Itinerario Político / Ricardo Alemán
No es ninguna novedad que Manlio Fabio Beltrones haya renunciado a buscar la candidatura presidencial por el PRI. Sólo la miopía de algunos suponía que el poderoso senador pudiera tener posibilidades de éxito, frente a la inalcanzable candidatura de Enrique Peña Nieto.
En realidad, lo novedoso parecía estar en el momento, la forma y el contenido de la declinación de Beltrones. Y ayer martes se cumplieron las tres premisas; el senador anunció que no competiría por la candidatura presidencial del PRI, lo hizo en el formato de desplegado periodístico –lo que garantiza su permanencia en el tiempo–, y envió uno de los más severos mensajes al PRI y al candidato de ese partido, Enrique Peña Nieto.
Pero vale la pregunta, sobre todo luego de un mensaje como el que hizo público el senador del PRI; ¿Qué dijo y qué quiso decir?
1.- Beltrones empieza por preguntar ¿para qué? quiere el PRI la unidad. Y luego de advertir que si los tricolores no son capaces de forjar un acto unitario auténtico, sin simulación o ingratitud, “estaremos poniendo en riesgo la victoria en 2012”. ¿Cuál es el mensaje de esa advertencia? Que la unidad que propone Beltrones a Peña Nieto, no es la claudicación o el atropello de su grupo y menos de sus ideales. La unidad de Beltrones es “con humildad e inteligencia, para entender que en este momento todos son necesarios”, en especial, el grupo de Beltrones.
2.-Luego, Beltrones acepta que en el grupo de Peña Nieto “hay quienes tienen prisa” por ungirlo, aquellos que reclaman unidad “para conservar privilegios”, y los que intentan “garantizar sus intereses personales o de grupo”. Y advierte que son esos los que “ven un motivo de discordia” en las reformas propuestas por Beltrones. Sin embargo, dice que son muchos más los que quieren un cambio en el PRI, “y es con ellos con los que seguiré haciendo política”. Por eso apela a que se cumpla el acuerdo de que ese grupo no sea aplastado o atropellado.
3.-Dice Beltrones que aceleró la decisión de declinar, porque es urgente fortalecer al candidato presidencial del PRI. ¿Por qué? Porque fue evidente, en las elecciones estatales de Michoacán, que el Gobierno federal manoseara las elecciones presidenciales. Pero, además, porque pactado el matrimonio PRD, PT y Convergencia, su candidato presidencial, López Obrador, ha hecho visibles sus delirios de ver al PRI no como el adversario a vencer, sino como el enemigo a destruir.
4.- En la parte central de su mensaje, Beltrones dice que “cumplo mi palabra” de declinar al proceso para buscar la candidatura presidencial, ante los riesgos que acechan al PRI y la grave situación que vive la República. Y advierte que antes que una figura importante, será un hombre útil al PRI, ya que “la decisión de no participar en la contienda interna no es un sacrificio, es mi aportación para la victoria del PRI en 2012”.
5.- Y regresa al tema de la unidad incluyente, no aplastante. Por eso dice: “la unidad se construye con una idea común, con reglas claras, con transparencia, con equidad y sin exclusiones”, de lo contrario acota, “sólo nos queda el refugio de la responsabilidad”. Es decir, parece que Beltrones cumplió su parte del acuerdo con Peña Nieto. Ahora reclama que éste cumpla su parte del acuerdo. Por eso habla del “refugio de la responsabilidad”; advertencia a Peña Nieto, de que si una de las partes incumple, pagará por ello.
6.- Y acaso por eso, insiste que siempre ha buscado ser congruente entre lo que dice y hace. Por eso, exalta el valor de la palabra y la lealtad, como premisas fundamentales de su práctica política; “el respeto al valor de la palabra ha sido mi práctica común…” y “jamás atentaría contra mis convicciones; sería hacerlo contra mí mismo. Me he formado con quienes hicieron de la lealtad su mejor patrimonio”. ¿Qué quiere decir con eso? Que él, Beltrones, cumple.
7.- Al final, parece enviarle un mensaje al presidente del PRI, Humberto Moreira, cuando dice: “La simulación y la ingratitud son los peores venenos de la política y nos han hecho mucho daño. Siempre he sabido que la militancia es superior a la dirigencia y, por ello, nuestro partido ha resistido las grandes derrotas”. En pocas palabras, dice Beltrones que a pesar de las estrategias de Humberto Moreira, la militancia no se traga el engaño.
8.- Y se despide con la esperanza de que no habrá fractura en el PRI; “no podemos permitirnos la división”, pero advierte que, a pesar de todo, seguirá haciendo política, y que “mañana empiezo otra vez”. ¿Se le puede creer a Beltrones? Al tiempo.
No es ninguna novedad que Manlio Fabio Beltrones haya renunciado a buscar la candidatura presidencial por el PRI. Sólo la miopía de algunos suponía que el poderoso senador pudiera tener posibilidades de éxito, frente a la inalcanzable candidatura de Enrique Peña Nieto.
En realidad, lo novedoso parecía estar en el momento, la forma y el contenido de la declinación de Beltrones. Y ayer martes se cumplieron las tres premisas; el senador anunció que no competiría por la candidatura presidencial del PRI, lo hizo en el formato de desplegado periodístico –lo que garantiza su permanencia en el tiempo–, y envió uno de los más severos mensajes al PRI y al candidato de ese partido, Enrique Peña Nieto.
Pero vale la pregunta, sobre todo luego de un mensaje como el que hizo público el senador del PRI; ¿Qué dijo y qué quiso decir?
1.- Beltrones empieza por preguntar ¿para qué? quiere el PRI la unidad. Y luego de advertir que si los tricolores no son capaces de forjar un acto unitario auténtico, sin simulación o ingratitud, “estaremos poniendo en riesgo la victoria en 2012”. ¿Cuál es el mensaje de esa advertencia? Que la unidad que propone Beltrones a Peña Nieto, no es la claudicación o el atropello de su grupo y menos de sus ideales. La unidad de Beltrones es “con humildad e inteligencia, para entender que en este momento todos son necesarios”, en especial, el grupo de Beltrones.
2.-Luego, Beltrones acepta que en el grupo de Peña Nieto “hay quienes tienen prisa” por ungirlo, aquellos que reclaman unidad “para conservar privilegios”, y los que intentan “garantizar sus intereses personales o de grupo”. Y advierte que son esos los que “ven un motivo de discordia” en las reformas propuestas por Beltrones. Sin embargo, dice que son muchos más los que quieren un cambio en el PRI, “y es con ellos con los que seguiré haciendo política”. Por eso apela a que se cumpla el acuerdo de que ese grupo no sea aplastado o atropellado.
3.-Dice Beltrones que aceleró la decisión de declinar, porque es urgente fortalecer al candidato presidencial del PRI. ¿Por qué? Porque fue evidente, en las elecciones estatales de Michoacán, que el Gobierno federal manoseara las elecciones presidenciales. Pero, además, porque pactado el matrimonio PRD, PT y Convergencia, su candidato presidencial, López Obrador, ha hecho visibles sus delirios de ver al PRI no como el adversario a vencer, sino como el enemigo a destruir.
4.- En la parte central de su mensaje, Beltrones dice que “cumplo mi palabra” de declinar al proceso para buscar la candidatura presidencial, ante los riesgos que acechan al PRI y la grave situación que vive la República. Y advierte que antes que una figura importante, será un hombre útil al PRI, ya que “la decisión de no participar en la contienda interna no es un sacrificio, es mi aportación para la victoria del PRI en 2012”.
5.- Y regresa al tema de la unidad incluyente, no aplastante. Por eso dice: “la unidad se construye con una idea común, con reglas claras, con transparencia, con equidad y sin exclusiones”, de lo contrario acota, “sólo nos queda el refugio de la responsabilidad”. Es decir, parece que Beltrones cumplió su parte del acuerdo con Peña Nieto. Ahora reclama que éste cumpla su parte del acuerdo. Por eso habla del “refugio de la responsabilidad”; advertencia a Peña Nieto, de que si una de las partes incumple, pagará por ello.
6.- Y acaso por eso, insiste que siempre ha buscado ser congruente entre lo que dice y hace. Por eso, exalta el valor de la palabra y la lealtad, como premisas fundamentales de su práctica política; “el respeto al valor de la palabra ha sido mi práctica común…” y “jamás atentaría contra mis convicciones; sería hacerlo contra mí mismo. Me he formado con quienes hicieron de la lealtad su mejor patrimonio”. ¿Qué quiere decir con eso? Que él, Beltrones, cumple.
7.- Al final, parece enviarle un mensaje al presidente del PRI, Humberto Moreira, cuando dice: “La simulación y la ingratitud son los peores venenos de la política y nos han hecho mucho daño. Siempre he sabido que la militancia es superior a la dirigencia y, por ello, nuestro partido ha resistido las grandes derrotas”. En pocas palabras, dice Beltrones que a pesar de las estrategias de Humberto Moreira, la militancia no se traga el engaño.
8.- Y se despide con la esperanza de que no habrá fractura en el PRI; “no podemos permitirnos la división”, pero advierte que, a pesar de todo, seguirá haciendo política, y que “mañana empiezo otra vez”. ¿Se le puede creer a Beltrones? Al tiempo.
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