Apro
Con papeletas que decían “Los alumnos de la UDLA sí tenemos memoria”, estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla persiguieron al expresidente Carlos Salinas de Gortari tras la presentación de su libro ¿Qué hacer? La alternativa ciudadana en esta institución.
Mientras que en el auditorio de la casa de estudios, a Salinas de Gortari se le dio trato de estadista y hasta el rector de la Universidad de las Américas Pueblas (Udlap), Luis Ernesto Derbez, lo llamó repetidamente “presidente”, al salir del evento Salinas de Gortari fue escoltado silenciosamente por más de medio centenar de estudiantes que le mostraban a su paso las papeletas en las que le manifestaban su rechazo.
En el auditorio, tras la presentación del libro, en el marco de la “Conferencia de Celebridades”, el exmandatario que gobernó el país de 1988 a 1994, contestó a una decena de preguntas que fueron seleccionadas por el rector Derbez sobre su percepción del estancamiento económico de México, su pronóstico para el futuro del país, su propuesta para mejorar la educación, entre otros.
En relación al narcotráfico, Salinas de Gortari dio por descartado que los gobiernos priístas hayan pactado con los grupos delincuenciales; y advirtió que la estrategia para enfrentar al crimen organizado debe incluir una perspectiva social, que impida que la población siga enrolándose en las filas de la delincuencia.
Dijo que el problema que vive actualmente el país, por la presencia de grupos delincuenciales, es diferente al que vivió en durante su administración, pero dijo que ningún presidente ha optado por “pactar” con el crimen organizado porque eso convertiría a México en un mercado de consumo.
“A mí me tocó tener que combatir a los cárteles, pero era entonces un problema policial y se ha convertido hoy en uno de seguridad nacional”, aseveró Calinas, quien apuntó que el factor que disparó la problemática fue que el gobierno de Estados Unidos logró cerrar del paso de la droga por el Caribe, lo que agravó la lucha por el territorio mexicano.
Aunque destacó “la valentía” del presidente Felipe Calderón por la lucha que ha emprendido para combatir a las bandas del crimen organizado, Salinas de Gortari afirmó que hay territorios en el país donde el Estado ha perdido su facultad exclusiva del uso de la fuerza.
En entrevista al final de su conferencia, fue cuestionado por la prensa sobre su posible regreso a la participación pública en la política y sobre si Enrique Peña Nieto representaba al viejo PRI, pero el ex mandatario evadió dar una respuesta.
“La forma como cada uno de los partidos han ido resolviendo el perfil de los que van a representarlos ha sido muy alentadora, porque ha sido ordenada, muy enriquecedora, y eso permite esperar que el próximo año tengamos una elección democrática”, respondió en ambas preguntas.
El expresidente salió del auditorio por una puerta lateral para evitar toparse con los jóvenes que realizaban la manifestación en su contra.
Sin embargo, los estudiantes lo esperaron a su salida de una entrevista que dio Salinas de Gortari a las televisoras locales, para mostrarle en su cara los pequeños papeles.
El rector Luis Ernesto Derbez pidió a los estudiantes que respetaran al invitado. “No me molesta que ustedes estén aquí, manifestándose, pero él es un invitado de esta universidad, deben ser respetuosos… deben portarse bien”, les dijo.
–Estamos portándonos bien –le respondieron los jóvenes.
Derbéz contestó riendo:
–Yo sé, si no ya les hubiera mandando la fuerza pública – amenazó Derbez.
En febrero pasado, durante una conferencia con alumnos de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, el exgobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo García, señaló que la violencia que se vive en el país surgió cuando desaparecieron los acuerdos de los gobiernos federales priistas con el narcotráfico, en los cuales se definían rutas de trasiego, pero se restringían otros lugares.
Antes, dijo, se marcaban rutas para el narcotráfico, pero se perdió ese “control” con el ascenso al poder de gobiernos panistas.
“Yo creo que el problema surge con el mercado interno. El problema del tráfico de la droga viene, yo creo, desde la época de Lázaro Cárdenas, que fue cuando empezaron a enviar droga a Estados Unidos y en donde de alguna manera el Ejército tenía un control sobre ese tránsito, pero era tránsito o trasiego, como le llaman, y no había consumo interno”.
La narcoviolencia, añadió, comenzó a darse cuando la droga ya no sólo iba de paso, sino que se quedó en el país.
En esa ocasión, el exgobernador priista resaltó las supuestas cualidades de las autoridades de gobierno para controlar el tránsito de drogas.
“De alguna manera se tenía resuelto el problema del tránsito, yo no sé cómo lo hayan resuelto otros gobiernos, pero había un control y había un Estado fuerte y un presidente fuerte y una Procuraduría fuerte y había un control férreo del Ejército, y entonces de alguna manera decían: tú pasas por aquí, tú por aquí, pero no me toques aquí estos lugares. Algo pasó”.
Al conocer esas declaraciones, Salinas dijo posteriormente: “Una tontería de ese tamaño que la aclare el tonto que la expuso”.
Con papeletas que decían “Los alumnos de la UDLA sí tenemos memoria”, estudiantes de la Universidad de las Américas Puebla persiguieron al expresidente Carlos Salinas de Gortari tras la presentación de su libro ¿Qué hacer? La alternativa ciudadana en esta institución.
Mientras que en el auditorio de la casa de estudios, a Salinas de Gortari se le dio trato de estadista y hasta el rector de la Universidad de las Américas Pueblas (Udlap), Luis Ernesto Derbez, lo llamó repetidamente “presidente”, al salir del evento Salinas de Gortari fue escoltado silenciosamente por más de medio centenar de estudiantes que le mostraban a su paso las papeletas en las que le manifestaban su rechazo.
En el auditorio, tras la presentación del libro, en el marco de la “Conferencia de Celebridades”, el exmandatario que gobernó el país de 1988 a 1994, contestó a una decena de preguntas que fueron seleccionadas por el rector Derbez sobre su percepción del estancamiento económico de México, su pronóstico para el futuro del país, su propuesta para mejorar la educación, entre otros.
En relación al narcotráfico, Salinas de Gortari dio por descartado que los gobiernos priístas hayan pactado con los grupos delincuenciales; y advirtió que la estrategia para enfrentar al crimen organizado debe incluir una perspectiva social, que impida que la población siga enrolándose en las filas de la delincuencia.
Dijo que el problema que vive actualmente el país, por la presencia de grupos delincuenciales, es diferente al que vivió en durante su administración, pero dijo que ningún presidente ha optado por “pactar” con el crimen organizado porque eso convertiría a México en un mercado de consumo.
“A mí me tocó tener que combatir a los cárteles, pero era entonces un problema policial y se ha convertido hoy en uno de seguridad nacional”, aseveró Calinas, quien apuntó que el factor que disparó la problemática fue que el gobierno de Estados Unidos logró cerrar del paso de la droga por el Caribe, lo que agravó la lucha por el territorio mexicano.
Aunque destacó “la valentía” del presidente Felipe Calderón por la lucha que ha emprendido para combatir a las bandas del crimen organizado, Salinas de Gortari afirmó que hay territorios en el país donde el Estado ha perdido su facultad exclusiva del uso de la fuerza.
En entrevista al final de su conferencia, fue cuestionado por la prensa sobre su posible regreso a la participación pública en la política y sobre si Enrique Peña Nieto representaba al viejo PRI, pero el ex mandatario evadió dar una respuesta.
“La forma como cada uno de los partidos han ido resolviendo el perfil de los que van a representarlos ha sido muy alentadora, porque ha sido ordenada, muy enriquecedora, y eso permite esperar que el próximo año tengamos una elección democrática”, respondió en ambas preguntas.
El expresidente salió del auditorio por una puerta lateral para evitar toparse con los jóvenes que realizaban la manifestación en su contra.
Sin embargo, los estudiantes lo esperaron a su salida de una entrevista que dio Salinas de Gortari a las televisoras locales, para mostrarle en su cara los pequeños papeles.
El rector Luis Ernesto Derbez pidió a los estudiantes que respetaran al invitado. “No me molesta que ustedes estén aquí, manifestándose, pero él es un invitado de esta universidad, deben ser respetuosos… deben portarse bien”, les dijo.
–Estamos portándonos bien –le respondieron los jóvenes.
Derbéz contestó riendo:
–Yo sé, si no ya les hubiera mandando la fuerza pública – amenazó Derbez.
En febrero pasado, durante una conferencia con alumnos de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, el exgobernador de Nuevo León, Sócrates Rizzo García, señaló que la violencia que se vive en el país surgió cuando desaparecieron los acuerdos de los gobiernos federales priistas con el narcotráfico, en los cuales se definían rutas de trasiego, pero se restringían otros lugares.
Antes, dijo, se marcaban rutas para el narcotráfico, pero se perdió ese “control” con el ascenso al poder de gobiernos panistas.
“Yo creo que el problema surge con el mercado interno. El problema del tráfico de la droga viene, yo creo, desde la época de Lázaro Cárdenas, que fue cuando empezaron a enviar droga a Estados Unidos y en donde de alguna manera el Ejército tenía un control sobre ese tránsito, pero era tránsito o trasiego, como le llaman, y no había consumo interno”.
La narcoviolencia, añadió, comenzó a darse cuando la droga ya no sólo iba de paso, sino que se quedó en el país.
En esa ocasión, el exgobernador priista resaltó las supuestas cualidades de las autoridades de gobierno para controlar el tránsito de drogas.
“De alguna manera se tenía resuelto el problema del tránsito, yo no sé cómo lo hayan resuelto otros gobiernos, pero había un control y había un Estado fuerte y un presidente fuerte y una Procuraduría fuerte y había un control férreo del Ejército, y entonces de alguna manera decían: tú pasas por aquí, tú por aquí, pero no me toques aquí estos lugares. Algo pasó”.
Al conocer esas declaraciones, Salinas dijo posteriormente: “Una tontería de ese tamaño que la aclare el tonto que la expuso”.
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