Ninis: que siempre sí existen

SEP: actualiza su inventario
Lujambio-Blake: no exageren

Carlos Fernández-Vega / México SA


Que sí, que siempre sí hay millones y millones de ninis en el país, y no los 285 mil inventariados por el gobierno calderonista, cifra esta última, por cierto, a la que dos de los genios del gabinetazo se aferraron ignominiosamente en su afán de esconder la realidad y desmentir, con saliva, a los críticos del régimen. Pero son tantos y tantos los jóvenes que ni trabajan ni estudian en esta República del para vivir mejor, que de plano ya no caben bajo la alfombra del discurso oficial.

Resulta que el 18 de agosto de 2010, mediante comunicado oficial conjunto (Los jóvenes en México, realmente ¿ni trabajan ni estudian?), las indignadas secretarías de Gobernación y de Educación Pública negaron rotundamente la voluminosa existencia de los llamados ninis mexicanos, y en su intento (al estilo de Díaz Ordaz) por desagraviar al gobierno calderonista exigieron un manejo cuidadoso de la cifra relativa a este creciente problema social, que ambas instituciones limitaron a 285 mil personas, muy por debajo de los siete millones que denunció el rector de la UNAM, José Narro.

Pues bien, un año y pico después de tan deplorable actitud, y probablemente porque en las citadas dependencias del Ejecutivo ya no despachan el recientemente fallecido Francisco Blake y el hospitalizado Alonso Lujambio, la Secretaría de Educación Pública –con el silencio de Gobernación- reconoció que en México existen 36.2 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años, de los que 20 por ciento (7 millones 250 mil) no estudian ni trabajan. Estos datos se desprenden de la Encuesta Nacional de la Juventud 2010, presentada ayer por la SEP y el Instituto Mexicano de la Juventud. El subsecretario de Educación Superior, Rodolfo Tuirán (encargado de la tienda, mientras el titular se encuentre en tratamiento médico) dijo que ´no podemos trivializar ni simplificar el problema, sino generar políticas públicas desde esa perspectiva´ (El Universal), es decir, exactamente lo contrario de lo que en su momento defendieron y difundieron Blake y Lujambio.

Como por obra de magia, el número oficial de ninis creció 2 mil 500 por ciento entre la primera versión (la de Blake y Lujambio, en agosto de 2010) y la segunda (la de la citada encuesta, divulgada ayer), al pasar de 285 mil” a 7 millones 250 mil. Todo en un año y tres meses, periodo en el que las dependencias gubernamentales cambiaron no sólo de titular, sino de calculadora. Sin embargo, en el ínterin, los ninis fueron objeto de una lluvia de calificativos por parte del gobierno calderonista: el inquilino de Los Pinos los acusó de herejes (están como están, porque no creen en Dios); Blake y Lujambio les pidieron no exagerar, y el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, los consideró esquezofrénicos por echarle la culpa a los demás.

El citado comunicado conjunto, el del 18 de agosto de 2010, a la letra decía: “de acuerdo con algunos expertos en la materia, el análisis riguroso de este subgrupo (el de los ninis) de la población debería excluir, además de quienes se dedican al trabajo doméstico, a los jóvenes que actualmente se encuentran buscando empleo, pues forman parte de la población económicamente activa, y a quienes experimentan algún tipo de discapacidad que les impide realizar actividades económicamente productivas… La percepción generalizada de que existe una gran cantidad de jóvenes nini no se refleja en las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. Con frecuencia, el volumen de la población nini se sobreestima debido a una conceptualización parcial del fenómeno, ya que algunas estadísticas en torno a esta población incluyen en ellas a jóvenes que se dedican al trabajo doméstico, entre los que la proporción de mujeres jóvenes unidas es predominante”.

A manera de ejemplo, citaba el comunicado de Gobernación y Educación Pública, “la Encuesta Nacional de la Juventud 2005 reporta 24 por ciento de jóvenes entre 12 y 29 años que dicen no estudiar ni trabajar. Sin embargo, de este conjunto poco más de ocho de cada diez son mujeres, entre las cuales cerca de siete de cada diez están unidas y, presumiblemente, se dedican a la vida doméstica. Otro 30 por ciento de las mujeres son solteras, pero podrían participar en las actividades domésticas de su hogar de origen. Incluir a este subgrupo de la población joven entre los nini parece inapropiado, ya que el trabajo relativo a la reproducción no es una labor menor… Al respecto, resulta pertinente cuestionar si el hecho de que las mujeres jóvenes se dediquen a actividades reproductivas y domésticas desde edades tempranas obedece o no a una situación de exclusión social que acota sus oportunidades y las orienta desde edades muy jóvenes hacia la vida doméstica… Es necesario aprovechar el bono demográfico para impulsar el desarrollo del país y que las generaciones actuales y futuras de mexicanos vivan mejor.”

Tal comunicado fue la respuesta oficial a la denuncia del rector Narro, quien días antes reiteró que “las condiciones actuales para la juventud en México son preocupantes y su panorama a futuro es complicado…Es necesaria una política gubernamental más contundente que considere como prioridad nacional a este sector, que es el futuro del país. Los mexicanos de entre 12 y 29 años que ni estudian ni trabajan representan 22.8 por ciento de los 33 millones de jóvenes que reporta el Coneval. Es una vergüenza que tengamos 7.5 millones de jóvenes en esta situación, fundamentalmente porque no hay oportunidades para ellos… Si sólo se pretende matizar las cosas, si nos planteamos un mundo color de rosa, nos vamos a equivocar de manera muy grave”.

Un año y pico después, la SEP ya no emitió un comunicado de desagravio, pero reconoce la existencia (al cierre de 2010) de 7.25 millones de ninis. Y como lo apuntamos en este mismo espacio en agosto de 2010, es una vergüenza el abandono en el que se tiene a millones de jóvenes en el país, pero lo es aún más que lejos, muy lejos de siquiera intentar corregir esta lamentable situación el calderonato se empeñe en negar la realidad y que gobierne, por llamarle así, a golpe de discursos y/o comunicados.

Las rebanadas del pastel

Los trabajadores de Mexicana de Aviación se mantienen al pie del cañón. No cejan en su empeño de recuperar sus plazas laborales y denuncian a los verdaderos causantes de la quiebra de la aerolínea. Un abrazo solidario para todos ellos, junto con la invitación a los siempre atentos lectores a que vean Mexicana, fraude maquinado (primera entrega) en www.youtube.com/watch?v=7bM7RL6nn9k.

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