PAN: Día D

Raymundo Riva Palacio / Estrictamente Personal

Si le interesa saber quién puede resultar candidato (a) presidencial del PAN, este martes tendrá una primera clave para analizar. El Comité Ejecutivo Nacional definirá el método para la elección: una votación entre militantes adherentes y activos, como históricamente ha sido, o en población abierta, como están empujando el líder del partido, Gustavo Madero, y la telegénica puntera Josefina Vázquez Mota. En este último modelo, el objetivo es el mismo: quitar capacidad de manipulación al presidente Felipe Calderón y evitar que imponga a Ernesto Cordero.

La oferta que la contienda sería sobre “suelo parejo”, no se ha cumplido. Panistas en todo el país, entre ellos Santiago Creel, por segunda vez aspirante a la candidatura, impugnaron el 40% del padrón electoral del PAN, porque dicen que no corresponde con la realidad. El padrón tiene alrededor de un millón 700 mil nombres, pero según las impugnaciones, hay distritos donde el militante nunca vivió en la dirección que proporcionó, como algunas zonas de la ciudad de México. En otros casos, como en Chiapas, el incremento del padrón en los últimos tres años ha sido en más de 60%.

Las impugnaciones se refieren básicamente a militantes adherentes, que no tienen derechos ni obligaciones pero cuyo voto vale lo mismo de los militantes activos, y confirman sospechas que el gobierno engordó el padrón panista, particularmente en donde gobierna la oposición. De acuerdo con panistas, donde gobierna su partido el crecimiento del padrón fue normal, mientras que en donde lo hace la oposición, los incrementos fueron de 40 a 62%.

El control sobre el padrón, en una votación interna, lo es todo. Si se toma la cifra de un millón 700 mil personas y se aplica el comportamiento histórico del voto, participarán el 50%, o sea, 850 mil panistas, y para ganar se requerirán 425 mil votos más uno. Si la mezcla de militantes es 30% activos y 70% adherentes, 127 mil 500 mil pertenecen a los activos, y 297 mil a los nuevos votantes, muchos de ellos integrados en la segunda parte del sexenio, como delegados federales o con lealtades a los delegados federales.

Una votación interna, en esa lógica, favorece a quien tiene control sobre el partido: quien tiene los mejores operadores dentro del PAN es Cordero, que cuenta además con el respaldo del Presidente y de su esposa Margarita Zavala, que es consejera y miembro experimentado del PAN, que en la misma trinchera hacen un dúo de muy eficaces, rudos y avezados operadores electorales.

Los panistas opuestos a Cordero alegan que el PAN no es como otros partidos, donde las figuras jerárquicas imponen decisiones en forma vertical. “Hay una rebeldía dentro del PAN”, confiaron cercanos a Vázquez Mota. Otros panistas agregan que sí notan en el país un alejamiento con Calderón. Sin embargo, dice uno de los asesores de Cordero, Calderón tiene por arriba del 85% de apoyo de los panistas, y que quien represente continuidad de su gestión, tendrá posibilidades.

Cordero va cuatro puntos debajo de Vázquez Mota entre los panistas y cuatro arriba de Creel, pero con la desventaja que ellos, lejos de convertir sus preferencias en votos le restan, dicen los corderistas. A casi cuatro meses de la selección de candidato, dadas las tendencias, aseguran que tienen ganada la contienda interna. Presumen la operación y el respaldo de todos los gobernadores azules, salvo el morelense Marco Adame, que afirman está cerca de hacerlo.

El problema que ven los corderistas es si la elección es a población abierta, por costosa, por abrir la puerta a quien quiera manipular el proceso y, sobretodo, por el contraste con Vázquez Mota, quien se mantiene arriba de las preferencias generales mientras Cordero no ha logrado revertir esa desventaja. La nominación en elección abierta es un escenario no deseado por Cordero, aunque se ha pronunciado por cualquier método.

El martes se definirán las reglas y empezará una nueva fase en las estrategias. Cordero debe ser el primero en moverse. Sabe que aún si la es votación cerrada y gana a Vázquez Mota, si ésta se mantiene arriba en la preferencia de la población, será difícil revertir la percepción de que el PAN nominó a un perdedor, lo que tendría impacto directo en el financiamiento de la campaña al asaltar a muchos la duda si están saltando a un barco que se hunde.

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