Deuda: él te dirá cómo

FC, cinco años después
El Fobaproa que vos matáis

Carlos Fernández-Vega / México SA


¿Qué sucedió? ¿Qué misterio habrá?, porque quien prometió desendeudar a los mexicanos y liberarlos de peligrosos personajes, el que sabía cómo hacer las cosas sin endeudar a los moradores de este país, el que les diría cómo; quien, en fin, develaría las formas de que México avance sin deudas (ya se imaginarán quién es el brillante autor de tan bonitas frases) ha llevado el débito público a niveles históricos (5.17 billones de pesos) durante su estancia en Los Pinos, de tal suerte que cada habitante de esta nación, incluidos los neonatos, debe 45 mil pesos (sin considerar el débito del estado de la República donde resida), o lo que es lo mismo, más del doble que cinco años atrás.

Presumía Vicente Fox que durante mi mandato se ha reducido la deuda pública, y Felipe Calderón pregona que durante el suyo tal débito se ha manejado con prudencia. Pues bien, producto de la “reducción y la prudencia, el saldo de dicho adeudo se incrementó 153 por ciento entre el primero de diciembre de 2000 y el 30 de septiembre de 2011, es decir, a lo largo de los dos gobiernos panistas, cuyos militantes sólo registran cómo creció la deuda del estado de Coahuila, pero se niegan, para no sufrir, cómo lo ha hecho el débito federal, responsabilidad del par de joyas que osaron seleccionar para salvar a los mexicanos de los malosos.

¡Felipe Calderón te dirá cómo! (crecería México sin deudas), divulgaba la propaganda panista en el proceso electoral de 2006, y un lustro después el crecimiento brilla por su ausencia (de hecho, el gobierno del susodicho registra el peor resultado económico en tres décadas, cuando menos), mientras el débito público crece y crece, y sigue creciendo, y alcanza niveles nunca antes registrados. Según datos oficiales, a lo largo del inquilinaje blanquiazul en Los Pinos el inventario nacional se incrementó en alrededor de 15 millones de nuevos mexicanos, quienes en lugar de torta, arribaron con un pagaré bajo el brazo para cubrir la rebanada de deuda que le corresponde por cortesía del personaje que prometió exactamente lo contrario.

La Jornada (Israel Rodríguez) nos ilustra: la deuda total del sector público creció 608 mil 568.2 millones de pesos en los últimos 12 meses, lo que representó un ritmo de endeudamiento de mil 667 millones de pesos diarios, reveló la Secretaría de Hacienda (¡un millón 157 mil pesos por minuto!). Así, al cierre de septiembre de 2011 el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que es el componente más amplio de los compromisos totales, ascendió a un nuevo máximo de 5 billones 173 mil 894.3 millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 13 por ciento entre el tercer trimestre de 2010 y el mismo periodo de este año. El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que incluye la deuda neta del sector público presupuestario, las obligaciones netas del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, pasivos del Fondo Nacional de Infraestructura, los asociados a los proyectos de inversión pública financiada por el sector privado (Pidiregas), los correspondientes a los programas de apoyo a deudores, así como la pérdida esperada de la banca de desarrollo y los fondos de fomento, fueron equivalentes a 35.8 por ciento del producto interno bruto (PIB), un crecimiento de 0.8 punto porcentual respecto del mismo periodo del año pasado.

La información anterior no proviene de los malosos que endeudarían al país, sino de la Secretaríax de Hacienda del calderonato (el que salvaría a la nación), la cual revela que dicho saldo pasó de poco más de 2 billones de pesos en diciembre de 2000 a 5.17 billones en septiembre de 2011, o lo que es lo mismo, a lo largo de los gobiernos –si así puede llamárseles– de Fox y Calderón. Con este último el débito público creció el equivalente a casi 7 puntos porcentuales del producto interno bruto para llegar, al cierre del mes pasado, a 35.8 por ciento del PIB. Y lo peor del caso es que se ha contratado deuda para pagar deuda.

En sus años como inquilino de Los Pinos, Vicente Fox aseguró con insistencia (Calderón no toca el tema, aunque mucho tuvo que ver en él) que el asunto del Fobaproa ya está resuelto, mientras su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz –hoy al servicio de una trasnacional telefónica española–, era feliz, porque el rescate bancario está enterrado. Pues bien, el muerto goza de cabal de salud, y sigue sangrando a la nación, toda vez que al cierre de septiembre pasado el saldo de este atraco fue de 786 mil 485 millones de pesos. Y los mexicanos llevan 16 años pagando por un festín al que no fueron convidados.

En el reporte de la SHCP (Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al tercer trimestre de 2011) se detalla que el monto de la deuda neta del sector público federal, que incluye los compromisos totales del gobierno, los de los organismos y empresas controladas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la de la banca de desarrollo, se ubicó en 4 billones 597 mil 526 millones de pesos, lo que representó 31.8 por ciento del PIB, nivel superior en 1.1 puntos porcentuales respecto del observado al cierre del tercer trimestre de 2010 (30.7), cuando se fijó en 4 billones 2 mil 730 millones de pesos. En el lapso enero-septiembre de 2011 el gobierno realizó pagos por intereses y comisiones asociados a la deuda del gobierno federal por 131 mil 344 millones de pesos (La Jornada, Israel Rodríguez).

Se tiene previsto que las amortizaciones del sector público federal por deuda interna alcancen durante el cuarto trimestre del año un monto de 384 mil 119 millones de pesos. En tanto, el saldo de la deuda externa neta del sector público federal aumentó 11 mil 781 millones de dólares en términos anualizados, que significó un crecimiento de 11.8 por ciento para ubicarse en 111 mil 638 millones de dólares (equivalentes a un billón 498 mil 380 millones de pesos), monto superior a los 99 mil 857 millones de dólares registrados al cierre de septiembre del año pasado (ídem).

Queda claro, pues, que el susodicho conoce muy bien las formas de que México avance sin deudas.

Las rebanadas del pastel

Por cierto, durante los trabajos de la 21 Cumbre Iberoamericana en Asunción, Paraguay, Felipe Calderón exigió que “los bancos asuman las pérdidas de la crisis de la deuda que vive Europa en vez de trasladar a la comunidad internacional esos costos. Es injusto que la comunidad internacional, y menos la gente más pobre, asuma los costos de esa irresponsabilidad de quien los gobierna…” ¿Y el Fobaproa, apá?

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