Perdió México 23% de su desarrollo humano en un año

Susana González G. / La Jornada

En sólo un año, México perdió 23 por ciento en su nivel de desarrollo humano, al retroceder 15 lugares en la distribución de la riqueza, informó Magdy Martínez-Solimán, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La desigualdad sigue siendo una constante, un gran reto y una gran cicatriz para México y América Latina y el Caribe. La región es una de las más desiguales del planeta y México no es la excepción a esa regla. La región pierde hasta 26 por ciento en su desarrollo debido a las diferencias en educación, salud e ingreso, y para México la cifra es de 23 por ciento, aseguró Martínez-Solimán al presentar el Informe Mundial de Desarrollo Humano 2011 a investigadores, representantes de organizaciones civiles y medios de comunicación.

El documento hace hincapié en la vinculación del desarrollo humano con la equidad y la sosteniblidad, ya que advierte que la deforestación, los desastres naturales y el cambio climático pueden hacer retroceder varios años los logros alcanzados. En México, advierte, sequías e inundaciones hicieron retroceder el índice de desarrollo humano (IDH) de los municipios afectados en alrededor de dos años, y aumentaron la pobreza extrema en casi 4 puntos porcentuales.

María del Carmen Sacasa, representante residente adjunta del PNUD, aseguró que los pobres son los que más sufren con el deterioro ambiental y los que menos responsabilidad tienen del mismo. El organismo propuso dos impuestos a todas las transacciones financieras que impliquen cambio de divisas, desde las remesas hasta las inversiones en las bolsas de valores.

Estos impuestos apenas serían perceptibles para quienes los paguen, porque para serían de 0.005 en divisas y 0.05 por ciento en transacciones financieras, a fin de obtener hasta 740 mil millones de dólares en conjunto para financiar las acciones de mitigación y readaptación del cambio climático, explicó Martínez-Solimán. No es una cifra utópica, ya que representa un octavo de los subsidios gubernamentales para los combustibles fósiles y está muy por debajo del gasto mundial en armamento.

Martínez-Solimán aclaró que en el indice de desarrollo humano que mide salud, educación e ingreso, México no avanzó, pero tampoco retrocedió respecto del año pasado, ya que mantuvo el lugar 57 entre 187 países analizados y con ello se ubica entre los países de alto nivel de desarrollo.

Sin embargo, acotó que si al IDH se agrega un cuarto elemento, si se facturan sus niveles de desigualdad entre la gente muy rica y la muy pobre, México queda peor de lo que estaba, porque pasa del puesto 57 al 72. Lo mismo ocurre, abundó, con otras naciones, pues Estados Unidos perdió 19 lugares, al pasar del cuarto lugar al 23, mientras Corea retrocedió 17 posiciones.

Claramente es en la distribución del ingreso donde se genera la mayor parte de esta desigualdad. La educación sigue siendo un factor intermedio porque es ascensor de la movilidad social de abajo-arriba y la salud es un freno de la movilidad social de arriba-abajo; es un igualador en México que evita que los gastos catastróficos de salud lleven a una familia de clase media a la pobreza o una pobre a la pobreza severa, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, explicó. Otros rezagos que acumula México son en materia de igualdad de género, ya sea en tasas de mortalidad de género y fertilidad entre adolescentes, salud reproductiva o representación política.

Cuestionado por el coordinador de Posgrado de Economía de la UNAM, Clemente Ruiz Durán, sobre qué hace falta a México para acelerar el paso en el IDH, el representante del PNUD dijo que dado que se ha tocado techo en la extensión o universalización de los servicios de salud, la asignatura pendiente es la calidad, no la cantidad, y lo mismo para la educación.

Martínez-Solimán advirtió que con la nueva recesión económica en el mundo el ingreso y el empleo para jóvenes serán los factores más afectados en el IDH.

El funcionario mencionó que la violencia o las guerras internas en las que están sumidos algunos países inciden en el deterioro de sus niveles de desarrollo humano, pero cuando se le preguntó si esto esto se reflejaba también en el caso de México por la guerra contra el narcotráfico, puntualizó que no hay un impacto medido, no estadísticamente ni con las cifras que tenemos hoy, aunque es evidente que el impacto existe.

Sin desigualdad, México tiene alto nivel de desarrollo, igual a Panamá

Martínez-Solimán y Rodolfo de la Torre, coordinador general de la oficina de investigación de desarrollo humano del PNUD, destacaron que si se excluye el factor desigualdad, México mantuvo la misma posición que hace un año, al igual que otros 120 países, y con el lugar 57 tiene un nivel de desarrollo humano catalogado como alto.

Sin embargo queda por debajo de Chile (44), Argentina (45) y Barbados (47), los únicos países de la región que tienen un muy alto nivel de desarrollo humano, así como de Uruguay (48) y Cuba (51), pero supera a Brasil (84) y Venezuela (73).

De la Torre precisó que desde 2006 México sólo ha avanzado dos lugares en el índice de desarrollo humano, lo que no corresponde a su potencial como país y su nivel es semejante al de Arabia Saudita y Panamá.

Pese a ese crecimiento de medio punto porcentual por año, Martínez-Solimán dijo que el resultado de México en 2011 es superior al promedio regional y no muy alejado de la media mundial.

Podemos decir que México avanza con el mundo y con su región. No más despacio, pero tampoco más aprisa, lo cual no es un logro menor, porque 60 por ciento de los países no mejoraron sus posiciones, ya que de 187 países sólo 36 subieron de posición.

Noruega es el país mejor calificado en el IDH, seguido de Australia, Países Bajos, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Canadá, Irlanda, Liechtenstein, Alemania, Suecia y Suiza, mientras los últimos lugares los ocupan países africanos como Guinea, República Centroafricana, Sierra Leona, Burkina Faso y Liberia.

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