Identifican 18 de los 26 cadáveres arrojados en Guadalajara

Apro

Empleados de tiendas departamentales, choferes, pintores, repartidores, electricistas, mecánicos, algunos sin oficio conocido y otros con antecedentes penales son algunos de los 26 jóvenes identificados oficialmente hasta ahora, quienes aparecieron ejecutados la mañana del jueves 24 en vialidades de esta ciudad.

La información fue proporcionada por el procurador Tomás Coronado Olmos, quien aseguró que las edades de las víctimas oscilan entre los 19 y los 40 años, los que previamente habían sido “levantados” entre el domingo 20 y el miércoles 23 de este mes.

Esto es, la víspera en que se encontraron sus cadáveres en tres distintas camionetas abandonadas sobre la avenida Arcos del Milenio.

De la mayor parte de los fallecidos no se conocen antecedentes de ninguna especie, pero al menos seis de ellos sí los tienen, algunos por delitos contra la salud y robo de autos.

Los 26 fueron secuestrados en distintas colonias, preponderantemente populares, de la zona metropolitana de Guadalajara. Y la mayor parte de ellos murió por asfixia.

Desde el mismo jueves, técnicos del Servicio Médico Forense (Semefo) se dieron a la tarea de identificar a los asesinados, en tanto que numerosos familiares habían reportado la desaparición de sus allegados, hecho del que ya habían dado cuenta ante distintas agencias del Ministerio Público (MP).

Según información revelada hoy por el titular de la PGJE, en la Dodge Caravan se encontraron los cuerpos de Saúl Emmanuel Mendoza Jasso, de 21 años, quien vivía en la colonia El Sáuz y trabajaba en una tienda de departamentos.

Los hermanos Juan Pablo y Ramón Celis Velasco habitaban en la colonia Miravalle.

El primero se empleaba como chofer de mudanzas y el segundo como repartidor de pizzas. Sus edades oscilaban entre los 24 y los 25 años.

Juan Ramón Mora Alonso es otra de las víctimas, era técnico en termoplásticos y tenía antecedentes penales y orden de aprehensión por robo de autos.

Víctor A. Jaime Rivera, de 19 años, se dedicaba a la venta de videojuegos en un mercado de Zapopan y residía en la colonia Ayuntamiento.

En tanto, José Martínez Guzmán, de 23 años, era electricista y vivía en la colonia Constitución.

Por su parte, Juan Carlos Amatón Ávila, de 23 años, era vecino de la misma colonia Constitución y, en el caso de Luis Sánchez Quesada, aún no se cuentan con mayores datos.

En el caso de José Guadalupe Buenrostro, de 29 años, él vivía en Lomas de Tlaquepaque y trabajaba en una tienda departamental.

Y Juan Carlos Andrade Esquivel, de 40 años, se empleaba en la venta de hamburguesas.

El cuerpo de Carlos Celis Coronado, de 34 años, se encontró en la caja de la camioneta Nissan. Procedía de una ranchería de Aguascalientes y recientemente había sido secuestrado cuando iba a vender chatarra a bordo de una camioneta.

Otros ocho cuerpos que estaban en el mismo vehículo aún permanecen sin identificar.

En la Dodge van blanca fueron depositados, entre otros, los cuerpos de Alejandro Robles Vidal, de 22 años, y Edgar Chávez Martínez, ambos avecindados en San Juan de Ocotán.

Es el mismo caso de José Antonio Parga Guareño, de 23 años, habitante de la colonia López Portillo.

Los demás muertos identificados son Octavio Gutiérrez Rodríguez, de 36 años; Horacio Oceguera López, de 31, y Salvador Zuno Barragán, algunos de ellos con antecedentes penales.

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