María Elena Ramos
El uso de Internet y sus redes sociales por parte de los actores políticos, sí puede hacer la diferencia en las elecciones de 2012. Y, gracias a la desregulación de esta herramienta y sus espacios en el Cofipe, el ciberespacio se convertiría, el año próximo, en objeto de compra de publicidad directa y sin límites, escenario de una guerra sucia, donde incluso, un candidato podría comprar el nombre de todos sus adversarios.
Sin embargo, muchos de los actores políticos no saben a bien usar estas herramientas y explotar todo su potencial.
Estos temas los desglosa en entrevista, Fernando Gutiérrez Cortés, director del Departamento de Comunicación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Estado de México.
Se ha dicho que en nuestro país, a diferencia de Estados Unidos, por ejemplo, Internet y sus redes, no juegan un papel importante en las elecciones. Sobre la relevancia que tendrá la red en los comicios de 2012, el investigador enuncia que hoy por hoy, 40 millones de mexicanos acceden regularmente a Internet, más de 30 por ciento de la población nacional; la mayoría son jóvenes y muchos de ellos votarán por primera vez el próximo año.
También, dice el académico, existen muchos usuarios que pasan más tiempo frente a una computadora o con un dispositivo móvil, que ante medios tradicionales como radio, televisión, revistas y periódicos. Los políticos o sus asesores saben, entonces, que la única forma efectiva de llegar a estar personas es a través del ciberespacio y sus redes.
Por todo ello y en lo que se espera serán unas elecciones muy competidas, el investigador considera que “estos medios van a jugar un papel predominante”.
No obstante, el profesor del ITESM, está de acuerdo en que muchos políticos, aunque saben que tienen que estar en estos medios, no saben bien a bien cómo explotar su potencial.
“(Por ejemplo), creen que lo importante es, nada más, ganar seguidores” . En el caso de Estados Unidos, donde Barack Obama, incrementó su popularidad antes de los comicios presidenciales, gracias a las redes sociales, el investigador apunta que “lo que consiguió Obama es una relación mucho más directa con su público elector joven y esto lo consiguió escuchando, platicando, creando un círculo mucho más cercano. Yo creo que eso todavía no ha pasado con los precandidatos (a la Presidencia en México).
“Creo que ellos no han visto, sino sólo su equipo de asesores en algunos casos, estas herramientas como estratégicas. Considero que es un gran error, estoy plenamente convencido que estas herramientas pueden ser la gran diferencia en las elecciones del próximo año.
“Debería haber otra percepción en torno a estos temas. Hoy, el tema, por ejemplo, de la reputación en estos espacios es una cuestión de gran importancia, se puede venir abajo o arriba dependiendo de que tan bien te muevas en estos espacios , lo que antes (sólo) sucedía en los medios convencionales”.
Otra cuestión de suma importancia con respecto a estos nuevos medios, es su desregulación. Plantea el investigador que:
“En las reformas que se hicieron recientemente al Cofipe (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales), una de los aspectos que quedó aparte fue precisamente Internet y estos nuevos medios digitales. Muchas de las prácticas que fueron prohibidas en esta reforma del Cofipe, como el hecho de contratar publicidad en forma directa, o que terceros la contrataran a favor de algún candidato político, sí se puede hacer en los medios digitales. Muchas de las cosas que fueron controladas en medios convencionales, prensa escrita, radio, televisión, se van a trasladar por el asunto de la libertad a estos espacios digitales, sobre todo a las redes sociales.
“Ahí vamos a ver campañas negras, campañas sucias, tratando de desprestigiar candidatos, instituciones, plataformas ideológicas, etcétera. Esta va a ser una salida natural a las estrategias de comunicación de algunos candidatos políticos, lo que va a acrecentar más el uso en el próximo año de este tipo de herramientas”.
A la pregunta sobre qué tanto los usuarios de estas redes apoyan o no a un candidato o precandidato, por su proyecto e ideas, el académico señala que “desafortunadamente los estudios que tenemos no nos indican que las personas buscarían ello. Todavía seguimos basados en la cuestión de imagen del propio candidato”.
El investigador del ITESM siguió la actividad en las redes sociales con respecto a la reciente elección de gobernador en el Estado de México
Encontró que la gente comentaba que iba a votar por tal o cual persona, porque “se percibe como una persona honesta”, “se ve agradable”, etcétera. Pero, “¿qué propone?, ¿cuál es su compromiso? Ese tipo de cuestiones no aparecían en los comentarios de las personas en las redes sociales”, afirma.
El caso es que en las próximas elecciones, hasta las palabras se pueden comprar. Explica el profesor: “En Google por ejemplo, un candidato compra la palabra, el nombre del otro candidato. Entonces, cuando uno busca al otro candidato, te sale uno que no es. ¿Por qué? Porque el primero compró las palabras. Eso lo vamos a ver muchísimo el próximo año . Está buscando uno a un candidato y aparece el contrario. Esto se puede hacer, ¡claro que se puede! No hay ninguna regla. Se puede comprar el nombre de todos los adversarios”.
Abunda: “(Por ejemplo) yo soy Enrique Peña Nieto y compro el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Cuando la gente busque a Andrés Manuel López Obrador, van a salir, en los enlaces patrocinados, páginas y ligas de Enrique Peña Nieto, con sus slogans , para atraer la atención. Prácticas comerciales que se trasladan al ámbito político. (Por ejemplo) Si busqué computadoras Dell, ¿por qué me sale Sony?”
El uso de Internet y sus redes sociales por parte de los actores políticos, sí puede hacer la diferencia en las elecciones de 2012. Y, gracias a la desregulación de esta herramienta y sus espacios en el Cofipe, el ciberespacio se convertiría, el año próximo, en objeto de compra de publicidad directa y sin límites, escenario de una guerra sucia, donde incluso, un candidato podría comprar el nombre de todos sus adversarios.
Sin embargo, muchos de los actores políticos no saben a bien usar estas herramientas y explotar todo su potencial.
Estos temas los desglosa en entrevista, Fernando Gutiérrez Cortés, director del Departamento de Comunicación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus Estado de México.
Se ha dicho que en nuestro país, a diferencia de Estados Unidos, por ejemplo, Internet y sus redes, no juegan un papel importante en las elecciones. Sobre la relevancia que tendrá la red en los comicios de 2012, el investigador enuncia que hoy por hoy, 40 millones de mexicanos acceden regularmente a Internet, más de 30 por ciento de la población nacional; la mayoría son jóvenes y muchos de ellos votarán por primera vez el próximo año.
También, dice el académico, existen muchos usuarios que pasan más tiempo frente a una computadora o con un dispositivo móvil, que ante medios tradicionales como radio, televisión, revistas y periódicos. Los políticos o sus asesores saben, entonces, que la única forma efectiva de llegar a estar personas es a través del ciberespacio y sus redes.
Por todo ello y en lo que se espera serán unas elecciones muy competidas, el investigador considera que “estos medios van a jugar un papel predominante”.
No obstante, el profesor del ITESM, está de acuerdo en que muchos políticos, aunque saben que tienen que estar en estos medios, no saben bien a bien cómo explotar su potencial.
“(Por ejemplo), creen que lo importante es, nada más, ganar seguidores” . En el caso de Estados Unidos, donde Barack Obama, incrementó su popularidad antes de los comicios presidenciales, gracias a las redes sociales, el investigador apunta que “lo que consiguió Obama es una relación mucho más directa con su público elector joven y esto lo consiguió escuchando, platicando, creando un círculo mucho más cercano. Yo creo que eso todavía no ha pasado con los precandidatos (a la Presidencia en México).
“Creo que ellos no han visto, sino sólo su equipo de asesores en algunos casos, estas herramientas como estratégicas. Considero que es un gran error, estoy plenamente convencido que estas herramientas pueden ser la gran diferencia en las elecciones del próximo año.
“Debería haber otra percepción en torno a estos temas. Hoy, el tema, por ejemplo, de la reputación en estos espacios es una cuestión de gran importancia, se puede venir abajo o arriba dependiendo de que tan bien te muevas en estos espacios , lo que antes (sólo) sucedía en los medios convencionales”.
Otra cuestión de suma importancia con respecto a estos nuevos medios, es su desregulación. Plantea el investigador que:
“En las reformas que se hicieron recientemente al Cofipe (Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales), una de los aspectos que quedó aparte fue precisamente Internet y estos nuevos medios digitales. Muchas de las prácticas que fueron prohibidas en esta reforma del Cofipe, como el hecho de contratar publicidad en forma directa, o que terceros la contrataran a favor de algún candidato político, sí se puede hacer en los medios digitales. Muchas de las cosas que fueron controladas en medios convencionales, prensa escrita, radio, televisión, se van a trasladar por el asunto de la libertad a estos espacios digitales, sobre todo a las redes sociales.
“Ahí vamos a ver campañas negras, campañas sucias, tratando de desprestigiar candidatos, instituciones, plataformas ideológicas, etcétera. Esta va a ser una salida natural a las estrategias de comunicación de algunos candidatos políticos, lo que va a acrecentar más el uso en el próximo año de este tipo de herramientas”.
A la pregunta sobre qué tanto los usuarios de estas redes apoyan o no a un candidato o precandidato, por su proyecto e ideas, el académico señala que “desafortunadamente los estudios que tenemos no nos indican que las personas buscarían ello. Todavía seguimos basados en la cuestión de imagen del propio candidato”.
El investigador del ITESM siguió la actividad en las redes sociales con respecto a la reciente elección de gobernador en el Estado de México
Encontró que la gente comentaba que iba a votar por tal o cual persona, porque “se percibe como una persona honesta”, “se ve agradable”, etcétera. Pero, “¿qué propone?, ¿cuál es su compromiso? Ese tipo de cuestiones no aparecían en los comentarios de las personas en las redes sociales”, afirma.
El caso es que en las próximas elecciones, hasta las palabras se pueden comprar. Explica el profesor: “En Google por ejemplo, un candidato compra la palabra, el nombre del otro candidato. Entonces, cuando uno busca al otro candidato, te sale uno que no es. ¿Por qué? Porque el primero compró las palabras. Eso lo vamos a ver muchísimo el próximo año . Está buscando uno a un candidato y aparece el contrario. Esto se puede hacer, ¡claro que se puede! No hay ninguna regla. Se puede comprar el nombre de todos los adversarios”.
Abunda: “(Por ejemplo) yo soy Enrique Peña Nieto y compro el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Cuando la gente busque a Andrés Manuel López Obrador, van a salir, en los enlaces patrocinados, páginas y ligas de Enrique Peña Nieto, con sus slogans , para atraer la atención. Prácticas comerciales que se trasladan al ámbito político. (Por ejemplo) Si busqué computadoras Dell, ¿por qué me sale Sony?”
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