Murió un maestro

Ildefonso Chávez Olveda

Murió un maestro, un periodista lúcido y sin más compromiso que con sus convicciones, porque Miguel Ángel Granados Chapa decía lo que de verdad pensaba y lo escribía de manera magistral.

Como los grandes, escribió hasta que su salud se lo permitió: dos días antes de morir, escribió su ultimo editorial de Plaza Pública editado en el periódico Reforma, en el cual quedó de manifiesto una vez más su maestría, pues casi apagada la llama de su vida, el periodista privilegió su oficio e hizo su tarea, analizando en su artículo titulado “De coalición en coalición” la iniciativa de Manlio Fabio Beltrones sobre un gobierno que pueda realizar las alianzas necesarias que garanticen el avance democrático del país.

Sin embargo, al final de este texto, y a manera casi de epilogo de un país agonizante, cita: “Es deseable que el espíritu impulse la música y otras artes y ciencias, otras formas de hacer que renazca la vida, que permitan a nuestro país escapar de la pudrición que no es destino inexorable. Sé que es un deseo pueril, ingenuo, pero en él creo, pues he visto que esa mutación se concrete…”

Se refería a Enrique Santos Discépolo, quien le cantara a la Argentina maloliente en l945, pero conociendo su espíritu crítico, podemos adivinar que el maestro nos compartía casi su último pensamiento.

Fue duro, crítico y sobre todo didáctico; sus artículos siempre estaban acompañados de una investigación seria. Fue un hombre coherente con lo que decía, hacía y pensaba, y de quien aun después de su partida sin duda tendremos mucho que aprenderle.

Su columna Plaza Pública apareció desde 1977 y se editaba en Reforma desde su fundación, es decir, desde el 20 de noviembre de 1993.

Miguel Ángel Granados Chapa siempre dio un espacio especial a la Universidad Nacional Autónoma de México, donde cursó las carreras de Derecho y Ciencias Políticas. Hombre que se educó toda su vida, también realizó estudios de doctorado en Historia en la Universidad Iberoamericana.

En su carrera profesional vivió distintas responsabilidades, entre éstas, la de subdirector editorial de Excélsior en 1976; director de la revista Proceso, de 1976 a 1977; jefe de los noticieros del canal 11, también en 1977; director de Radio Educación, entre 1978 y 1979; director de La Jornada, entre 1988 y 1990, y director de la revista Mira, de 1990 a 1994. También participó con Manuel Becerra Acosta en el proyecto de creación del Unomásuno.

Miguel Ángel Granados Chapa recibió en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo.

“Esta es la última vez en que nos encontramos. Con esa convicción digo adiós”.
Descanse en paz.

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