jueves, noviembre 24, 2011

La tremenda corte vs. La Jornada

Horacio Zaldívar / Radio Pasillo

El día de ayer La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) negó por cuatro votos a uno el amparo solicitado por La Jornada en contra de la sentencia que absolvió del delito de daño moral a Letras Libres; sin embargo, el ministro instructor Arturo Zaldívar aseveró que la decisión no significa que el máximo tribunal “comparta las manifestaciones o los juicios expresados por la revista Letras Libres”.

Lo que sostiene la sentencia, sostuvo, “es que, constitucionalmente tiene el derecho a emitirlas, nada más, pero nada menos”.

El ministro Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, quien votó en contra del proyecto, sostuvo que la columna “Cómplices del terror” que impugnó por vía legal La Jornada, sí afecta el honor y la reputación del diario, además de que el dictamen de la sentencia no registra pruebas de las acusaciones publicadas en la revista, por lo que, la publicación “tiene que reponer la lesión jurídica” que ocasionó al periódico, como corresponde.

Los ministros que apoyaron el proyecto -Olga Sánchez Cordero, José Ramón Cossío y Jorge Pardo Rebolledo- señalaron que el derecho a la libertad de expresión debe prevalecer sobre el derecho al honor (¡!)

Era de esperarse, que el brazo ejecutor del gobierno de Felipe Calderón la Suprema Corte de Justicia de la Nación, hoy convertida en “La Tremenda Corte” negara la garantía constitucional del juicio de amparo, ante la aberrante actitud de Fernando García Ramírez, subdirector de la revista letras Libres, quien acusó en marzo de 2004 al periódico sin aportar prueba alguna, de ser “cómplice del terror” de la organización vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA).

Qué incongruente y absurdo el criterio jurídico utilizado para la sentencia emitida, pues mientras la “libertad de expresión” se contempla en el artículo 6º, el derecho del “honor” no aparece en nuestra carta Magna.

En el 2004 José Zaramago escribió con motivo del XX aniversario del diario La jornada: Como periódico, naturalmente, La Jornada forma parte de la historia actual de México. Aunque La Jornada es también otra historia de México.

Esto no es gran novedad, pues de todos es bien sabido que cada uno cuenta siempre la historia (o las historias) a su manera. Imaginemos, no obstante, que La Jornada no existe, imaginemos que no existió durante los últimos veinte años de la vida mexicana, y, habiendo imaginado eso, imaginemos ahora una historia de México a la que le falte toda la información y toda la opinión que, en muchísimos casos, sólo en La Jornada fue posible encontrar.

Es un lugar común decir que no existe nada a que, con propiedad, podamos llamar la verdad, pero somos mucho más conscientes de ese hecho cuando nos percatamos de que alguna verdad está faltando. No entenderíamos el México de hoy si La Jornada no hubiese proclamado su verdad todos los días que se cuentan en 20 años. Los mexicanos, incluyendo a los adversarios más acérrimos de su línea, lo agradecerán bastante.

Ya habíamos advertido desde este modesto espacio no sólo de la esquizofrenia del inquilino de Los Pinos y su desesperación ante la inminente derrota a manos del viejo PRI, del mismo PRI, que equivale a su salida de Los Pinos y por tanto del poder, sino que vislumbrábamos acciones desesperadas y hasta temerarias en contra de todo aquél, aquello que atentara contra su precaria autoridad.

Ahora fue La Jornada, después quien sabe quienes seguiremos. Por ello desde este modestísimo espacio hacemos patente nuestro más enérgico rechazo a esta burda, y parcial sentencia, que sólo confirma que el máximo órgano de justicia de la nación, hoy se ve convertido en un burdo remedo de la Tremenda Corte.

Nuestras disculpas a los geniales: El tremendo Señor Juez, José Candelario “tres patines”, Luz María Nanina, Rudecindo Caldeiro y Escobiña, el secretario y la “mamita” de tres patines, por la ofensiva comparación de la genial creación del español nacionalizado cubano Cástor Vispo.


DIGESTIF

No se hagan bolas.- Coincidentemente con la reaparición del expresidente Carlos Salinas de Gortari que presentará su nuevo libro Democracia Republicana, ni Estado ni mercado: Una alternativa ciudadana, edición que la por cierto, el ex presidente de México enfatiza que para la mayoría de los mexicanos los tiempos que corren son de ansiedad, incertidumbre y temor.

En Zacatecas también son tiempos de ansiedad, incertidumbre y temor, pero no precisamente por la gravísima violencia que se vive en el estado, sino por las candidaturas y la repartición del pastel; de hecho siguen “hechos bolas”.

Pero para que no se “hagan bolas” les daremos un tip: El único zacatecano que tiene asegurada una candidatura para el Senado de la República se llama José “Pepe” Aguirre para sus cuates y amigos. Efectivamente, el exitoso constructor llegará a un escaño y será por la vía plurinominal.

El empresario tiene las necesarias relaciones de altísimo nivel, además que se le conoce como hombre visionario y hábil en los negocios.

Para los incrédulos recibimos apuestas...

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