José Cárdenas
Es propio de hombres de cabezas medianas
embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.
Antonio Machado
Más allá de simpatías o antipatías, Andrés Manuel López Obrador anuncia lo que por sabido no se calla.
“Estoy preparado para la Presidencia de la República, con el apoyo de las fuerzas progresistas.”
La confirmación de la precandidatura expresada durante la constitución de su Movimiento de Renovación Nacional, Morena, también es una muestra de organización política y supervivencia personal como no se conoce en la historia de México.
Debe ser tomada en cuenta, con los ojos mirando hacia el futuro. No sólo por la tenacidad y firmeza de alguien acostumbrado a vivir entre el mitin y la barricada, a veces en la terquedad, sino por la legítima especulación en torno al inminente proceso electoral.
Pero…
Se esperaba que Andrés Manuel planteara nuevas propuestas para el cambio. No fue así. ¿El viejo olmo ya no da peras?
No se comprometió más allá de reiterar su sobado discurso de la lucha de clases. Los pobres buenos contra los ricos malos. Nada dijo de lo que más preocupa: la inseguridad derivada de la violencia. Se le pasó el camión de la oportunidad.
Dejó la impresión de que después de tanto “brinco” terminó aceptando el desfavorable resultado de su derrota por “un pelo de rana” (0.56%).
El megaplantón de protesta, cuando le “asaltaron” la Presidencia, sólo es polvo de aquellos lodos.
Ahora las preguntas tienen relación con lo que viene: ¿Si el Movimiento de Renovación Nacional fracasa, AMLO repetirá en la presidencia legítima (tan legítima como para permitir la reelección) o aceptará en silencio y en el retiro la voluntad de los electores?
Las condiciones de arranque del proceso electoral, que comienza esta semana, son más negativas que las de octubre de 2005. En aquel proceso las turbulencias fueron postelectorales. Hoy podrían ser como oraciones para el parto de María: antes, durante y después.
Por otra parte, ¿aceptará AMLO desperdiciar todo el trabajo de organización política a través de su Morena? ¿Le dará la espalda a sus dos mil 217 comités municipales, 37 mil 453 comités seccionales, 180 mil dirigentes y millones de afiliados, nada más porque una encuesta “abierta” le confirme el mejor posicionamiento de Marcelo Ebrard?
¿López Obrador estará dispuesto a renunciar a 11 años de proselitismo?
MONJE LOCO. Se calienta el granizo. En su libro La mafia que se adueñó de México... y el 2012, Andrés Manuel ya ha calificado la posibilidad de un retorno del PRI al poder: “…sería como la vuelta de Santa Anna”. Y ¿Morena, una segunda revolución de Ayutla? Punto y aparte. El doctor Manuel Mondragón presenta mañana su informe como jefe de la policía de la Ciudad de México. Un recuento de acciones encomiables, dentro de lo que cabe. La cita es en el Teatro Metropólitan, justo a mediodía. Por cierto, ¿si Marcelo pide licencia dejaría de interino a Manuel Mondragón? Nadie sabe, nadie supo.
Es propio de hombres de cabezas medianas
embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.
Antonio Machado
Más allá de simpatías o antipatías, Andrés Manuel López Obrador anuncia lo que por sabido no se calla.
“Estoy preparado para la Presidencia de la República, con el apoyo de las fuerzas progresistas.”
La confirmación de la precandidatura expresada durante la constitución de su Movimiento de Renovación Nacional, Morena, también es una muestra de organización política y supervivencia personal como no se conoce en la historia de México.
Debe ser tomada en cuenta, con los ojos mirando hacia el futuro. No sólo por la tenacidad y firmeza de alguien acostumbrado a vivir entre el mitin y la barricada, a veces en la terquedad, sino por la legítima especulación en torno al inminente proceso electoral.
Pero…
Se esperaba que Andrés Manuel planteara nuevas propuestas para el cambio. No fue así. ¿El viejo olmo ya no da peras?
No se comprometió más allá de reiterar su sobado discurso de la lucha de clases. Los pobres buenos contra los ricos malos. Nada dijo de lo que más preocupa: la inseguridad derivada de la violencia. Se le pasó el camión de la oportunidad.
Dejó la impresión de que después de tanto “brinco” terminó aceptando el desfavorable resultado de su derrota por “un pelo de rana” (0.56%).
El megaplantón de protesta, cuando le “asaltaron” la Presidencia, sólo es polvo de aquellos lodos.
Ahora las preguntas tienen relación con lo que viene: ¿Si el Movimiento de Renovación Nacional fracasa, AMLO repetirá en la presidencia legítima (tan legítima como para permitir la reelección) o aceptará en silencio y en el retiro la voluntad de los electores?
Las condiciones de arranque del proceso electoral, que comienza esta semana, son más negativas que las de octubre de 2005. En aquel proceso las turbulencias fueron postelectorales. Hoy podrían ser como oraciones para el parto de María: antes, durante y después.
Por otra parte, ¿aceptará AMLO desperdiciar todo el trabajo de organización política a través de su Morena? ¿Le dará la espalda a sus dos mil 217 comités municipales, 37 mil 453 comités seccionales, 180 mil dirigentes y millones de afiliados, nada más porque una encuesta “abierta” le confirme el mejor posicionamiento de Marcelo Ebrard?
¿López Obrador estará dispuesto a renunciar a 11 años de proselitismo?
MONJE LOCO. Se calienta el granizo. En su libro La mafia que se adueñó de México... y el 2012, Andrés Manuel ya ha calificado la posibilidad de un retorno del PRI al poder: “…sería como la vuelta de Santa Anna”. Y ¿Morena, una segunda revolución de Ayutla? Punto y aparte. El doctor Manuel Mondragón presenta mañana su informe como jefe de la policía de la Ciudad de México. Un recuento de acciones encomiables, dentro de lo que cabe. La cita es en el Teatro Metropólitan, justo a mediodía. Por cierto, ¿si Marcelo pide licencia dejaría de interino a Manuel Mondragón? Nadie sabe, nadie supo.
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