Reformas estructurales “blindarían” a México

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México debe predicar con el ejemplo, sobre todo ahora que recibe de Francia la estafeta para liderar el G20 y no puede pedir que se lleven reformas a fondo a nivel internacional si no se realizan antes las reformas estructurales que urgen en nuestro país, señala un documento de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El organismo patronal apunta que si pedimos reformas de fondo a nivel internacional, consecuentemente tenemos que hacer las que urgen en nuestro país: educativa, laboral, fiscal, energética, política, asociaciones público privadas y banca de desarrollo, entre otras.

“Este es el blindaje indispensable que necesitamos ante la turbulencia económica en el mundo, pero no vemos, hasta ahora, esta determinación en el sector político, ni en los precandidatos para las elecciones del 1º de julio del 2012”.

Señala la Coparmex que el desafío para nuestro país es pasar de la retórica a la cooperación internacional efectiva, con compromisos, acciones de corto plazo que generen confianza y respuestas estructurales a las nuevas realidades y retos globales.

México tiene credenciales para asumir un rol importante: posee estabilidad macroeconómica, con finanzas públicas equilibradas, y compite limpiamente en el comercio internacional, sin manipulaciones de su tipo de cambio y otras prácticas desleales. Además, tenemos una experiencia en el manejo de crisis y regulación financiera eficaz, como la que se adoptó tras nuestra crisis de 1994, señala el documento.

Sin embargo, la Coparmex añade que esto no es suficiente: se requiere de audacia, como lo expresó el Presidente Calderón en Cannes, ya que en gran parte, la incertidumbre que hay en el mundo, se debe a una falta de liderazgo político. “Los mercados financieros, al igual que la población, están a la espera de señales sólidas de que hay capacidad de acuerdos y control”.

La Cumbre de Cannes concluyó, como las anteriores, con propuestas importantes y el señalamiento de que se hará todo lo necesario para resolver los grandes problemas globales y restaurar la confianza. Sin embargo, siguen pendientes los compromisos efectivos y las transformaciones correspondientes. “Este será el gran reto de México, como cabeza del G20, si realmente queremos hacer la diferencia”.

Ante esto, la Coparmex apunta que el reto es formidable: El 2012 se presenta, desde ahora, como un año extremadamente complicado, con cambios de gobierno en Estados Unidos, China, Francia, Rusia y México, entre otros países; asimismo, vencimientos de deuda que podrían producir un alza en las tasas de interés en los Estados Unidos.

“Asumamos el desafío. México puede y debe propiciar la responsabilidad, visión y liderazgo que hacen falta. Para ello, tenemos que predicar con el ejemplo”, concluye el documento.

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