Prefiero que me maten…

José Cárdenas

Y lo mataron.

Nepomuceno Moreno dedicó el último año de su vida a denunciar el secuestro y asesinato de su hijo, Jorge Mario Moreno León, de 18 años. Acusó a policías ministeriales de Sonora. Pagó con su vida.

Hace mes y medio la desesperación lo trajo a México.

Formó parte de la comitiva del segundo encuentro del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad con el Presidente de la República, en el Castillo de Chapultepec. Ante Felipe Calderón, expuso su pavoroso caso. Mostró pruebas.

Un reporte del celular de su hijo revela que, tres horas después de haber sido levantado, recibió tres llamadas de la Procuraduría estatal.

Nepomuceno le aseguró al Presidente que los mismos criminales que mataron a su hijo lo amenazaron a él para que abandonara su lucha por hacer justicia.

El Presidente le mandó protección con el Ejército.

…Este lunes le pegaron cinco tiros en la cabeza. A plena luz.

-¿Qué hay detrás de la muerte de Nepomuceno Moreno?

Se ignora si fue por venganza o traición.

Le cuento…

En 1979, Nepomuceno fue detenido y sentenciado en Estados Unidos por tráfico de heroína. Cumplió su condena y regresó a México. En 1997 fue secuestrado por los hermanos Ambrosio y Ramón Vázquez Villagrana, vinculados con el narcotráfico. En 2005, volvió a tener problemas con la ley. Estuvo preso cuatro años acusado de portación de arma de fuego (prohibida) y participación en el asesinato de un guardia de seguridad en Sonora. Al final fue absuelto.

Hace 15 días, Nepomuceno mandó un correo electrónico al movimiento que encabeza el poeta Javier Sicilia. Manifestaba su preocupación por haber recibido amenazas de muerte.

Tenía miedo. Y al final, tuvo razón. La suya, fue una muerte anunciada.

-¿A quién hay que achacarla?

El procurador de Sonora se lava las manos. Sostiene que la desaparición del hijo de Nepomuceno tiene que ver con tarjetas clonadas, vehículos robados y delincuencia organizada.

-¿Criminalizar a la víctima es la única vía que le queda a la Procuraduría sonorense?

Javier Sicilia lo lamenta: “Son los excesos del horror, un gobierno incapaz de defender la vida de un ciudadano y que, como respuesta al homicidio, mancha con más lodo el cadáver de la víctima”.

-¿Nepomuceno es otra víctima culpable?

No lo sé, pero su muerte demuestra que hay muy poco por hacer contra el crimen.

…Que ya ni la protección presidencial puede ser suficiente.

MONJE LOCO: Estamos tétricos. No es para menos. ¿Cómo explicarle a un niño de cuatro años que vamos perdiendo la guerra? La respuesta para Alan David fue un balazo en el pecho. Lo mataron mientras jugaba. “Valientes” sicarios lo rafaguearon con cuernos de chivo. En este año suman 52 los menores inocentes muertos a manos del crimen. ¿Dirá el gobierno que son víctimas del azar? Nadie sabe, nadie supo…

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