No se cancelarán concesiones ni se expropiarán medios de comunicación; habrá competencia, en lugar de monopolios: AMLO
* Palabras de Andrés Manuel López Obrador en la 53 Semana Nacional de la Radio y Televisión, que organiza la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT)
Amigas y amigos de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión:
Como es sabido, el Movimiento Regeneración Nacional, MORENA, integrado por millones de mexicanos de todas las clases sociales y corrientes del pensamiento, tiene como objetivo fundamental la transformación de la vida pública de México.
En la pluralidad que caracteriza nuestro movimiento, nos une la convicción de que el país requiere un cambio de fondo y estamos decididos a llevarlo a cabo por la vía democrática y de manera pacífica.
Desde nuestro punto de vista, las reformas que requiere el país se pueden resumir en cuatro grandes propósitos: honestidad, empleo, justicia y seguridad.
I. La honestidad es la mayor riqueza de las naciones y, en México, desgraciadamente, este imprescindible valor se ha venido perdiendo. La mayor responsabilidad en este proceso de degradación recae, sin duda, en la falta de integridad de las autoridades públicas. Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de sus gobernantes. Por eso, nuestra propuesta consiste en elevar a rango supremo la honestidad, empezando por limpiar de corrupción al gobierno.
Lograr este propósito nos permitirá obtener recursos que, actualmente, se van por el caño de la corrupción y, al mismo tiempo, se tendrá la autoridad moral necesaria para eliminar el gasto superfluo destinado a la alta burocracia y aplicar una reforma fiscal progresiva como lo establece la Constitución General de la República.
Además de ser un imperativo ético, la honestidad implica combatir la corrupción, aplicar un plan de austeridad republicana y abolir los privilegios fiscales. Hemos hecho el análisis y se tienen los estudios necesarios para afirmar que con estas tres medidas, se podrían liberar hasta 800 mil millones de pesos para el desarrollo económico y el bienestar de la población; es decir, el 6 por ciento del Producto Interno Bruto.
II. Hoy la falta de empleo, junto con la inseguridad, son los dos principales problemas de México. Ambos males se alimentan y nutren mutuamente: no se generan empleos y eso produce inseguridad, y la falta de ésta, ahuyenta la inversión e impide mantener y crear nuevas fuentes de trabajo. Baste ver lo que sucede con el turismo y la fuga de capitales de estados del norte por la emigración de pequeños y medianos inversionistas que se han visto obligados a refugiarse en ciudades fronterizas de los Estados Unidos.
Por eso, nos proponemos romper esta dualidad perversa, reactivando con urgencia la economía y creando empleos.
Debemos tomar en cuenta que, en los últimos 28 años, de 1983 a la fecha, el crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido en promedio de 2.3 por ciento y, si consideramos el aumento de la población, el per cápita es de 0.4 por ciento anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo. Y, como es obvio, si no hay crecimiento económico, no puede haber empleos.
Por ejemplo, en los últimos 15 años, se han generado solamente 500 mil empleos formales en promedio por año, cuando se requieren alrededor de un millón 200 mil. En otras palabras, 700 mil mexicanos por año, sólo han tenido como opción la emigración o la economía informal.
Para frenar esta tendencia e iniciar el camino hacia el crecimiento económico, nos proponemos llevar a la práctica proyectos de desarrollo de alto impacto para la creación de empleos. Puntualmente planteamos:
1. Rescatar al campo e impulsar la autosuficiencia alimentaria.
2. Sembrar un millón de hectáreas de árboles maderables en el sureste del país, para crear empleos, detener el fenómeno migratorio y mejorar el medio ambiente.
3. Integrar y utilizar al sector energético como palanca del desarrollo. En específico, construir cinco grandes refinerías que aumenten el valor agregado del petróleo crudo, generen empleos y sustituyan las importaciones de combustibles que hoy nos cuestan más de 20 mil millones de dólares por año.
4. No permitir las prácticas monopólicas y establecer como prioridad la libre competencia. Actualmente, por los monopolios se pagan precios exagerados que quitan a las familias entre 10 y 15 por ciento de sus ingresos y son un freno al crecimiento económico y al empleo.
5. Dar prioridad al desarrollo de la pequeña y mediana empresas, con energéticos y créditos baratos, con protección ante precios exagerados de insumos, impuestos altos y burocratismo.
6. Crear un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec. Este proyecto se propone aprovechar la ubicación estratégica y la cercanía en esta franja del territorio nacional para unir al Pacífico con el Atlántico y, con ello, facilitar el transporte de mercancías entre los países de Asia y la costa este de los Estados Unidos.
Se trata de un corredor de 300 km, donde se construiría una línea ferroviaria para el transporte de contenedores, se ampliaría la carretera existente, se rehabilitarían los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos y se instalarían plantas para ensamblar piezas y fabricar manufacturas.
La construcción de estas obras y las fábricas que se instalen, generarán un importante número de empleos, para evitar que los jóvenes de esta región sigan emigrando hacia el norte en busca de oportunidades de trabajo.
7. Impulsar la industria de la construcción para reactivar pronto la economía y crear nuevos puestos de trabajo. En lo específico, se proponen los siguientes proyectos:
a) un programa de un millón de acciones de mejoramiento, ampliación y construcción de vivienda en el medio urbano y rural, para generar 500 mil empleos;
b) Obras y servicios públicos (introducción de agua potable, drenaje, construcción de pavimento, de escuelas, hospitales y espacios para la recreación y deporte) en colonias populares del Valle de México, en ciudades fronterizas y en las periferias de las urbes más pobladas del país;
c) Nuevas carreteras, sobre todo, en el sur-sureste; así como un programa para atender a 362 municipios (15 por ciento de los 2,456 que existen) cuyos pueblos no cuentan con caminos pavimentados para trasladarse a sus cabeceras municipales. La construcción de estos caminos debe hacerse con el uso intensivo de mano de obra comunitaria para crear empleos y fortalecer la economía local.
d) Un nuevo aeropuerto internacional en Tizayuca, Hidalgo, con la operación de un tren moderno y rápido hacia la ciudad de México.
e) Trenes rápidos o de gran velocidad de la Ciudad de México hacia la frontera con Estados Unidos, así como el tren turístico y cultural de la ruta maya: Cancún-Chichén Itzá-Mérida-Campeche-Palenque.
Los proyectos enumerados representan inversiones anuales entre 266 mil y 332 mil millones de pesos, o sea, del 2 y 2.5 del Producto Interno Bruto. Esto elevaría la tasa de inversión de la economía de 20 al 22.5 por ciento del PIB y con la participación social y privada, que es posible anticipar en estos proyectos, la inversión de la economía llegaría a 25 por ciento del PIB. Con ello, la tasa potencial de crecimiento económico se elevaría de 2.5 en la actualidad, a 5 o a 6 por ciento de forma sostenida. Con lo cual se podrían generar un millón 200 mil empleos que se requieren anualmente.
III. También sostenemos que es indispensable reducir la enorme y monstruosa desigualdad que existe en nuestro país. No solo se trata de un asunto moral, sino del hecho de que sin justicia no hay garantía de seguridad ni de tranquilidad ni de paz social. Nadie, ni siquiera los más prósperos, por la lógica más elemental, podrían dejar de considerar esta lacerante y amarga realidad. La pobreza debe avergonzarnos, pero también debe preocuparnos a todos.
En consecuencia, se promoverá con decisión el desarrollo social en dos vertientes: por un lado –como ya se ha expresado— se impulsará el crecimiento económico y la creación de empleos para mejorar los ingresos de la gente y con ello se elevará la calidad de vida en general. Pero en tanto se alcanza ese nivel de desarrollo, y dada la situación de pobreza extrema en el país, es urgente sentar las bases del Estado de bienestar, que contemple cuando menos los siguientes apoyos: pensión universal para los adultos mayores y discapacitados; atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuenten con seguridad social; apoyos a madres solteras y educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares. En este tema se contempla otorgar becas a estudiantes de escasos recursos, así como asegurar el cien por ciento de inscripción a todos los jóvenes que quieren ingresar en los niveles medio superior y universitario. No seguir rechazando a los jóvenes que quieren estudiar.
IV. Tenemos claro que, sin garantizar la tranquilidad y la seguridad pública, resulta ociosa cualquier nueva propuesta de nación. Y les comparto que estamos preparados y decididos a resolver la actual crisis de inseguridad y de violencia. Lo haremos, no solo con criterios policiacos, como se ha hecho hasta ahora, con los resultados que todos conocemos, sino bajo el principio de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. La solución de fondo, la más eficaz y la más humana, pasa por combatir el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y la ausencia de alternativas para los jóvenes. La violencia no debe enfrentarse con violencia, sino combatiendo las causas que la provocan, atendiendo a los jóvenes y ofreciendo mejores condiciones de vida y de trabajo.
Lo primero será crear una atmósfera de progreso y justicia. Por ejemplo, se pondrá en marcha un programa para incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio. Algo parecido a lo que hizo el presidente Roosevelt de Estados Unidos, cuando ocurrió la gran depresión en 1929. Entre otras medidas, creó las condiciones para hacer realidad el derecho de todos al empleo, le llamó empleo pleno: en nueve semanas puso a laborar a 4 millones de personas, la mayoría jóvenes.
El programa nuestro se llamará Jóvenes Construyendo el Futuro y se irá casa por casa apuntando, incorporando a los jóvenes al trabajo. En poco tiempo, se atenderá a 7 millones de muchachas y muchachos que actualmente no tienen oportunidad ni de estudio ni de empleo.
Esta nueva política será complementada con las siguientes medidas: no se perseguirá a una banda para proteger a otra, se aplicará la ley por parejo; se acabará con la incierta impartición de justicia; todas las dependencias y niveles de gobierno trabajarán coordinadamente, el Presidente de la República tendrá reuniones diarias con el gabinete de seguridad; se va a desterrar la corrupción de los cuerpos policiacos, profesionalizando y mejorando los ingresos de los agentes de todas las corporaciones; se protegerán los derechos humanos; se le seguirá la pista al dinero y se solicitará, con firmeza, al gobierno estadounidense que se prohíba la venta de armas destinadas a nuestro país.
En el caso de la relación con Estados Unidos, estamos por una cooperación para el desarrollo. En vez de que nos envíen helicópteros militares, lo que queremos es que haya cooperación para echar a andar la economía en nuestro país y crear empleos, porque es la mejor forma de enfrentar el flagelo de la violencia y también de atemperar el fenómeno migratorio.
Amigas y amigos:
La transformación de México requiere de la participación de todas y de todos, y ustedes son actores fundamentales, entre otras cosas, porque los medios de comunicación deben cumplir con su función social y deben garantizar el derecho del pueblo a la información. Asunto, que en honor a la verdad, no se ha podido concretar debido a que prevalecen en los medios de comunicación intereses económicos y políticos que se sitúan por encima del interés general, aunque hay, desde luego, honrosas excepciones.
Por eso creemos que es indispensable democratizar los medios de comunicación. Esto lo lograremos sin expropiar empresas o quitar concesiones, con respeto a la legalidad, buscando siempre convencer y persuadir con argumentos, y enfrentando las prácticas monopólicas con la más amplia competencia. Lo he dicho en otras ocasiones y lo repito ahora a manera de ejemplo: si Carlos Slim, como cualquier otro ciudadano desea tener un canal de televisión, no tendrá ninguna limitación. De igual forma, si Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego o cualquier otro ciudadano desean invertir en la telefonía, también podrán hacerlo.
No va a haber monopolios. Ustedes saben que todos los monopolios son dañinos, sobre todo el monopolio del poder. La democracia es competencia, que el ciudadano pueda elegir entre varias opciones.
En cuanto a la libertad de expresión, es un derecho que nada ni nadie debe impedir o condicionar. Nada de censura, es preferible el exceso de libertad que el autoritarismo.
Ojalá –lo digo de manera sincera— que en estos tiempos definitorios para la vida pública de México, los medios de comunicación estén a la altura de las circunstancias.
Ojalá que se aleje la tentación de algunos medios, en especial de una televisora, que por respeto no voy a decir su nombre, de querer imponer al próximo Presidente de México, mediante la falta de equidad, la mercadotecnia y la promoción descarada de solo uno de los aspirantes.
Ojalá, ningún medio, nadie, por más poder que detente, se proponga querer suplantar el derecho del pueblo a elegir libremente a sus autoridades.
Termino diciendo que nuestro movimiento no se guiará nunca por el afán de venganza, no nos mueve el odio, sino el amor al prójimo. Tenemos un objetivo superior y sublime: la transformación de México.
Muchas gracias.
SESIÓN DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Sr. Aguirre: Buenos días Andrés. El día de ayer le preguntaba a Marcelo, en una conferencia desde Dubai, que si el fuese candidato, qué le ofrecería a los ciudadanos, para ganar su voto en contra de Andrés Manuel López Obrador. La misma pregunta te la hago Andrés. Qué le ofrecerías a los votantes, a los ciudadanos mexicanos, para que pudiéramos votar por ti.
López Obrador: Lo que ya expresé: honestidad, empleo, justicia y seguridad. Eso es lo que nosotros ofrecemos.
Sr. Aguirre: quizá la pregunta no fue tan precisa. Qué ofrecerías para diferenciarte de Marcelo Ebrard. Cuál sería la diferencia.
López Obrador: Los ciudadanos saben qué representamos cada uno y vamos a dejar a ellos que sean los que juzguen. Yo no quiero la confrontación con Marcelo, no voy a dar pié a eso, es hasta de mal gusto decir: Yo ofrezco esto, mi compañero y mi amigo no ofrece. No. Yo lo que creo es que hace falta un cambio de régimen, si no hay un cambio real en el país, no vamos a encontrar la salida ni como pueblo ni como nación.
Yo de lo que estoy convencido es que este régimen ya dio de sí, ya dio de no, ya se pudrió este régimen de corrupción, de privilegios, de injusticias, y que entre más tiempo se conserve, se mantenga, peor nos va a ir como pueblo y como nación.
Creo que no vamos a salir de la decadencia en que estamos, si no logramos entre todos un verdadero cambio. Estoy convencido de eso, por eso estamos buscando que se llegue a esa conclusión, porque si seguimos con más de lo mismo, no hay salida, se los puedo garantizar. Se requiere un cambio de fondo, para darle nueva viabilidad a nuestra nación.
Sr. Jorge López Martínez: Yo tengo dos vertientes de trabajo: el radio y el campo. Tengo 56 años en la radio. Yo digo o más bien exijo lo que debe realizar y, como una vez le dije a Fox, desarrolla al país por polos productivos. . . . . .
López Obrador: Coincido en que hay que regresar al campo. Parte de la crisis actual, de la decadencia, se debe a que se apostó, entre otras cosas, a la especulación financiera y se dejó de lado la economía real, se dejó de fomentar la actividad productiva y la creación de empleos. Llegaron a decir, cuando implantaron este modelo llamado neoliberal, que no hacía falta producir en México lo que consumíamos, porque en un mundo globalizado se podía comprar afuera lo que se necesitaba y se abandonó el campo y todas las actividades productivas. Se abandonó la industria, se dejaron de crear empleos. Entonces, se requiere regresar al campo, buscar la autosuficiencia alimentaria, producir en México lo que consumimos.
Tenemos que cambiar la política económica, porque no ha funcionado y no es un asunto de tipo ideológico o político, es de juicio práctico. Si no impulsamos la actividad productiva, no hay empleos. Raro sería que no hubiese inseguridad y violencia después de 28 años sin crecimiento de la economía y sin generar empleos.
Lo acabo de expresar. Se requieren un millón 200 mil empleos al año, por los nuevos demandantes de trabajo, y en promedio se generan 500 mil o 700 mil, y solo tienen como opción la economía informal o la migración.
Entonces, tenemos que echar a andar la economía y generar empleos. No es posible que México, en los últimos años, ocupe el último lugar en crecimiento económico, entre todos los países del continente Americano, inclusive que estemos por debajo de Haití.
Entonces, si no se rompe con este estancamiento, no esperemos que las cosas mejores. Lo más preocupante de todo es que hay una actitud conservadora. Quieren seguir manteniendo el mismo régimen, la misma política económica, a pesar de lo que está sucediendo en el país. A pesar de que se está destruyendo al país, no hacen nada por cambiar o modificar políticas que una y otra vez han demostrado que son un fracaso.
Entonces, regresar al campo, la actividad productiva y la generación de empleos. Todo esto, también es importante aclararlo, sin inflación, porque siempre se nos dice: ¿De dónde va a sacar el dinero?
Por eso empecé hablando de que con tres medidas: si se combate la corrupción, pero en serio, si se limpia al gobierno, de arriba hacia abajo, como se limpian las escaleras, se logra un ahorro hasta de 300 mil millones de pesos.
Nuestro presupuesto es de 3 billones 500 mil millones de pesos y ustedes saben bien que mucho dinero del presupuesto se va por el caño de la corrupción. Si hacen una carretera que cuesta 100 millones, la cobran en 300 y por la complicidad que se establece, hasta de mala calidad.
Entonces, es un cáncer que está destruyendo al país. Entonces, combate a la corrupción, que hay que hacerlo por razones de índole moral, sino para liberar fondos para el desarrollo.
Lo segundo. Un plan de austeridad republicana. La nómina del gobierno, de esos tres billones 500 mil, cuesta 860 mil millones al año. Esa es la nómina, pero como todo, ahí hay los sueldos de médicos, de maestros y de otros servidores públicos que cumplen con su responsabilidad social, pero también están los sueldos de los altos funcionarios públicos.
El 3 por ciento de todos los que trabajan en el gobierno se llevan de esa nómina 190 mil millones de pesos al año. Estamos hablando de sueldos de 300, 400 y hasta 500 mil pesos al mes. Nada más con reducir a la mitad los sueldos de los que están en la punta de la pirámide, se tendrían ahorros del orden de 90 a 100 mil millones al año, con una sola medida, y agreguen que todos los servidores públicos del más alto nivel, tienen servicio médico privado, por 6 mil millones de pesos al año, y tienen seguro; para cuando terminan una función, se van a otra, abandonan el gobierno o renuncian, se llevan esos ahorros.
Si un funcionario gana 200 mil pesos al mes, deja de ahorro el 10 por ciento, es decir 20 mil pesos, y el gobierno con dinero del presupuesto, que es dinero de todos, le aporta otros 20 mil. De manera que ya ahorró 40 mil al mes.
Cuando se retira se lleva todo eso y mantener esa caja de ahorro cuesta 5 mil millones al año y así muchas otras cosas. Entonces, austeridad republicana.
Lo tercero: Reforma fiscal progresiva. No es posible que la mayoría de los mexicanos pague impuestos y los que obtienen más ingresos no paguen o cuando pagan impuestos, se los devuelven. Eso no pasa en ninguna otra parte del mundo.
La Constitución es muy clara. Los impuestos se deben cobrar de manera progresiva y tiene que pagar más quien tiene más. Eso no sucede en nuestro país. Entonces, se tiene que terminar con todos estos privilegios. Hay un mecanismo que se creó desde 1973, que se llama de Consolidación Fiscal, estamos hablando de los grandes, de 400 grandes corporaciones, que se les permite que tengan una empresa por tanto la principal y se les permite crear otras empresas para manifestar pérdidas y en el balance general, aunque la empresa principal obtenga utilidades, termina por no pagar impuestos. Esto no es posible.
Lo mismo pasa en el caso de la minería. Se han concesionado 52 millones de hectáreas del territorio nacional a empresas mineras. De Salinas a la fecha son 52 millones de hectáreas y nuestro país tiene 200 millones de hectáreas y han concesionado el 26 por ciento del territorio nacional.
Ni durante el porfiriato se enajenó tanto suelo patrio. Bueno, ahí están las consecuencias. La mayor parte son empresas mineras extranjeras, pero no pagan impuestos por la extracción de minerales, porque también en el periodo de Salinas se derogó el impuesto para la extracción de minerales y solo pagan un derecho de 5 pesos al año por hectárea.
Entonces, ¿cuál es nuestro planteamiento? No se van a quitar concesiones, no vamos a actuar de manera arbitraria, pero vamos a procurar que paguen impuestos, en el caso de las compañías canadienses, como pagan impuestos en Canadá. Allá tienen que pagar 15 por ciento por la extracción de minerales. Que cuiden el medio ambiente, que no destruyan el territorio, como están obligados a hacerlo en Canadá y, si es posible, que paguen a los trabajadores mexicanos lo que pagan a los mineros en Canadá.
Entonces, con éstas tres medidas: combate a la corrupción, austeridad, porque fui jefe de gobierno y llevé a la práctica esta medida y sé que se puede y, tres, reforma fiscal progresiva, se pueden liberar hasta 800 mil millones de pesos y con ese recurso impulsar el desarrollo sin endeudamiento, sin inflación, es decir sin déficit fiscal, manteniendo equilibrios macroeconómicos.
¿Cuál es la diferencia de lo que nosotros proponemos en economía a lo que se ha venido haciendo? De que los mecánicos de ahora resolvieron atender el problema, porque el carro caminaba pero se calentaba, había crecimiento pero había inflación, y decidieron, para que no hubiese inflación, lo mejor era apagar el carro. Desde luego ahora no hay inflación, pero el carro no camina.
¿Qué es lo que nosotros proponemos? Que camine el carro, que haya crecimiento sin que se caliente, sin que haya inflación, y eso se puede lograr si se apuesta a que haya ahorros en el manejo del presupuesto. Que no haya endeudamiento y que no haya déficit, que haya finanzas sanas.
Y sí se puede, porque es mucho el derroche, es mucho el gasto superfluo, y se puede lograr con el mismo presupuesto un ahorro y liberar fondos para el desarrollo.
Sr. Rogerio: Qué gusto verte Andrés. Me gusto mucho lo que dijiste, pero tengo varias dudas, varias preguntas. La primera, todos los países ricos en el mundo, Estados Unidos, Inglaterra y Europa están pasando por una crisis económica brutal…. Por qué no podemos seguir la ruta de países como China, Corea del Sur, Singapur, Taiwan y Chile, Brasil y Perú, que tienen una cosa en común: subieron el impuesto al consumo, para que así lo pagan todos sin excepciones, bajar el Impuesto Sobre la Renta y quitar el IETU. IVA para arriba e ISR para las personas y empresas para abajo. La otra, cómo vas a poder manejar los sindicatos corporativos en el momento, ya viste lo que pasó con Luz y Fuerza, qué pasaría con Pemex, y el Seguro Social, en el momento en que tú quieras quitar la corrupción de los sindicatos, el de Elba Esther, vas a ver las huelgas y la parálisis. O sea no es tan fácil, traemos 80 años de corrupción.
López Obrador: La diferencia está en que en esos países ha habido crecimiento de la economía, porque se ha fomentado la actividad productiva y en México no. Eso explica mucho el por qué las tasas de crecimiento en China y por qué China es la fábrica del mundo, porque ha sido prioritario para ellos el impulsar la actividad productiva y crear empleos y fortalecer su mercado interno y tener capacidad de exportar.
Esto no se ha planteado en nuestro país. Llevamos 28 años sin políticas de fomento económico, entonces esa es la diferencia.
En lo fiscal hay que buscar la fórmula más adecuada, evitar que haya evasión fiscal. Nosotros no planteamos crear nuevos impuestos ni aumentar los impuestos. Lo que planteamos básicamente es terminar con los privilegios fiscales.
Esto que hablé de la consolidación fiscal y de otras prebendas que hacen muy injusto todo lo que tiene que ver con la contribución o pago de impuestos.
Paga más impuestos un pequeño y un mediano empresario o un trabajador asalariado o un integrante de la clase media, que uno de los más prósperos del país, proporcionalmente hablando y esto no se puede aceptar, hasta multimillonarios del mundo están hablando que quieren pagar más impuestos.
Eso, creo yo, es necesario.
Acerca de la seguridad, yo creo que es un tema que a todos preocupa y siento que si hay honestidad arriba, se va a poder resolver el problema.
Si no se tiene autoridad moral, no se puede gobernar el país, menos en las circunstancias en que se encuentra. También les digo que si no nos hubiesen robado la Presidencia, no estaría así el país, se los aseguro, y el ejemplo no sería Brasil ni Lula, sería México.
Muchas gracias.
Amigas y amigos de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión:
Como es sabido, el Movimiento Regeneración Nacional, MORENA, integrado por millones de mexicanos de todas las clases sociales y corrientes del pensamiento, tiene como objetivo fundamental la transformación de la vida pública de México.
En la pluralidad que caracteriza nuestro movimiento, nos une la convicción de que el país requiere un cambio de fondo y estamos decididos a llevarlo a cabo por la vía democrática y de manera pacífica.
Desde nuestro punto de vista, las reformas que requiere el país se pueden resumir en cuatro grandes propósitos: honestidad, empleo, justicia y seguridad.
I. La honestidad es la mayor riqueza de las naciones y, en México, desgraciadamente, este imprescindible valor se ha venido perdiendo. La mayor responsabilidad en este proceso de degradación recae, sin duda, en la falta de integridad de las autoridades públicas. Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de sus gobernantes. Por eso, nuestra propuesta consiste en elevar a rango supremo la honestidad, empezando por limpiar de corrupción al gobierno.
Lograr este propósito nos permitirá obtener recursos que, actualmente, se van por el caño de la corrupción y, al mismo tiempo, se tendrá la autoridad moral necesaria para eliminar el gasto superfluo destinado a la alta burocracia y aplicar una reforma fiscal progresiva como lo establece la Constitución General de la República.
Además de ser un imperativo ético, la honestidad implica combatir la corrupción, aplicar un plan de austeridad republicana y abolir los privilegios fiscales. Hemos hecho el análisis y se tienen los estudios necesarios para afirmar que con estas tres medidas, se podrían liberar hasta 800 mil millones de pesos para el desarrollo económico y el bienestar de la población; es decir, el 6 por ciento del Producto Interno Bruto.
II. Hoy la falta de empleo, junto con la inseguridad, son los dos principales problemas de México. Ambos males se alimentan y nutren mutuamente: no se generan empleos y eso produce inseguridad, y la falta de ésta, ahuyenta la inversión e impide mantener y crear nuevas fuentes de trabajo. Baste ver lo que sucede con el turismo y la fuga de capitales de estados del norte por la emigración de pequeños y medianos inversionistas que se han visto obligados a refugiarse en ciudades fronterizas de los Estados Unidos.
Por eso, nos proponemos romper esta dualidad perversa, reactivando con urgencia la economía y creando empleos.
Debemos tomar en cuenta que, en los últimos 28 años, de 1983 a la fecha, el crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido en promedio de 2.3 por ciento y, si consideramos el aumento de la población, el per cápita es de 0.4 por ciento anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo. Y, como es obvio, si no hay crecimiento económico, no puede haber empleos.
Por ejemplo, en los últimos 15 años, se han generado solamente 500 mil empleos formales en promedio por año, cuando se requieren alrededor de un millón 200 mil. En otras palabras, 700 mil mexicanos por año, sólo han tenido como opción la emigración o la economía informal.
Para frenar esta tendencia e iniciar el camino hacia el crecimiento económico, nos proponemos llevar a la práctica proyectos de desarrollo de alto impacto para la creación de empleos. Puntualmente planteamos:
1. Rescatar al campo e impulsar la autosuficiencia alimentaria.
2. Sembrar un millón de hectáreas de árboles maderables en el sureste del país, para crear empleos, detener el fenómeno migratorio y mejorar el medio ambiente.
3. Integrar y utilizar al sector energético como palanca del desarrollo. En específico, construir cinco grandes refinerías que aumenten el valor agregado del petróleo crudo, generen empleos y sustituyan las importaciones de combustibles que hoy nos cuestan más de 20 mil millones de dólares por año.
4. No permitir las prácticas monopólicas y establecer como prioridad la libre competencia. Actualmente, por los monopolios se pagan precios exagerados que quitan a las familias entre 10 y 15 por ciento de sus ingresos y son un freno al crecimiento económico y al empleo.
5. Dar prioridad al desarrollo de la pequeña y mediana empresas, con energéticos y créditos baratos, con protección ante precios exagerados de insumos, impuestos altos y burocratismo.
6. Crear un corredor económico y comercial en el Istmo de Tehuantepec. Este proyecto se propone aprovechar la ubicación estratégica y la cercanía en esta franja del territorio nacional para unir al Pacífico con el Atlántico y, con ello, facilitar el transporte de mercancías entre los países de Asia y la costa este de los Estados Unidos.
Se trata de un corredor de 300 km, donde se construiría una línea ferroviaria para el transporte de contenedores, se ampliaría la carretera existente, se rehabilitarían los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos y se instalarían plantas para ensamblar piezas y fabricar manufacturas.
La construcción de estas obras y las fábricas que se instalen, generarán un importante número de empleos, para evitar que los jóvenes de esta región sigan emigrando hacia el norte en busca de oportunidades de trabajo.
7. Impulsar la industria de la construcción para reactivar pronto la economía y crear nuevos puestos de trabajo. En lo específico, se proponen los siguientes proyectos:
a) un programa de un millón de acciones de mejoramiento, ampliación y construcción de vivienda en el medio urbano y rural, para generar 500 mil empleos;
b) Obras y servicios públicos (introducción de agua potable, drenaje, construcción de pavimento, de escuelas, hospitales y espacios para la recreación y deporte) en colonias populares del Valle de México, en ciudades fronterizas y en las periferias de las urbes más pobladas del país;
c) Nuevas carreteras, sobre todo, en el sur-sureste; así como un programa para atender a 362 municipios (15 por ciento de los 2,456 que existen) cuyos pueblos no cuentan con caminos pavimentados para trasladarse a sus cabeceras municipales. La construcción de estos caminos debe hacerse con el uso intensivo de mano de obra comunitaria para crear empleos y fortalecer la economía local.
d) Un nuevo aeropuerto internacional en Tizayuca, Hidalgo, con la operación de un tren moderno y rápido hacia la ciudad de México.
e) Trenes rápidos o de gran velocidad de la Ciudad de México hacia la frontera con Estados Unidos, así como el tren turístico y cultural de la ruta maya: Cancún-Chichén Itzá-Mérida-Campeche-Palenque.
Los proyectos enumerados representan inversiones anuales entre 266 mil y 332 mil millones de pesos, o sea, del 2 y 2.5 del Producto Interno Bruto. Esto elevaría la tasa de inversión de la economía de 20 al 22.5 por ciento del PIB y con la participación social y privada, que es posible anticipar en estos proyectos, la inversión de la economía llegaría a 25 por ciento del PIB. Con ello, la tasa potencial de crecimiento económico se elevaría de 2.5 en la actualidad, a 5 o a 6 por ciento de forma sostenida. Con lo cual se podrían generar un millón 200 mil empleos que se requieren anualmente.
III. También sostenemos que es indispensable reducir la enorme y monstruosa desigualdad que existe en nuestro país. No solo se trata de un asunto moral, sino del hecho de que sin justicia no hay garantía de seguridad ni de tranquilidad ni de paz social. Nadie, ni siquiera los más prósperos, por la lógica más elemental, podrían dejar de considerar esta lacerante y amarga realidad. La pobreza debe avergonzarnos, pero también debe preocuparnos a todos.
En consecuencia, se promoverá con decisión el desarrollo social en dos vertientes: por un lado –como ya se ha expresado— se impulsará el crecimiento económico y la creación de empleos para mejorar los ingresos de la gente y con ello se elevará la calidad de vida en general. Pero en tanto se alcanza ese nivel de desarrollo, y dada la situación de pobreza extrema en el país, es urgente sentar las bases del Estado de bienestar, que contemple cuando menos los siguientes apoyos: pensión universal para los adultos mayores y discapacitados; atención médica y medicamentos gratuitos para quienes no cuenten con seguridad social; apoyos a madres solteras y educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares. En este tema se contempla otorgar becas a estudiantes de escasos recursos, así como asegurar el cien por ciento de inscripción a todos los jóvenes que quieren ingresar en los niveles medio superior y universitario. No seguir rechazando a los jóvenes que quieren estudiar.
IV. Tenemos claro que, sin garantizar la tranquilidad y la seguridad pública, resulta ociosa cualquier nueva propuesta de nación. Y les comparto que estamos preparados y decididos a resolver la actual crisis de inseguridad y de violencia. Lo haremos, no solo con criterios policiacos, como se ha hecho hasta ahora, con los resultados que todos conocemos, sino bajo el principio de que la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. La solución de fondo, la más eficaz y la más humana, pasa por combatir el desempleo, la pobreza, la desintegración familiar, la pérdida de valores y la ausencia de alternativas para los jóvenes. La violencia no debe enfrentarse con violencia, sino combatiendo las causas que la provocan, atendiendo a los jóvenes y ofreciendo mejores condiciones de vida y de trabajo.
Lo primero será crear una atmósfera de progreso y justicia. Por ejemplo, se pondrá en marcha un programa para incorporar a los jóvenes al trabajo y al estudio. Algo parecido a lo que hizo el presidente Roosevelt de Estados Unidos, cuando ocurrió la gran depresión en 1929. Entre otras medidas, creó las condiciones para hacer realidad el derecho de todos al empleo, le llamó empleo pleno: en nueve semanas puso a laborar a 4 millones de personas, la mayoría jóvenes.
El programa nuestro se llamará Jóvenes Construyendo el Futuro y se irá casa por casa apuntando, incorporando a los jóvenes al trabajo. En poco tiempo, se atenderá a 7 millones de muchachas y muchachos que actualmente no tienen oportunidad ni de estudio ni de empleo.
Esta nueva política será complementada con las siguientes medidas: no se perseguirá a una banda para proteger a otra, se aplicará la ley por parejo; se acabará con la incierta impartición de justicia; todas las dependencias y niveles de gobierno trabajarán coordinadamente, el Presidente de la República tendrá reuniones diarias con el gabinete de seguridad; se va a desterrar la corrupción de los cuerpos policiacos, profesionalizando y mejorando los ingresos de los agentes de todas las corporaciones; se protegerán los derechos humanos; se le seguirá la pista al dinero y se solicitará, con firmeza, al gobierno estadounidense que se prohíba la venta de armas destinadas a nuestro país.
En el caso de la relación con Estados Unidos, estamos por una cooperación para el desarrollo. En vez de que nos envíen helicópteros militares, lo que queremos es que haya cooperación para echar a andar la economía en nuestro país y crear empleos, porque es la mejor forma de enfrentar el flagelo de la violencia y también de atemperar el fenómeno migratorio.
Amigas y amigos:
La transformación de México requiere de la participación de todas y de todos, y ustedes son actores fundamentales, entre otras cosas, porque los medios de comunicación deben cumplir con su función social y deben garantizar el derecho del pueblo a la información. Asunto, que en honor a la verdad, no se ha podido concretar debido a que prevalecen en los medios de comunicación intereses económicos y políticos que se sitúan por encima del interés general, aunque hay, desde luego, honrosas excepciones.
Por eso creemos que es indispensable democratizar los medios de comunicación. Esto lo lograremos sin expropiar empresas o quitar concesiones, con respeto a la legalidad, buscando siempre convencer y persuadir con argumentos, y enfrentando las prácticas monopólicas con la más amplia competencia. Lo he dicho en otras ocasiones y lo repito ahora a manera de ejemplo: si Carlos Slim, como cualquier otro ciudadano desea tener un canal de televisión, no tendrá ninguna limitación. De igual forma, si Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego o cualquier otro ciudadano desean invertir en la telefonía, también podrán hacerlo.
No va a haber monopolios. Ustedes saben que todos los monopolios son dañinos, sobre todo el monopolio del poder. La democracia es competencia, que el ciudadano pueda elegir entre varias opciones.
En cuanto a la libertad de expresión, es un derecho que nada ni nadie debe impedir o condicionar. Nada de censura, es preferible el exceso de libertad que el autoritarismo.
Ojalá –lo digo de manera sincera— que en estos tiempos definitorios para la vida pública de México, los medios de comunicación estén a la altura de las circunstancias.
Ojalá que se aleje la tentación de algunos medios, en especial de una televisora, que por respeto no voy a decir su nombre, de querer imponer al próximo Presidente de México, mediante la falta de equidad, la mercadotecnia y la promoción descarada de solo uno de los aspirantes.
Ojalá, ningún medio, nadie, por más poder que detente, se proponga querer suplantar el derecho del pueblo a elegir libremente a sus autoridades.
Termino diciendo que nuestro movimiento no se guiará nunca por el afán de venganza, no nos mueve el odio, sino el amor al prójimo. Tenemos un objetivo superior y sublime: la transformación de México.
Muchas gracias.
SESIÓN DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS
Sr. Aguirre: Buenos días Andrés. El día de ayer le preguntaba a Marcelo, en una conferencia desde Dubai, que si el fuese candidato, qué le ofrecería a los ciudadanos, para ganar su voto en contra de Andrés Manuel López Obrador. La misma pregunta te la hago Andrés. Qué le ofrecerías a los votantes, a los ciudadanos mexicanos, para que pudiéramos votar por ti.
López Obrador: Lo que ya expresé: honestidad, empleo, justicia y seguridad. Eso es lo que nosotros ofrecemos.
Sr. Aguirre: quizá la pregunta no fue tan precisa. Qué ofrecerías para diferenciarte de Marcelo Ebrard. Cuál sería la diferencia.
López Obrador: Los ciudadanos saben qué representamos cada uno y vamos a dejar a ellos que sean los que juzguen. Yo no quiero la confrontación con Marcelo, no voy a dar pié a eso, es hasta de mal gusto decir: Yo ofrezco esto, mi compañero y mi amigo no ofrece. No. Yo lo que creo es que hace falta un cambio de régimen, si no hay un cambio real en el país, no vamos a encontrar la salida ni como pueblo ni como nación.
Yo de lo que estoy convencido es que este régimen ya dio de sí, ya dio de no, ya se pudrió este régimen de corrupción, de privilegios, de injusticias, y que entre más tiempo se conserve, se mantenga, peor nos va a ir como pueblo y como nación.
Creo que no vamos a salir de la decadencia en que estamos, si no logramos entre todos un verdadero cambio. Estoy convencido de eso, por eso estamos buscando que se llegue a esa conclusión, porque si seguimos con más de lo mismo, no hay salida, se los puedo garantizar. Se requiere un cambio de fondo, para darle nueva viabilidad a nuestra nación.
Sr. Jorge López Martínez: Yo tengo dos vertientes de trabajo: el radio y el campo. Tengo 56 años en la radio. Yo digo o más bien exijo lo que debe realizar y, como una vez le dije a Fox, desarrolla al país por polos productivos. . . . . .
López Obrador: Coincido en que hay que regresar al campo. Parte de la crisis actual, de la decadencia, se debe a que se apostó, entre otras cosas, a la especulación financiera y se dejó de lado la economía real, se dejó de fomentar la actividad productiva y la creación de empleos. Llegaron a decir, cuando implantaron este modelo llamado neoliberal, que no hacía falta producir en México lo que consumíamos, porque en un mundo globalizado se podía comprar afuera lo que se necesitaba y se abandonó el campo y todas las actividades productivas. Se abandonó la industria, se dejaron de crear empleos. Entonces, se requiere regresar al campo, buscar la autosuficiencia alimentaria, producir en México lo que consumimos.
Tenemos que cambiar la política económica, porque no ha funcionado y no es un asunto de tipo ideológico o político, es de juicio práctico. Si no impulsamos la actividad productiva, no hay empleos. Raro sería que no hubiese inseguridad y violencia después de 28 años sin crecimiento de la economía y sin generar empleos.
Lo acabo de expresar. Se requieren un millón 200 mil empleos al año, por los nuevos demandantes de trabajo, y en promedio se generan 500 mil o 700 mil, y solo tienen como opción la economía informal o la migración.
Entonces, tenemos que echar a andar la economía y generar empleos. No es posible que México, en los últimos años, ocupe el último lugar en crecimiento económico, entre todos los países del continente Americano, inclusive que estemos por debajo de Haití.
Entonces, si no se rompe con este estancamiento, no esperemos que las cosas mejores. Lo más preocupante de todo es que hay una actitud conservadora. Quieren seguir manteniendo el mismo régimen, la misma política económica, a pesar de lo que está sucediendo en el país. A pesar de que se está destruyendo al país, no hacen nada por cambiar o modificar políticas que una y otra vez han demostrado que son un fracaso.
Entonces, regresar al campo, la actividad productiva y la generación de empleos. Todo esto, también es importante aclararlo, sin inflación, porque siempre se nos dice: ¿De dónde va a sacar el dinero?
Por eso empecé hablando de que con tres medidas: si se combate la corrupción, pero en serio, si se limpia al gobierno, de arriba hacia abajo, como se limpian las escaleras, se logra un ahorro hasta de 300 mil millones de pesos.
Nuestro presupuesto es de 3 billones 500 mil millones de pesos y ustedes saben bien que mucho dinero del presupuesto se va por el caño de la corrupción. Si hacen una carretera que cuesta 100 millones, la cobran en 300 y por la complicidad que se establece, hasta de mala calidad.
Entonces, es un cáncer que está destruyendo al país. Entonces, combate a la corrupción, que hay que hacerlo por razones de índole moral, sino para liberar fondos para el desarrollo.
Lo segundo. Un plan de austeridad republicana. La nómina del gobierno, de esos tres billones 500 mil, cuesta 860 mil millones al año. Esa es la nómina, pero como todo, ahí hay los sueldos de médicos, de maestros y de otros servidores públicos que cumplen con su responsabilidad social, pero también están los sueldos de los altos funcionarios públicos.
El 3 por ciento de todos los que trabajan en el gobierno se llevan de esa nómina 190 mil millones de pesos al año. Estamos hablando de sueldos de 300, 400 y hasta 500 mil pesos al mes. Nada más con reducir a la mitad los sueldos de los que están en la punta de la pirámide, se tendrían ahorros del orden de 90 a 100 mil millones al año, con una sola medida, y agreguen que todos los servidores públicos del más alto nivel, tienen servicio médico privado, por 6 mil millones de pesos al año, y tienen seguro; para cuando terminan una función, se van a otra, abandonan el gobierno o renuncian, se llevan esos ahorros.
Si un funcionario gana 200 mil pesos al mes, deja de ahorro el 10 por ciento, es decir 20 mil pesos, y el gobierno con dinero del presupuesto, que es dinero de todos, le aporta otros 20 mil. De manera que ya ahorró 40 mil al mes.
Cuando se retira se lleva todo eso y mantener esa caja de ahorro cuesta 5 mil millones al año y así muchas otras cosas. Entonces, austeridad republicana.
Lo tercero: Reforma fiscal progresiva. No es posible que la mayoría de los mexicanos pague impuestos y los que obtienen más ingresos no paguen o cuando pagan impuestos, se los devuelven. Eso no pasa en ninguna otra parte del mundo.
La Constitución es muy clara. Los impuestos se deben cobrar de manera progresiva y tiene que pagar más quien tiene más. Eso no sucede en nuestro país. Entonces, se tiene que terminar con todos estos privilegios. Hay un mecanismo que se creó desde 1973, que se llama de Consolidación Fiscal, estamos hablando de los grandes, de 400 grandes corporaciones, que se les permite que tengan una empresa por tanto la principal y se les permite crear otras empresas para manifestar pérdidas y en el balance general, aunque la empresa principal obtenga utilidades, termina por no pagar impuestos. Esto no es posible.
Lo mismo pasa en el caso de la minería. Se han concesionado 52 millones de hectáreas del territorio nacional a empresas mineras. De Salinas a la fecha son 52 millones de hectáreas y nuestro país tiene 200 millones de hectáreas y han concesionado el 26 por ciento del territorio nacional.
Ni durante el porfiriato se enajenó tanto suelo patrio. Bueno, ahí están las consecuencias. La mayor parte son empresas mineras extranjeras, pero no pagan impuestos por la extracción de minerales, porque también en el periodo de Salinas se derogó el impuesto para la extracción de minerales y solo pagan un derecho de 5 pesos al año por hectárea.
Entonces, ¿cuál es nuestro planteamiento? No se van a quitar concesiones, no vamos a actuar de manera arbitraria, pero vamos a procurar que paguen impuestos, en el caso de las compañías canadienses, como pagan impuestos en Canadá. Allá tienen que pagar 15 por ciento por la extracción de minerales. Que cuiden el medio ambiente, que no destruyan el territorio, como están obligados a hacerlo en Canadá y, si es posible, que paguen a los trabajadores mexicanos lo que pagan a los mineros en Canadá.
Entonces, con éstas tres medidas: combate a la corrupción, austeridad, porque fui jefe de gobierno y llevé a la práctica esta medida y sé que se puede y, tres, reforma fiscal progresiva, se pueden liberar hasta 800 mil millones de pesos y con ese recurso impulsar el desarrollo sin endeudamiento, sin inflación, es decir sin déficit fiscal, manteniendo equilibrios macroeconómicos.
¿Cuál es la diferencia de lo que nosotros proponemos en economía a lo que se ha venido haciendo? De que los mecánicos de ahora resolvieron atender el problema, porque el carro caminaba pero se calentaba, había crecimiento pero había inflación, y decidieron, para que no hubiese inflación, lo mejor era apagar el carro. Desde luego ahora no hay inflación, pero el carro no camina.
¿Qué es lo que nosotros proponemos? Que camine el carro, que haya crecimiento sin que se caliente, sin que haya inflación, y eso se puede lograr si se apuesta a que haya ahorros en el manejo del presupuesto. Que no haya endeudamiento y que no haya déficit, que haya finanzas sanas.
Y sí se puede, porque es mucho el derroche, es mucho el gasto superfluo, y se puede lograr con el mismo presupuesto un ahorro y liberar fondos para el desarrollo.
Sr. Rogerio: Qué gusto verte Andrés. Me gusto mucho lo que dijiste, pero tengo varias dudas, varias preguntas. La primera, todos los países ricos en el mundo, Estados Unidos, Inglaterra y Europa están pasando por una crisis económica brutal…. Por qué no podemos seguir la ruta de países como China, Corea del Sur, Singapur, Taiwan y Chile, Brasil y Perú, que tienen una cosa en común: subieron el impuesto al consumo, para que así lo pagan todos sin excepciones, bajar el Impuesto Sobre la Renta y quitar el IETU. IVA para arriba e ISR para las personas y empresas para abajo. La otra, cómo vas a poder manejar los sindicatos corporativos en el momento, ya viste lo que pasó con Luz y Fuerza, qué pasaría con Pemex, y el Seguro Social, en el momento en que tú quieras quitar la corrupción de los sindicatos, el de Elba Esther, vas a ver las huelgas y la parálisis. O sea no es tan fácil, traemos 80 años de corrupción.
López Obrador: La diferencia está en que en esos países ha habido crecimiento de la economía, porque se ha fomentado la actividad productiva y en México no. Eso explica mucho el por qué las tasas de crecimiento en China y por qué China es la fábrica del mundo, porque ha sido prioritario para ellos el impulsar la actividad productiva y crear empleos y fortalecer su mercado interno y tener capacidad de exportar.
Esto no se ha planteado en nuestro país. Llevamos 28 años sin políticas de fomento económico, entonces esa es la diferencia.
En lo fiscal hay que buscar la fórmula más adecuada, evitar que haya evasión fiscal. Nosotros no planteamos crear nuevos impuestos ni aumentar los impuestos. Lo que planteamos básicamente es terminar con los privilegios fiscales.
Esto que hablé de la consolidación fiscal y de otras prebendas que hacen muy injusto todo lo que tiene que ver con la contribución o pago de impuestos.
Paga más impuestos un pequeño y un mediano empresario o un trabajador asalariado o un integrante de la clase media, que uno de los más prósperos del país, proporcionalmente hablando y esto no se puede aceptar, hasta multimillonarios del mundo están hablando que quieren pagar más impuestos.
Eso, creo yo, es necesario.
Acerca de la seguridad, yo creo que es un tema que a todos preocupa y siento que si hay honestidad arriba, se va a poder resolver el problema.
Si no se tiene autoridad moral, no se puede gobernar el país, menos en las circunstancias en que se encuentra. También les digo que si no nos hubiesen robado la Presidencia, no estaría así el país, se los aseguro, y el ejemplo no sería Brasil ni Lula, sería México.
Muchas gracias.
Comentarios