Secuestra el narco jovencitas para trabajar como “halcones”, sicarias y esclavas sexuales

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Teresa Ulloa, coordinadora general de la organización social denominada “Defensoras Populares” y representante del capítulo mexicano de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATW-LAC), dio a conocer hoy una nueva vertiente del narcotráfico en México: el secuestro de mujeres adolescentes con fines de abuso sexual y actividades criminales.

Según la activista recientemente galardonada por la Universidad de Harvard, de 2010 a la fecha las diferentes organizaciones criminales han privado de su libertad a unas 800 jóvenes de entre 12 y 17 años de edad.

En conferencia de prensa, Ulloa responsabilizó al crimen organizado de dichas desapariciones; dijo que en los dos últimos años estas mafias han secuestrado a adolescentes mexicanas para usarlas en actividades del crimen organizado y como servicio sexual de los capos.

Con base en sus propios datos, añadió que ese fenómeno se presenta en todo el país, pero que se ha agudizado en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Durango, Zacatecas, Hidalgo, México, Chiapas y Quintana Roo, donde el crimen organizado elige jovencitas para que trabajen como “halcones”, “sicarias” o esclavas sexuales.

Lamentablemente, agregó, cuando los grupos delictivos se cansan de ella o dejan de serles útiles, simplemente las asesinan.

En ese sentido, reprochó que ninguna autoridad mexicana haya querido ver el asunto como parte de la delincuencia organizada.

Destacó que en el estado de Durango las niñas ya no quieren ir a la escuela porque saben que son observadas por los delincuentes para elegir cuando quieran a las más bonitas.

Por ello, Ulloa Zíaurriz insistió en que la Cámara de Diputados tiene que aprobar antes del 12 de enero una Ley contra la Trata de Personas, que homologue los criterios para facilitar la persecución del delito.

Instó también a las autoridades a homologar leyes y su aplicación, pues señaló por ejemplo casos como el de Veracruz, cuya legislación para proteger a mujeres y niñas de la trata de personas “es de risa”.

Además insistió en que se requieren leyes que vinculen a los grupos delincuenciales con la trata de personas, pues señaló que la nueva modalidad del crimen organizado es gravísima y permanece impune porque las familias quedan ‘paralizadas por el terror’.

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