María Pía Barrientos
20 años han pasado desde que Freddie Mercury nos dijo adiós, 2 décadas desde que Queen se quedó sin voz. Un 23 de noviembre de 1991 el grande le confesó al mundo, a través de un comunicado, que tenía sida. Un día después murió. Tenía 45 años. Nació en 1946 en una isla lejana, Zanzíbar, a los 8 partió hacia un internado en la India y a los 17 llegó a Inglaterra. Cifras y más cifras; números con los que trataremos de calcular su valor. Dicen que estos no se equivocan. Tal vez nos ayuden a medir su legado, ese que hoy, pese a su ausencia, sigue latiendo.
1971 fue el año en el que nació la monarca rocanrolera Queen. Un año antes el cantante había conocido al guitarrista Brian May y al baterista Roger Taylor. En ese tiempo también cambió su nombre. Dejó atrás a Farrokh Bulsara y eligió un apelativo “con poder”: Freddie Mercury.
6 años duró el romance de Freddie Mercury y Mary Austin, la mujer de su vida. Aquella a la que conoció en 1970 y con la que estableció una amistad que no se quebraría nunca. A Mary Austin le legó su fortuna, su casa y, según afirman algunos, también su cuerpo (o lo que quedaba de él). Se rumorea que Austin esparció sus cenizas en el lago Lemán, en Suiza.
9 semanas estuvo “Bohemian Rhapsody” como single número uno en Inglaterra.
708 conciertos ofreció Queen con Freddie Mercury a la cabeza. El rey fue uno de los primeros en enaltecer estos espectáculos, en teatralizarlos. El cantante usaba humo, luces psicodélicas, hacía participar al público, lo hechizaba.
72.000 personas, aproximadamente, asistieron al Live Aid, concierto que se llevó a cabo en 1985 y en el que Queen consiguió que aquel mar de gente aplaudiera y cantara al unísono. Según una votación, cuyos resultados fueron transmitidos en el programa “World’s Greatest Gigs” en el 2005, esta fue la mejor actuación en vivo de la historia.
14 álbumes grabó Queen con su formación original. El último de ellos salió a la venta en 1995, 4 años después de la muerte de Freddie. Heavy metal, glam, rock y hasta opera, todo mezclado en producciones que hoy son más un tesoro. “Sheer Heart Attack” (*1974*) y “ A Night at the Opera” (*1975*) son dos de los más aclamados.
300 millones de discos ha vendido Queen mundialmente. Esta cifra ubica al grupo en la lista de los 5 artistas más exitosos del mundo. En este selecto apartado encontramos a Madonna (con 300 millones), a ABBA (con 370 millones), a Michael Jackson (con 750 millones), a Elvis Presley (con 1.000 millones) y a los Beatles (con más de 1.000 millones).
Infinito. Esa es la conclusión de esta sopa de números. El legado de Freddie Mercury es incalculable. Interminable. Hay cosas que no se pueden medir. Solo hay que sentirlas, escucharlas y disfrutarlas. Así que hoy, más que nunca, las razones sobran para venerar a Freddie Mercury, el grande.
20 años han pasado desde que Freddie Mercury nos dijo adiós, 2 décadas desde que Queen se quedó sin voz. Un 23 de noviembre de 1991 el grande le confesó al mundo, a través de un comunicado, que tenía sida. Un día después murió. Tenía 45 años. Nació en 1946 en una isla lejana, Zanzíbar, a los 8 partió hacia un internado en la India y a los 17 llegó a Inglaterra. Cifras y más cifras; números con los que trataremos de calcular su valor. Dicen que estos no se equivocan. Tal vez nos ayuden a medir su legado, ese que hoy, pese a su ausencia, sigue latiendo.
1971 fue el año en el que nació la monarca rocanrolera Queen. Un año antes el cantante había conocido al guitarrista Brian May y al baterista Roger Taylor. En ese tiempo también cambió su nombre. Dejó atrás a Farrokh Bulsara y eligió un apelativo “con poder”: Freddie Mercury.
6 años duró el romance de Freddie Mercury y Mary Austin, la mujer de su vida. Aquella a la que conoció en 1970 y con la que estableció una amistad que no se quebraría nunca. A Mary Austin le legó su fortuna, su casa y, según afirman algunos, también su cuerpo (o lo que quedaba de él). Se rumorea que Austin esparció sus cenizas en el lago Lemán, en Suiza.
9 semanas estuvo “Bohemian Rhapsody” como single número uno en Inglaterra.
708 conciertos ofreció Queen con Freddie Mercury a la cabeza. El rey fue uno de los primeros en enaltecer estos espectáculos, en teatralizarlos. El cantante usaba humo, luces psicodélicas, hacía participar al público, lo hechizaba.
72.000 personas, aproximadamente, asistieron al Live Aid, concierto que se llevó a cabo en 1985 y en el que Queen consiguió que aquel mar de gente aplaudiera y cantara al unísono. Según una votación, cuyos resultados fueron transmitidos en el programa “World’s Greatest Gigs” en el 2005, esta fue la mejor actuación en vivo de la historia.
14 álbumes grabó Queen con su formación original. El último de ellos salió a la venta en 1995, 4 años después de la muerte de Freddie. Heavy metal, glam, rock y hasta opera, todo mezclado en producciones que hoy son más un tesoro. “Sheer Heart Attack” (*1974*) y “ A Night at the Opera” (*1975*) son dos de los más aclamados.
300 millones de discos ha vendido Queen mundialmente. Esta cifra ubica al grupo en la lista de los 5 artistas más exitosos del mundo. En este selecto apartado encontramos a Madonna (con 300 millones), a ABBA (con 370 millones), a Michael Jackson (con 750 millones), a Elvis Presley (con 1.000 millones) y a los Beatles (con más de 1.000 millones).
Infinito. Esa es la conclusión de esta sopa de números. El legado de Freddie Mercury es incalculable. Interminable. Hay cosas que no se pueden medir. Solo hay que sentirlas, escucharlas y disfrutarlas. Así que hoy, más que nunca, las razones sobran para venerar a Freddie Mercury, el grande.
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