Apro
Oculto en una alcantarilla de Sirte, su ciudad natal, y suplicando por su vida a soldados del Consejo Nacional de Transición (CNT), murió Muamar El Gadafi, presidente de Libia por casi 42 años.
El exdictador pasó los últimos 40 años de su vida rodeado de lujos y sirvientes pero, sus últimos minutos, los pasó oculto en un tubo de desagüe y fue capturado cuando pretendía huir en un comando conformado por tres vehículos, según informes de los insurgentes.
“No disparen, no disparen”, suplicó Gadafi, relataron los rebeldes que lo capturaron cuando trataba de huir de la ciudad. El CNT hizo hincapié en que fueron los insurgentes y no las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que bombardeó Sirte este jueves 20, quienes capturaron al depuesto líder.
Incluso los rebeldes afirmaron que el exlíder libio estaba armado con una pistola de oro al momento de la captura.
Las fotografías y videos de un Gadafi ensangrentado e inconsciente –no se sabe si ya estaba muerto— circularon de inmediato en todo el mundo, pero ante los constantes desmentidos sobre su captura y muerte, las fuerzas aliadas fueron cautelosas en confirmar la información.
Las cadenas de televisión Al Jazeera y Al Arbiya difundieron imágenes de Gadafi herido y con el cuerpo semidesnudo siendo arrastrado por varios milicianos.
Unas versiones apuntaban a que su cuerpo fue llevado a Misrata y otras a que su cadáver había sido confinado en un lugar secreto por motivos de seguridad.
De acuerdo con un reporte forense dado a conocer por el primer ministro interino del CNT, Mahmud Jibril, Gadafi murió a consecuencia de una bala que impactó en su cabeza durante un enfrentamiento entre tropas gadafistas y del CNT, después de haber sido capturado.
Relató que Gadafi fue sacado de una alcantarilla sin mostrar resistencia y que, cuando el coronel era subido a un camión, fue alcanzado por una bala en su brazo derecho pero no tenía otras heridas.
El primer ministro precisó que cuando el camión se puso en marcha, se produjo el enfrentamiento entre los dos bandos y fue en ese momento cuando el exlíder libio fue herido en la cabeza.
Añadió que el médico forense no pudo determinar de qué bando salió la bala que provocó la muerte del dictador.
Jibril hizo hincapié en que Gadafi estaba vivo cuando fue capturado en Sirte y que murió minutos antes de llegar al hospital para ser atendido.
La OTAN por su parte confirmó que un avión no tripulado atacó el convoy de 15 vehículos en el que iba Gadafi y que después de ello los rebeldes abordaron al coronel para capturarlo.
Militares citados por la cadena de televisión NBC, que omitieron dar sus nombres, afirmaron que un avión Predator de Estados Unidos y otro de la OTAN lanzaron misiles y alcanzaron a varios vehículos.
Afirmaron además que Gadafi estaba en la caravana o cerca de ella pero que, al parecer, había logrado salir por un tubo de drenaje cercano donde fue capturado por las fuerzas del CNT.
Fuentes del CNT citadas por Al Jazeera afirmaron que, además de Gadafi, durante la captura también murió el jefe militar de las fuerzas gadafistas en Sirte, el exministro de Defensa, Abu Baker Yunus.
Un portavoz del CNT, Shams Eddin, informó tras la noticia de la muerte de Gadafi, que su hijo Mutasim fue detenido por los rebeldes en Sirte y que está vivo.
“Mutasim ha sido capturado vivo por los rebeldes, y ha sido conducido a Misrata”, afirmó Eddin.
Sin embargo, admitió que hasta el momento el CNT no dispone de ninguna información sobre el paradero de Seif al Islam, otro hijo de Gadafi quien estaba destinado a sustituir en el poder a su padre.
Las ciudades de Bengasi y Trípoli lucieron llenas de gente a pie y en automóvil festejando la muerte de Gadafi, cuyo deceso se dio justo un día después de la visita a Libia de la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, quien refrendó el apoyo de su país al nuevo gobierno, encabezado por el CNT.
“El guía de la Revolución”
Gadafi nació el 7 de junio de 1942 en la zona costera de Sirte, ingresó a la Universidad de Bengasi donde se graduó en Derecho, y luego se unió al Ejército. Era un fiel admirador del líder egipcio Gamal Abdel Nasser y de su ideología árabe socialista y nacionalista.
Llegó al poder el 1 de septiembre de 1969 tras la caída de Idris I, primer y único rey de Libia. Por el golpe revolucionario que encabezó, Gadafi recibió el título honorífico de “Guía de la Revolución”. A partir de entonces asumió una dictadura implacable y estableció como forma de gobierno la Jamahiriya o República de Masas.
Esta forma de gobierno era un híbrido entre el Islam, el socialismo y la democracia directa. Su gobierno también pasó por el panarabismo, el anticomunismo, panislamismo e intervencionismo belicista. Precisamente por su carácter bélico se ganó el mote de “perro loco de Oriente Medio”.
A pesar de las constantes confrontaciones con los países occidentales, supo mantenerse en el poder hasta que, a mediados de febrero de este año, estalló una rebelión encabezada por personajes que formaron parte de su gobierno.
Mustafá Abdel Jalil, quien fuera ministro de Justicia de Gadafi, es quien encabeza ahora el CNT y quien negoció el apoyo de la OTAN para el derrocamiento del depuesto líder.
Reacciones
Las reacciones por la muerte del líder libio no se hicieron esperar, principalmente entre los países que intervinieron en el operativo Protector Unificado, puesto en marcha por la OTAN para la “liberación” de Libia.
El presidente estadunidense Barack Obama declaró el fin del régimen de Muamar Gadafi en Libia, y subrayó que a partir de ahora se inicia una nueva etapa de esperanza para el pueblo libio.
“Hoy podemos decir de manera definitiva que el régimen de Gadafi ha llegado a su fin”, dijo en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
El mandatario estadunidense subrayó que el crédito del fin de cuatro décadas de totalitarismo en Libia es para el pueblo de esa nación árabe, que bajo el régimen de Gadafi sufrió represiones y las peores violaciones a los derechos humanos.
Por su parte, Herman Van Rompuy, presidente de la Unión Europea y José Manuel Barroso, jefe de la Comisión Europea, celebraron el fin de una era de despotismo y represión en Libia, tras la muerte del expresidente libio.
David Cameron, primer ministro británico, consideró que este jueves es “un día para recordar a todas las víctimas” del derrocado líder a quien calificó de brutal dictador.
“Hoy es un día para recordar a todas las víctimas del coronel Gadafi”, incluidas las que murieron en el atentado de Lockerbie (Escocia) en 1988, y a las “numerosas personas” que murieron a manos de este “brutal dictador y de su régimen”, agregó Cameron.
En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, indicó que la muerte de Gadafi marca “una transición histórica” para Libia.
“Claramente este día marca una transición histórica para Libia. En los próximos días presenciaremos escenas de celebración, así como de pena para aquellos que perdieron tanto”, sostuvo Ki-Moon en la sede de la ONU en Nueva York.
“Vamos a reconocer inmediatamente que esto es sólo el fin del principio. El camino por delante para Libia y su pueblo será difícil y lleno de desafíos. Ahora es el momento de que todos los libios se unan”, sostuvo Ki-Moon.
Finalmente, el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, uno de los más fervientes impulsores de la intervención internacional en Libia, saludó este jueves la “desaparición de Muamar Kadafi” como un “gran paso” en “la liberación de Libia”.
Oculto en una alcantarilla de Sirte, su ciudad natal, y suplicando por su vida a soldados del Consejo Nacional de Transición (CNT), murió Muamar El Gadafi, presidente de Libia por casi 42 años.
El exdictador pasó los últimos 40 años de su vida rodeado de lujos y sirvientes pero, sus últimos minutos, los pasó oculto en un tubo de desagüe y fue capturado cuando pretendía huir en un comando conformado por tres vehículos, según informes de los insurgentes.
“No disparen, no disparen”, suplicó Gadafi, relataron los rebeldes que lo capturaron cuando trataba de huir de la ciudad. El CNT hizo hincapié en que fueron los insurgentes y no las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que bombardeó Sirte este jueves 20, quienes capturaron al depuesto líder.
Incluso los rebeldes afirmaron que el exlíder libio estaba armado con una pistola de oro al momento de la captura.
Las fotografías y videos de un Gadafi ensangrentado e inconsciente –no se sabe si ya estaba muerto— circularon de inmediato en todo el mundo, pero ante los constantes desmentidos sobre su captura y muerte, las fuerzas aliadas fueron cautelosas en confirmar la información.
Las cadenas de televisión Al Jazeera y Al Arbiya difundieron imágenes de Gadafi herido y con el cuerpo semidesnudo siendo arrastrado por varios milicianos.
Unas versiones apuntaban a que su cuerpo fue llevado a Misrata y otras a que su cadáver había sido confinado en un lugar secreto por motivos de seguridad.
De acuerdo con un reporte forense dado a conocer por el primer ministro interino del CNT, Mahmud Jibril, Gadafi murió a consecuencia de una bala que impactó en su cabeza durante un enfrentamiento entre tropas gadafistas y del CNT, después de haber sido capturado.
Relató que Gadafi fue sacado de una alcantarilla sin mostrar resistencia y que, cuando el coronel era subido a un camión, fue alcanzado por una bala en su brazo derecho pero no tenía otras heridas.
El primer ministro precisó que cuando el camión se puso en marcha, se produjo el enfrentamiento entre los dos bandos y fue en ese momento cuando el exlíder libio fue herido en la cabeza.
Añadió que el médico forense no pudo determinar de qué bando salió la bala que provocó la muerte del dictador.
Jibril hizo hincapié en que Gadafi estaba vivo cuando fue capturado en Sirte y que murió minutos antes de llegar al hospital para ser atendido.
La OTAN por su parte confirmó que un avión no tripulado atacó el convoy de 15 vehículos en el que iba Gadafi y que después de ello los rebeldes abordaron al coronel para capturarlo.
Militares citados por la cadena de televisión NBC, que omitieron dar sus nombres, afirmaron que un avión Predator de Estados Unidos y otro de la OTAN lanzaron misiles y alcanzaron a varios vehículos.
Afirmaron además que Gadafi estaba en la caravana o cerca de ella pero que, al parecer, había logrado salir por un tubo de drenaje cercano donde fue capturado por las fuerzas del CNT.
Fuentes del CNT citadas por Al Jazeera afirmaron que, además de Gadafi, durante la captura también murió el jefe militar de las fuerzas gadafistas en Sirte, el exministro de Defensa, Abu Baker Yunus.
Un portavoz del CNT, Shams Eddin, informó tras la noticia de la muerte de Gadafi, que su hijo Mutasim fue detenido por los rebeldes en Sirte y que está vivo.
“Mutasim ha sido capturado vivo por los rebeldes, y ha sido conducido a Misrata”, afirmó Eddin.
Sin embargo, admitió que hasta el momento el CNT no dispone de ninguna información sobre el paradero de Seif al Islam, otro hijo de Gadafi quien estaba destinado a sustituir en el poder a su padre.
Las ciudades de Bengasi y Trípoli lucieron llenas de gente a pie y en automóvil festejando la muerte de Gadafi, cuyo deceso se dio justo un día después de la visita a Libia de la secretaria de Estado estadunidense, Hillary Clinton, quien refrendó el apoyo de su país al nuevo gobierno, encabezado por el CNT.
“El guía de la Revolución”
Gadafi nació el 7 de junio de 1942 en la zona costera de Sirte, ingresó a la Universidad de Bengasi donde se graduó en Derecho, y luego se unió al Ejército. Era un fiel admirador del líder egipcio Gamal Abdel Nasser y de su ideología árabe socialista y nacionalista.
Llegó al poder el 1 de septiembre de 1969 tras la caída de Idris I, primer y único rey de Libia. Por el golpe revolucionario que encabezó, Gadafi recibió el título honorífico de “Guía de la Revolución”. A partir de entonces asumió una dictadura implacable y estableció como forma de gobierno la Jamahiriya o República de Masas.
Esta forma de gobierno era un híbrido entre el Islam, el socialismo y la democracia directa. Su gobierno también pasó por el panarabismo, el anticomunismo, panislamismo e intervencionismo belicista. Precisamente por su carácter bélico se ganó el mote de “perro loco de Oriente Medio”.
A pesar de las constantes confrontaciones con los países occidentales, supo mantenerse en el poder hasta que, a mediados de febrero de este año, estalló una rebelión encabezada por personajes que formaron parte de su gobierno.
Mustafá Abdel Jalil, quien fuera ministro de Justicia de Gadafi, es quien encabeza ahora el CNT y quien negoció el apoyo de la OTAN para el derrocamiento del depuesto líder.
Reacciones
Las reacciones por la muerte del líder libio no se hicieron esperar, principalmente entre los países que intervinieron en el operativo Protector Unificado, puesto en marcha por la OTAN para la “liberación” de Libia.
El presidente estadunidense Barack Obama declaró el fin del régimen de Muamar Gadafi en Libia, y subrayó que a partir de ahora se inicia una nueva etapa de esperanza para el pueblo libio.
“Hoy podemos decir de manera definitiva que el régimen de Gadafi ha llegado a su fin”, dijo en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
El mandatario estadunidense subrayó que el crédito del fin de cuatro décadas de totalitarismo en Libia es para el pueblo de esa nación árabe, que bajo el régimen de Gadafi sufrió represiones y las peores violaciones a los derechos humanos.
Por su parte, Herman Van Rompuy, presidente de la Unión Europea y José Manuel Barroso, jefe de la Comisión Europea, celebraron el fin de una era de despotismo y represión en Libia, tras la muerte del expresidente libio.
David Cameron, primer ministro británico, consideró que este jueves es “un día para recordar a todas las víctimas” del derrocado líder a quien calificó de brutal dictador.
“Hoy es un día para recordar a todas las víctimas del coronel Gadafi”, incluidas las que murieron en el atentado de Lockerbie (Escocia) en 1988, y a las “numerosas personas” que murieron a manos de este “brutal dictador y de su régimen”, agregó Cameron.
En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, indicó que la muerte de Gadafi marca “una transición histórica” para Libia.
“Claramente este día marca una transición histórica para Libia. En los próximos días presenciaremos escenas de celebración, así como de pena para aquellos que perdieron tanto”, sostuvo Ki-Moon en la sede de la ONU en Nueva York.
“Vamos a reconocer inmediatamente que esto es sólo el fin del principio. El camino por delante para Libia y su pueblo será difícil y lleno de desafíos. Ahora es el momento de que todos los libios se unan”, sostuvo Ki-Moon.
Finalmente, el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, uno de los más fervientes impulsores de la intervención internacional en Libia, saludó este jueves la “desaparición de Muamar Kadafi” como un “gran paso” en “la liberación de Libia”.
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