la posibilidad de desabasto de este grano y de sus productos derivados se ha incrementado debido a que las heladas del mes de febrero que demandaron mayor cantidad de agua para las resiembras de los diversos cultivos y las prolongadas sequías del ciclo agrícola primavera-verano han reducido las reservas de agua, lo que ha ocasionado una disminución en las estimaciones de siembra de maíz por parte de algunos estados del norte del país como Sinaloa que se caracteriza por aportar alrededor de 75 por ciento de la producción nacional del ciclo agrícola otoño-invierno y que de acuerdo con el Consejo Estatal Agropecuario, se estima que se reducirá la superficie de siembra hasta en 40 por ciento para el presente ciclo agrícola, lo que equivale a dejar de sembrar más de 200 mil hectáreas y renunciar a cosechar cerca de 2 millones de toneladas de este grano.
Entre el 10 de octubre de 2010 y el mismo día de 2011, la tonelada de maíz aumentó más de 2 mil 300 pesos, y al cierre de la primera semana de octubre del presente año se cotizó en 6 mil pesos, lo que explica el incremento del precio en algunos derivados del maíz como el de la tortilla que al 10 de octubre registró un precio promedio de 11.12 pesos por kilogramo; es decir, 13.03 por ciento más caro que el precio registrado el 10 de octubre de 2010.
Las rebanadas del pastel
Otra medalla para el país, aunque no precisamente en los Panamericanos: México, líder en pobreza en América Latina, según la ONU.
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