Moisés Vara de Gante
La sospechosa muerte del secretario de gobernación, nos hacen pensar que el hecho no fue un accidente sino un acto premeditado, esto por la obvia repetición del suceso de hace 3 años cuando perece también en condiciones poco claras otro secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño en un “accidente” aéreo en plena ciudad de México. Independientemente de la fecha en que se suscitó el evento (11/11/2011) se puede morbosamente concluir que es mucha casualidad que dos secretarios de gobernación responsables de la “gobernabilidad” misma de un estado mexicano que muchos consideran fallido, mueran en circunstancias excepcionales.
Sin caer en teorías de la conspiración y procurando la veracidad de los hechos visibles, se observa que días antes del accidente helicópteros sobrevolaban el territorio mexicano a velocidades poco usuales y que el mismo día del accidente se contempló la misma actividad horas antes del incidente.
¿Pudo el mismo gobierno deshacerse de uno de sus integrantes, por qué motivo…traición? ¿Puede ocurrir un incidente de esta categoría en dos ocasiones, gestado desde la cúpula misma del poder… con sicarios de cuello blanco? ¿Se puede hacer ver un homicidio, como accidente DOS VECES y engañar a una nación? ¿Pueden desde el ejército, el estado mayor presidencial o desde las instituciones de seguridad boicotear al mismo poder ejecutivo? ¿Puede estar Estados Unidos involucrado…por qué motivo? ¿Fue el narcotráfico…qué cartel y por qué motivo? ¿Pueden los responsables del caso Mouriño ser los mismos que cometieron este hecho, suponiendo la premeditación? ¿Puede uno de los dos “accidentes” ser planeado y el otro no, de ser así, así cuál fue el planeado? ¿Si fue un atentado quien sabría la ubicación del secretario, su agenda o itinerario personal, o quiénes son los que lo que lo pone en esa ruta aérea? ¿Qué es lo que obliga a los pilotos a cambiar de ruta a medio camino, para irse a estrellar a ese cerro…neblina? ¿Cuál es la probabilidad de que dos hechos inusuales se repitan casi idénticamente a tres años de distancia? ¿Es un homicidio en serie o solo una casualidad, un evento recóndito del irónico destino? ¿No es muy excéntrico un atentado de esa índole? debe haber formas menos complicadas para deshacerse de un secretario de primer nivel y hacerlo ver como un accidente.
Hace tres años se dijo que los pilotos eran inexpertos así se obtuvo al chivo expiatorio de primera instancia, como ese cuento no se puede repetir, en esta ocasión el clima es un buen responsable ya no los pilotos. El helicóptero tenía bastante tiempo volando ¿Por qué seguía trabajando? era tan antiguo que ni caja negra tenia, a pesar de que se diga que le acababan de dar servicio y que estaba en buenas condiciones, es evidente que un modelo de hace 30 años no es el ideal para transportar al secretario de gobernación. Si hay mucha neblina los pilotos no pueden despegar, no deben despegar, no se les autoriza despegar… a menos que haya negligencia. Tal vez desde la torre de control y tal vez de ahí mismo se obtuvo la indicación de dirigirse al cerro cuando iban con visibilidad nula entre la neblina.
Basta ver la clase de helicóptero en la que se estrelló el secretario para imaginar lo difícil que es causarle algún daño sin dejar rastro, no es que no sea posible dispararle desde tierra o desde otra nave (lo cual es poco probable) sino que para causar severos daños se exigiría calibres muy altos aunque no al grado de los lanza cohetes ya que el fuego es nulo en la escena del crimen, contrario al incidente de Mouriño, lo que indica que es probable la alteración de la turbosina; las miradas se dirigen al hangar presidencial a la Fuerza Aérea Mexicana y a los técnicos que preparan y mantienen a los helicópteros, personal infiltrado tal vez.
Suponiendo que fuese un autoatentado por qué llamar a la National Transportation Safety Board del gobierno de Estados Unidos para que colabore en la investigación, al igual que los franceses. No sería arriesgar demasiado o se esta tan seguro de la limpieza del trabajo que es imposible descubrir una evidencia o son agencias con las que ya existe previo acuerdo, al estilo del box en las vegas cuando los jueces ya están pagados por anticipado y ni con patrocinios políticos ilegales se puede ganar.
Si regresamos al punto donde los pilotos no tuvieron que desviar su ruta, se puede explicar el incidente como casual pero si y solo si de manera involuntaria hubiesen sido guiados a esa loma de su perdición es como se puede explicar por qué terminaron ahí, el banco de niebla que les impidió ver el cerro del Ayaqueme sería el principal sospechoso siempre y cuando la ruta fuese desviada sobre el trayecto tal como sucedió.
Por otra parte, seria penoso descubrir que lo que motiva este suceso es la adquisición de un helicóptero cuyo costo supera los 15 millones de dólares y en el que se ven involucrados varios personajes con sus respectivos porcentajes, incluidos los mismos franceses que construyen los helicópteros, quienes a petición del presidente participan en la investigación y a quienes posiblemente se les encargue de paso la venta de otro de esos juguetitos.
Solo los expertos podrán determinar estas interrogantes, tanto en probabilidad como en peritajes, pero lo que es evidente no se puede ocultar y muchas veces la primera respuesta que se obtiene de un cuestionamiento y la más obvia es la correcta. Un policía ejidal declaro que el helicóptero estaba haciendo un ruido extraño antes de estrellarse, por lo tanto tenía una falla mecánica, si se le atribuye al narco el atentado, se debe pensar que desde muy temprano predijeron la nubosidad en el trayecto y la desviación que se tomaría, ellos estarían esperando en el cerro y con tiros muy certeros afectarían las hélices, el motor o el funcionamiento en general del helicóptero, lo que explicaría el extraño sonido previo al impacto.
Reza el dicho: piensa mal y acertaras.
La sospechosa muerte del secretario de gobernación, nos hacen pensar que el hecho no fue un accidente sino un acto premeditado, esto por la obvia repetición del suceso de hace 3 años cuando perece también en condiciones poco claras otro secretario de gobernación, Juan Camilo Mouriño en un “accidente” aéreo en plena ciudad de México. Independientemente de la fecha en que se suscitó el evento (11/11/2011) se puede morbosamente concluir que es mucha casualidad que dos secretarios de gobernación responsables de la “gobernabilidad” misma de un estado mexicano que muchos consideran fallido, mueran en circunstancias excepcionales.
Sin caer en teorías de la conspiración y procurando la veracidad de los hechos visibles, se observa que días antes del accidente helicópteros sobrevolaban el territorio mexicano a velocidades poco usuales y que el mismo día del accidente se contempló la misma actividad horas antes del incidente.
¿Pudo el mismo gobierno deshacerse de uno de sus integrantes, por qué motivo…traición? ¿Puede ocurrir un incidente de esta categoría en dos ocasiones, gestado desde la cúpula misma del poder… con sicarios de cuello blanco? ¿Se puede hacer ver un homicidio, como accidente DOS VECES y engañar a una nación? ¿Pueden desde el ejército, el estado mayor presidencial o desde las instituciones de seguridad boicotear al mismo poder ejecutivo? ¿Puede estar Estados Unidos involucrado…por qué motivo? ¿Fue el narcotráfico…qué cartel y por qué motivo? ¿Pueden los responsables del caso Mouriño ser los mismos que cometieron este hecho, suponiendo la premeditación? ¿Puede uno de los dos “accidentes” ser planeado y el otro no, de ser así, así cuál fue el planeado? ¿Si fue un atentado quien sabría la ubicación del secretario, su agenda o itinerario personal, o quiénes son los que lo que lo pone en esa ruta aérea? ¿Qué es lo que obliga a los pilotos a cambiar de ruta a medio camino, para irse a estrellar a ese cerro…neblina? ¿Cuál es la probabilidad de que dos hechos inusuales se repitan casi idénticamente a tres años de distancia? ¿Es un homicidio en serie o solo una casualidad, un evento recóndito del irónico destino? ¿No es muy excéntrico un atentado de esa índole? debe haber formas menos complicadas para deshacerse de un secretario de primer nivel y hacerlo ver como un accidente.
Hace tres años se dijo que los pilotos eran inexpertos así se obtuvo al chivo expiatorio de primera instancia, como ese cuento no se puede repetir, en esta ocasión el clima es un buen responsable ya no los pilotos. El helicóptero tenía bastante tiempo volando ¿Por qué seguía trabajando? era tan antiguo que ni caja negra tenia, a pesar de que se diga que le acababan de dar servicio y que estaba en buenas condiciones, es evidente que un modelo de hace 30 años no es el ideal para transportar al secretario de gobernación. Si hay mucha neblina los pilotos no pueden despegar, no deben despegar, no se les autoriza despegar… a menos que haya negligencia. Tal vez desde la torre de control y tal vez de ahí mismo se obtuvo la indicación de dirigirse al cerro cuando iban con visibilidad nula entre la neblina.
Basta ver la clase de helicóptero en la que se estrelló el secretario para imaginar lo difícil que es causarle algún daño sin dejar rastro, no es que no sea posible dispararle desde tierra o desde otra nave (lo cual es poco probable) sino que para causar severos daños se exigiría calibres muy altos aunque no al grado de los lanza cohetes ya que el fuego es nulo en la escena del crimen, contrario al incidente de Mouriño, lo que indica que es probable la alteración de la turbosina; las miradas se dirigen al hangar presidencial a la Fuerza Aérea Mexicana y a los técnicos que preparan y mantienen a los helicópteros, personal infiltrado tal vez.
Suponiendo que fuese un autoatentado por qué llamar a la National Transportation Safety Board del gobierno de Estados Unidos para que colabore en la investigación, al igual que los franceses. No sería arriesgar demasiado o se esta tan seguro de la limpieza del trabajo que es imposible descubrir una evidencia o son agencias con las que ya existe previo acuerdo, al estilo del box en las vegas cuando los jueces ya están pagados por anticipado y ni con patrocinios políticos ilegales se puede ganar.
Si regresamos al punto donde los pilotos no tuvieron que desviar su ruta, se puede explicar el incidente como casual pero si y solo si de manera involuntaria hubiesen sido guiados a esa loma de su perdición es como se puede explicar por qué terminaron ahí, el banco de niebla que les impidió ver el cerro del Ayaqueme sería el principal sospechoso siempre y cuando la ruta fuese desviada sobre el trayecto tal como sucedió.
Por otra parte, seria penoso descubrir que lo que motiva este suceso es la adquisición de un helicóptero cuyo costo supera los 15 millones de dólares y en el que se ven involucrados varios personajes con sus respectivos porcentajes, incluidos los mismos franceses que construyen los helicópteros, quienes a petición del presidente participan en la investigación y a quienes posiblemente se les encargue de paso la venta de otro de esos juguetitos.
Solo los expertos podrán determinar estas interrogantes, tanto en probabilidad como en peritajes, pero lo que es evidente no se puede ocultar y muchas veces la primera respuesta que se obtiene de un cuestionamiento y la más obvia es la correcta. Un policía ejidal declaro que el helicóptero estaba haciendo un ruido extraño antes de estrellarse, por lo tanto tenía una falla mecánica, si se le atribuye al narco el atentado, se debe pensar que desde muy temprano predijeron la nubosidad en el trayecto y la desviación que se tomaría, ellos estarían esperando en el cerro y con tiros muy certeros afectarían las hélices, el motor o el funcionamiento en general del helicóptero, lo que explicaría el extraño sonido previo al impacto.
Reza el dicho: piensa mal y acertaras.
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