Ortega gana la relección en Nicaragua por amplio margen

Pl, Notimex, Afp y Reuters

Daniel Ortega, uno de los líderes de la revolución sandinista que derrocó la dictadura de la familia Somoza en 1979, se perfilaba claramente esta noche como vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en Nicaragua este domingo, con lo que se relegirá por un periodo de cinco años, derrotando a cuatro candidatos de la fragmentada oposición de derecha.

Durante la jornada electoral hubo incidentes que llevaron a los observadores electorales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea (UE) a denunciar obstrucciones y trabas inexplicables.

El Consejo Supremo Electoral (CSE) informó que la totalidad de los resultados oficiales preliminares estarán listos este lunes, pero al cierre de esta edición, con 6.76 por ciento de la votación escrutada la noche de este domingo, el aspirante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) recibió el apoyo de 66.42 por ciento de los ciudadanos, contra 25.52 de su más cercano contendiente, el empresario y locutor de radio Fabio Gadea, de 79 años, conocido por dar voz a personajes populares.

Después de Ortega y Gadea, en un lejano tercer lugar, quedó con 7.10 por ciento de sufragios el ex presidente Arnoldo Alemán (1997-2002), quien fue acusado por favorecer desde el poder a su familia; en 2003 fue sentenciado a 20 años de cárcel, aunque en 2009 fue absuelto de los cargos. Otros dos candidatos de organizaciones menores recibieron menos de uno por ciento de boletas a su favor.

Antes de que la autoridad electoral difundiera su primer boletín con resultados parciales, hacia las 23:30 horas (igual tiempo de la ciudad de México), miles de sandinistas salieron a las calles de Managua a celebrar el triunfo.

Para ganar la elección presidencial en primera vuelta, el candidato con más respaldo popular necesita al menos 40 por ciento de los sufragios válidos o sumar un mínimo de 35 por ciento de los votos y cinco puntos de ventaja sobre su más próximo rival.

Un total de tres millones 400 mil personas se registraron para votar en los comicios de este país de cinco millones 800 mil habitantes. Autoridades y observadores electorales, así como los candidatos, anticiparon un alto nivel de participación.

Esta votación va a ser muy alta para el Frente Sandinista, porque es la primera vez que se da una votación sin miedo, a favor de un sandinismo que demostró que se puede gobernar en paz, dijo Ortega después de depositar su boleta electoral.

Diría que por primera vez los nicaragüenses salen a votar sin miedo, porque antes había mucho terror a la hora de emitir el voto, señaló Ortega, en alusión a las elecciones de 1990 y 1996, cuando la propaganda de los llamados partidos liberales señalaba que el retorno de los sandinistas haría estallar la guerra nuevamente.

El mandatario llegó al centro de votación rodeado de jóvenes que ahora nutren las filas del FSLN, organización que surgió en la década de 1960 y logró derrocar con una lucha guerrillera a la dictadura somocista. Ortega formó parte de la junta revolucionaria que convocó a las elecciones de 1984.

Los sandinistas postularon a Ortega, quien ganó y gobernó de 1985 a 1990, en medio de una agresión militar financiada por Estados Unidos y ejecutada por grupos contrarrevolucionarios, que socavó la economía y obligó al gobierno a implantar el servicio militar obligatorio.

El FSLN, abandonado por algunos de los líderes revolucionarios de 1979, volvió a ganar terreno político en comicios municipales celebrados a mediados de la década pasada, abriendo el camino para el retorno de Ortega a la presidencia, en enero de 2007.

A diferencia de su primer gobierno, Ortega logró en los últimos cuatro años y medio estabilizar la economía y alcanzó un crecimiento del producto interno bruto de 4.5 por ciento en 2010.

Ortega, nacido el 11 de noviembre de 1945, consiguió además el apoyo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que por medio de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América ha financiado programas de gobierno con mil 600 millones de dólares, que han elevado la popularidad del mandatario nicaragüense. Esto incluye la entrega de viviendas y materiales de construcción en zonas urbanas y la donación de vacas y cerdas preñadas a campesinos.

Nicaragua es el segundo país más pobre de América, después de Haití, y sus habitantes asalariados tienen un ingreso promedio de 290 dólares al mes, 120 dólares menos que el valor de la canasta básica para una familia de seis personas.

Un analista político nicaragüense, Carlos Midenses, en declaraciones a la televisora regional Telesur, afirmó que la razón del triunfo del FSLN es que este partido ha introducido en Nicaragua un modelo solidario de lucha contra la pobreza, el hambre y el desempleo, lo que contrasta con la pobre oferta de los candidatos de los partidos Liberal Independiente, Liberal Constitucionalista, Alianza Liberal Nicaragüense y Alianza por la República.

Además del presidente, los nicaragüenses eligieron a un vicepresidente, 90 diputados del Congreso y 20 del Parlamento Centroamericano.

La jornada electoral comenzó en calma, aunque el sábado por la noche hubo una manifestación violenta en la localidad de Sébaco, departamento de Matagalpa, 100 kilómetros al norte de Managua, donde un grupo exigió la entrega de cédulas de identidad, necesarias para acceder a las urnas. El CSE dijo en un comunicado este domingo que las protestas fueron promovidas por simpatizantes del Partido Liberal Independiente para crear una aparente situación de desorden.

También en Matagalpa, en ciudad Darío, cuatro personas resultaron heridas por disparos de bala, en medio de una trifulca entre opositores y seguidores del FSLN. En ese lugar fueron incendiadas siete mesas de votación.

Roberto Rivas, presidente del CSE, reconoció que hubo casos aislados de violencia, aunque precisó que sólo 16 de 12 mil 960 casillas electorales resultaron afectadas.

La organización Hagamos Democracia, que no recibió el registro oficial pero distribuyó 600 observadores, informó haber recibido 600 denuncias sobre irregularidades, 40 por ciento de las cuales se refieren a restricciones impuestas a representantes de casilla de los partidos opositores.

Dante Caputo, jefe de la misión de 65 observadores de la OEA, se quejó de que a los delegados se les negó el acceso a 10 de los 52 centros de votación donde tenían prevista una visita de supervisión.

El jefe de la delegación de la UE, Luis Yáñez, aseguró que el Consejo Supremo Electoral ha puesto demasiadas trabas, a veces inexplicables; no sé por qué tanta opacidad y trampas en un proceso que podría ser libre.

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